1. La Primera Parte del Reinado de Alfonso XIII y los Proyectos de Regeneracionismo Político
La Regeneración Conservadora: El Maurismo
A partir de 1903, Alfonso XIII encargó formar gobierno al partido Conservador, a cuyo frente se encontraba Silvela, heredero político de Cánovas. Junto a Polavieja y Maura abordaron una política ambiciosa dirigida a equilibrar las finanzas del Estado, recortar la inflación y el déficit presupuestario y la creación del Ministerio de Instrucción Pública.
El gran Regenerador será Antonio Maura que se convertirá en líder del partido Conservador y Presidente del Gobierno (1903-1909). Maura va a representar el reformismo autoritario con una “revolución desde arriba”.
Su programa político era muy ambicioso, pero no consiguió llevar a cabo todos sus proyectos. Se constituye el Instituto de Reformas Sociales y se fomentó el sindicalismo obrero y el derecho a huelga.
El gobierno de Maura impulsó una política exterior ambiciosa, regida por dos bases: la neutralidad y el imperialismo en el norte de Marruecos, Sahara y Guinea Ecuatorial.
En 1906 en la Conferencia de Algeciras, España se reservó el norte de Marruecos constituyendo un protectorado.
La crisis del 98 y la política activa llevada a cabo por Maura favoreció en Cataluña el desarrollo del catalanismo político mediante la Lliga Regionalista.
Por otra parte, el PSOE y UGT consolidan su poder en el País Vasco, Asturias y Madrid. A partir de 1907 se produjo un acercamiento de los socialistas a los republicanos para oponerse a la política derechista de Maura.
En 1909 se formó la Conjunción Republicano-Socialista que tuvo gran éxito en las elecciones municipales y permitió que Pablo Iglesias fuese elegido diputado en 1910.
El anarquismo estaba dividido en diferentes tendencias. Continuaban los atentados y las bombas. El obrerismo se reorganizó y dirigió importantes movilizaciones. En 1910 se crea la CNT.
En 1909, la prensa republicana y obrerista denunció los intereses que había detrás de las compañías mineras que estaban en el Rif. En Barcelona comenzó la “Semana Trágica”, se creó un comité de huelga general contra la guerra, que finalmente degeneró en una revuelta incontrolada (asaltos e incendios a edificios religiosos). Las tropas del gobierno ponen fin a la revuelta (100 muertos y 88 Iglesias quemadas).
La represión acentuó la división derecha-izquierda. En 1909 Moret y Canalejas anuncian que el Partido Liberal rompe relaciones con conservadores e inician un plan de boicot al gobierno, se rompe el sistema de la Restauración.
La Regeneración Liberal (1910-1914)
El reformismo liberal recupera gran parte del programa de los revolucionarios del 68:
- Democratización del Senado.
- Reforzamiento de la administración local.
- Proyecto de la reforma del Concordato (acuerdo entre Estado y Vaticano).
Canalejas llevó a cabo un nuevo intento regeneracionista basado en reforzar el poder civil, que provocó un choque con la Iglesia a través de la aprobación de la “Ley del Candado”.
El problema regionalista se encara con las concesiones descentralizadoras.
En 1914 se firma el Tratado Hispano-Francés, España se aseguraba el protectorado en el norte de Marruecos y ocupaba Larache y Arcila.
En cuanto a la cuestión social, las organizaciones obreras: socialistas (UGT) y anarquistas (CNT) continuaron con las huelgas y la violencia.
El asesinato de Canalejas en 1912 abrió una lucha por la dirección del partido que provocó su división.
2. La Crisis del Parlamentarismo; La Neutralidad en la Primera Guerra Mundial
La división y el desprestigio de los partidos dinásticos llevaron al sistema de la Restauración a su crisis definitiva en 1917.
La neutralidad española tuvo importantes repercusiones en la economía del país (necesidad de autoabastecerse y la posibilidad de exportar productos industriales y agrarios).
La economía española se lanzó. Las exportaciones textiles y de productos siderúrgicos y la sustitución de importaciones hicieron crecer algunas industrias y cambió la estructura industrial.
Se produjo una fuerte acumulación de capitales y un gran aumento de los beneficios: consolidación de la banca, con un modelo de desarrollo capitalista.
Al acabar la guerra, los beneficios del mercado exterior tuvieron como contrapartida unos efectos negativos sobre el mercado interior (pérdida de poder adquisitivo en los salarios).
La actitud autoritaria del gobierno de Dato, facilitó la convergencia de catalanistas, reformistas, republicanos, socialistas y algunos liberales.
En julio de 1917 estas fuerzas se reúnen en la Asamblea de Parlamentarios de Barcelona y exigen la convocatoria de unas Cortes constituyentes.
Los asambleístas confiaban en la neutralidad del ejército, inmerso en el problema de las Juntas Militares de Defensa, un movimiento clandestino enfrentado con el gobierno de Dato.
A principios de agosto el comité CNT-UGT promovió una huelga general revolucionaria con el objetivo de formar un gobierno provisional. Los asambleístas condenaron la huelga revolucionaria lo que permitió al gobierno utilizar al ejército para reprimir la protesta.
La crisis política de 1917 finalizó con un gobierno de “concentración” en el que participaban los nacionalistas catalanes. Supuso el fin del monopolio del poder de los países dinásticos y el fracaso del programa reformista.
Alfonso XIII optó por la constitución de gobiernos de concentración nacional para hacer frente a la creciente agitación social.
La conflictividad social se generalizó tanto en los centros industriales como en zonas agrarias. La radicalización estaba motivada por la actitud intransigente de las organizaciones patronales para combatir el movimiento obrero.
Ante esta situación se produjo el endurecimiento patronal y la reacción autoritaria (“ley de fugas”, creación de sindicatos libres).
Esto se ve agravado por el desastre militar de Annual donde 12000 soldados españoles perdieron la vida. La izquierda exigió la apertura de una investigación que implicaba a políticos, militares y al mismo rey.
Ante estos acontecimientos, rectores del ejército deciden intervenir y hacerse con el control del poder. El capitán general de Cataluña encabezó el golpe de Estado que acabaría con la Constitución de 1876.
3. La Dictadura de Primo de Rivera y la Caída de la Monarquía. Los Problemas Económicos.
Ante la profunda crisis económica e institucional, Primo de Rivera procedió a dar un golpe de Estado en septiembre de 1923, contando con la aprobación del Rey y el apoyo de organizaciones patronales y la extrema derecha.
El dictador anunció que su gobierno sería provisional ya que solo pretendía restaurar el orden.
El Directorio Militar (1923-1925)
Era una solución de carácter temporal que declaró el estado de guerra en todo el país. Se suspendió la Constitución, prohibieron partidos y sindicatos y se destituyeron todos los cargos electos.
La represión afectó sobre todo a la CNT, nacionalismos de izquierda, prensa e intelectuales.
Los gobernadores civiles fueron sustituidos por militares. De esta manera se militarizaba la administración. A partir de 1924 los cargos empezaron a ser ocupados por civiles.
El Directorio Civil (1925-1925)
En 1925 el Directorio Militar fue sustituido por un directorio civil, formaban parte jóvenes políticos como Calvo Sotelo. El dictador demostraba su intención de permanecer en el poder y establecer un régimen estable.
El intento de consolidar la dictadura como un régimen antidemocrático fracasó: La Unión Patriótica nunca llegó a conseguir ser un partido de masas.
El objetivo de Primo de Rivera era la creación de un Estado nuevo. Medidas más destacadas:
Diseño de una política social:
Se intentó solucionar la conflictividad social con la creación de comités paritarios con el fin de resolver los conflictos laborales. El Dictador logró que socialistas y los Sindicatos Libres colaboraran. Se marginó a la CNT y al PCE (ilegalizados).
Represión del nacionalismo catalán:
La dictadura suprimió la Mancomunidad de Cataluña, prohibió el uso público del catalán. Esto radicalizará el movimiento nacionalista lo que creó grandes dificultades a la Lliga Regionalista (comprensivos con el dictador).
Finalización de la guerra de Marruecos:
La dictadura resolvió militarmente la cuestión del Rif. El éxito del desembarco de Alhucemas (1925) permitió el control de todo el territorio del protectorado. Se consolidó la fuerza de los “africanistas”.
La formación del Somatén:
Era una milicia cívica, constituida en Barcelona por propietarios y promovida por la derecha y la patronal para combatir el sindicalismo. El dictador la extendió a toda España con la creación del Somatén Nacional, dependiente del ejército para controlar el orden público.
La política económica:
Se acentuaron algunas tendencias básicas del capitalismo del siglo XX:
- Nacionalismo económico reforzado con la creación del monopolio estatal de importación (CAMPSA).
- Se concedieron amplios monopolios: tabaco, teléfono…
- Se acentuó el poder de la oligarquía financiera. Los grandes bancos continuaron su expansión (Banesto).
La política de infraestructuras y obra pública
Se inició una serie de acciones encaminadas a mejorar la infraestructura del país: construcción de carreteras, ampliación de la red de ferrocarriles y un plan hidráulico.
Se impuso el aumento del regadío y la electrificación.
La instrucción pública recibió un gran impulso: más centros, mejores salarios, descenso del analfabetismo, pero se limitó la libertad de cátedra.
Los años de la dictadura fueron años de crecimiento económico: los felices años 20.
Por otro lado, el bajo poder adquisitivo de los agricultores perjudicaba a la industria algodonera.
La llegada de la gran depresión (1929), demostró que los éxitos de la política económica de la dictadura habían sido un espejismo.
Falto de apoyo, el dictador dimitió en enero de 1930.
No obstante, la dictadura apenas prohibió los partidos políticos ni reprimió con dureza a la oposición, sí que recurrió a la censura, a los procesos judiciales y al aislamiento de algunos líderes de la oposición.
Con el tiempo, la oposición a la dictadura se amplió (partidos monárquicos llegan a conspirar contra el dictador). Dentro del ejército hubo posiciones contrarias al régimen.
A partir de 1928, comenzó la decadencia del régimen: aumentaron las conspiraciones y se incrementó la conflictividad social como consecuencia del crack de 1929 y la profunda crisis económica.
Tras la dimisión de Primo de Rivera se creó un nuevo gobierno presidido por Berenguer.
En el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930), republicanos, socialistas y catalanistas de izquierdas se pusieron de acuerdo para exigir un proceso constituyente para instaurar un régimen republicano, además reconocían el derecho de Cataluña a un estatuto de autonomía. Ante la negativa de Berenguer, los republicanos recurren a las conspiraciones:
- Diciembre 1930: insurrección de Jaca, reprimida violentamente. Ocupación del aeródromo de Cuatro Vientos.
Berenguer fue cesado y se nombró un nuevo gobierno presidido por Aznar con el objetivo de convocar elecciones municipales y reactivar la constitución de 1931.
En la campaña electora se presentan dos bandos: el monárquico y republicano. Los monárquicos estaban divididos, mientras que los firmantes del Pacto de San Sebastián se presentaban bajo el nombre de Conjunción Republicano-Socialista. La Lliga y CNT quedaron al margen, la UGT apoyaba la coalición y la CNT dejó libertad de voto a sus afiliados.
El 13 de abril las multitudes empezaron a tomar la calle. El 14 de abril se proclamaba la República. Alfonso XIII salía hacia Cartagena camino del exilio.