La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Con el Golpe de Estado de 1923, se evitó la publicación del Informe Picasso y se cortó con los intentos democratizadores del gobierno de García Prieto, que iba a elaborar una nueva Constitución. El rey Alfonso XIII encargó formar gobierno a Miguel Primo de Rivera, dando lugar al comienzo de la dictadura que llevaría su nombre (1923-1930).
Fases de la Dictadura
La dictadura de Primo de Rivera tuvo dos fases:
1. Directorio Militar (1923-1925)
En esta primera etapa, todos los miembros del Directorio eran militares.
2. Directorio Civil (1925-1930)
Se incorporaron al Directorio miembros civiles como José Calvo Sotelo, aunque la mayoría de los miembros siguieron siendo militares.
Medidas del Directorio y Reacciones
La dictadura fue inicialmente bien recibida ya que se presentó con un carácter provisional. Sin embargo, las primeras medidas del Directorio mostraron claramente el carácter dictatorial del régimen:
- Suspensión del régimen constitucional y disolución de las Cortes.
- Cese de autoridades civiles y sustitución por militares.
- Prohibición de actividades de los partidos políticos y sindicatos. Esto dio lugar a una dura represión de los sectores más radicales: comunistas y anarquistas.
- Militarización del orden público.
- Disolución de los ayuntamientos para intentar acabar con el problema del caciquismo. Para ello, se elaboró un Estatuto Municipal y un Estatuto Provincial.
La Guerra de Marruecos y la Consolidación del Régimen
Uno de los problemas más destacados que intentó solucionar Primo de Rivera fue la Guerra de Marruecos. Para ello, asumió el Alto Comisariado y pactó una alianza con Francia. Esto llevó a un desembarco conjunto en Alhucemas en 1925, dando lugar al principio del fin del conflicto. En 1927, Abd el-Krim se rindió al ejército francés.
A partir de 1926, la voluntad de permanencia del régimen hizo que se evitara un proceso de institucionalización siguiendo un modelo claramente fascista. Se creó la Asamblea Nacional Consultiva de carácter corporativista, lo que supuso la relegación definitiva del sufragio. Para dar sustento al régimen se creó el partido de la Unión Patriótica, sin un programa ideológico claro. Este partido contó con el apoyo de los beneficiados por el régimen: caciques, católicos y funcionarios.
Política Económica y Social
La política económica y social de la dictadura fue sumamente intervencionista.
- Aspecto económico: nacionalización de empresas como Renfe, fomento de obras públicas, concesión de monopolios como CAMPSA o CTNE. La política económica, en general, se hizo a través del Decreto de Protección de la Industria Nacional.
- Aspecto social: se estableció un modelo corporativista con el objetivo de la desaparición de la conflictividad social. Se estableció un sindicalismo vertical mediante la intervención del Estado que creó la Organización Corporativa Nacional. Este sistema fue bien visto por la UGT pero absolutamente rechazado por la CNT, que fue muy perseguida.
Crecimiento de la Oposición
Los intentos de perpetuación de la Dictadura provocaron un aumento de la oposición, que se fue radicalizando:
- Los partidos republicanos aparecieron reorganizados y con nuevos líderes.
- La intelectualidad estuvo en continuo conflicto con el poder, ya que se produjo una censura férrea sobre las universidades.
- Los antiguos partidos del turno recurrieron a la vía conspiratoria, aunque fracasaron.
- Los partidos nacionalistas, especialmente los catalanes, se opusieron a la dictadura, ya que relegó la lengua y la cultura catalana.
- Los partidos de izquierda, especialmente el PSOE, también se opusieron al régimen.
Fin de la Dictadura y la Llegada de la República
La actuación de la dictadura provocó el descrédito de la monarquía, por lo que el rey forzó la dimisión de Primo de Rivera en enero de 1930. Tras su dimisión, el rey buscó volver a la normalidad constitucional. Encargó formar gobierno al general Berenguer con el objetivo de convocar elecciones municipales que serían un «ensayo» para posteriores elecciones a Cortes. Berenguer no consiguió convocarlas y entonces fue sustituido por el general Aznar.
Paralelamente, la oposición, fundamentalmente republicanos y el PSOE, se organizaron y firmaron el Pacto de San Sebastián en agosto de 1930, que estableció un programa básico para presentar en coalición a las elecciones y la creación de un Comité Revolucionario que llegaría a ser el gobierno provisional de la futura República.
Las elecciones municipales de abril de 1931 tuvieron una alta participación y la victoria correspondió a los partidos monárquicos. Sin embargo, el 14 de abril de 1931 los concejales electos de Éibar proclamaron la República, y luego se extendió por otras ciudades. El Comité Revolucionario proclamó la República en Madrid. Ante esta situación, el rey Alfonso XIII se exilió.