LOS PARTIDOS Políticos DURANTE EL REINADO DE Isabel II (1833-1868)
-Partido moderado Ideología: Liberalismo doctrinario (conservador) Líder: General Narváez Grupo heterogéneo formado por: -terratenientes -alta burguésía -aristócratas -altos cargos militares Programa político:
-defensa de la propiedad individual -sufragio censitario muy restringido -soberanía compartida (Cortes y Rey) – amplia participación política de la Corona – limitación de algunos derechos individuales (reuníón, asociación) – influencia de la Iglesia – Estado confesional Centralismo -Partido progresista Ideología: liberalismo radical. Tiene su origen en los exaltados del Trienio Liberal Líder: General Espartero Formado por: – mediana y pequeña burguésía industrial y financiera – clases medias ( empleados, artesanos) – profesiones liberales (abogados, médicos,…) – oficiales del Ejército Programa político: – menor protagonismo de la monarquía en la vida política – principio de soberanía nacional -predominio del poder de las Cortes – fortalecimiento de los poderes locales -defensa de los derechos individuales y colectivos – confesionalidad del Estado, pero con tolerancia religiosa -sufragio censitario más amplio –
reforma agraria – se oponen a la influencia de la Iglesia – Defiende la Constitución progresista de 1837 -Uníón liberal Ideología: liberalismo pragmático o centralista. Líder: General O’Donnell Partido de centro: Aparece en 1854 como una escisión del liberalismo moderado. Agrupa al sector más conservador de los progresistas y al más “izquierdista” de los moderados Formado por “notables” de las dos tendencias. Programa político: – Defiende la Constitución moderada de 1845 – Partidario de la desamortización de las tierras de la Iglesia pero de acuerdo con Roma. -Partido demócrata Ideología: liberalismo democrático Creado en 1849 a partir de los sectores más radicales del partido progresista. Aglutina varias tendencias políticas: ▪ progresistas radicales ▪ republicanos ▪ simpatizantes de un incipiente socialismo. Formado por: – clases medias – clases populares – intelectuales radicales Programa político: – soberanía nacional – sufragio universal masculino – Estado aconfesional – enseñanza primaria obligatoria y gratuita – garantizar el derecho a la igualdad entre los ciudadanos – descentralización – defensa del derecho de reuníón y asociación. Papel destacado en la Revolución de 1868 que puso fin al reinado de Isabel II
LA CONSTITUCIÓN DE 1931
Las Cortes nombraron inmediatamente una comisión encargada de elaborar un proyecto de constitución, que fue aprobado en Diciembre de 1931, después de intensos debates. La Constitución de 1931 fue muy avanzada para su tiempo. Tenía un marcado carácter democrático y progresista y establecía que todos los poderes emanan del pueblo. También incluía una amplia declaración de derechos y libertades y manifestaba una preocupación por los temas sociales. Garantizaba la igualdad absoluta ante la ley, la educación y la no discriminación por razón de origen, sexo o riqueza. Establecía el voto desde los 23 años y, por primera vez, concedía el voto a las mujeres. Además hacía una clara afirmación de la laicidad del estado, al no declarar ninguna religión como oficial. La aprobación de los artículos religiosos de la Constitución provocó la dimisión de los sectores católicos del gobierno, por lo cual Manuel Azaña sustituyó en la jefatura del gobierno a Niceto Alcalá Zamora, y éste pasó a ser presidente de la República.
Primo de Rivera
El rey Alfonso XIII Llamo a primo de rivera para formar un nuevo gobierno y le concedíó el cargo de presidente y de ministro único (Directorio Militar). -El Directorio Militar (1923 – 1925). El Directorio Militar proclamó el Estado de Guerra durante dos años: suspendíó la Constitución de 1876, disolvíó las Cortes, prohibíó las actividades de los partidos políticos y de los sindicatos, impuso el orden público con duras medidas represivas contra la CNT y el PCE y reprimíó cualquier manifestación de nacionalismo no español, lo que conllevaría una radicalización del nacionalismo catalán hacia posturas separatistas. Los ayuntamientos fueron disueltos y sustituidos por juntas de “vocales asociados” elegidos por los mayores contribuyentes, estrechamente vinculados al sistema caciquil. Su reforma de la administración, que decía pretender acabar con el sistema caciquil, lo que hizo fue reforzarlo aún más. Primo de Rivera cosechó un éxito importante con el desembarco de las tropas españolas en Alhucemas, alcanzando sus objetivos iniciales y controlando todo el protectorado un año después. -El Directorio Civil (1925 – 1930). En esta segunda fase de la dictadura, Primo sustituyó el Directorio Militar por un gobierno civil con clara intención de permanecer en el poder y declaró su voluntad de construir un régimen corporativista inspirado en las dictaduras autoritarias de la Europa de entreguerras, especialmente la Italia fascista de Mussolini. Impulsó desde el poder la formación de un gran partido de derechas, la Uníón Patriótica (1924). Carecía de programa e ideología definidas, y no fue más que un mero instrumento de propaganda gubernamental para asegurar el apoyo popular al régimen.
PRIMO D RIVERA
En 1926 anunció la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva, compuesta por representantes del Estado y de la administración y de la Uníón Patriótica, con el objetivo de elaborar una nueva “constitución”. Sin embargo, además de estar bajo control del gobierno, sus funciones eran meramente consultivas. La dictadura se benefició de la coyuntura expansiva internacional de los años veinte. Su política económica se caracterizó por el intervencionismo estatal y el nacionalismo económico. Sus objetivos fueron impulsar la industria nacional mediante unos elevados aranceles proteccionistas y la concesión de ayudas a las grandes empresas. También se crearon grandes monopolios estatales como la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (CAMPSA) y Telefónica (hoy, Movistar). El fomento de las obras públicas fue uno de los aspectos más destacados de esta etapa. La escasa conflictividad social del periodo se explica en parte por la represión, pero también gracias al desarrollo de una amplia política social y de una legislación laboral, basada en la intervención y mediación por parte del Estado y en la integración de las organizaciones obreras moderadas y reformistas. Su puesta en práctica contó con la colaboración de los socialistas, que la consideraron ventajosa para consolidar tanto al partido como al sindicato. -El Final de la dictadura. A partir de 1926, la dictadura empezó a perder apoyos y arreciaron las críticas y la oposición. Así, encontramos el pronunciamiento militar conocido como la “sanjuanada” protagonizado por militares descontentos y el alejamiento de muchos de los militares con el régimen, a partir sobre todo de la aprobación de una norma general que suprimía los ascensos por estricta antigüedad. Por otra parte, fue en aumento el ascenso de los partidos republicanos y la oposición al régimen de intelectuales, periodistas, …, que se enfrentaron al dictador, a pesar de la rígida censura. Primo de Rivera, falto de apoyos, incluso del grueso de los militares y del rey, cuya imagen había quedado ligada al régimen dictatorial, presentó su dimisión en Enero de 1930. En Septiembre de 1927, Primo de Rivera decreta la división provincial de Canarias creando la provincia de Las Palmas. Para compensar a Tenerife, creó la Universidad de La Laguna, entre otras medidas.
El Bienio Reformista (1931-1933)
impulsó una política general de reformas cuyo objetivo era la modernización y la democratización del país. Reforma religiosa. El gobierno quería establecer una clara separación Iglesia – Estado y reducir la influencia de la Iglesia Católica en la sociedad española. Para ello desarrolló una serie de leyes en cumplimiento de los principios secularizadores de la constitución: Ley del Divorcio, Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas. Reforma educativa. La reforma educativa pretendía que la educación gratuita y laica fuera un derecho universal. Entre 1931 y 1933 se construyeron unas 13.000 escuelas y aumentó el número de maestros de 36.000 a 51.000. Reformas laborales. El socialista Francisco Largo Caballero aprobó leyes que mejoraban la situación de los trabajadores, como la Ley de Contratos de Trabajo y la Ley de Jurados Mixtos. Reforma territorial: los Estatutos de Autonomía. La Constitución intentó resolver el problema territorial mediante el reconocimiento del derecho a la autonomía de las regiones. Regiones como Cataluña, País Vasco y Galicia comenzaron a promover sus estatutos de autonomías, logrando Cataluña la autonomía efectiva en una serie de competencias. Reforma del Ejército. Sus objetivos fueron ganarse la fidelidad del Ejército para la República y aumentar su eficacia. Se creó la Guardia de Asalto que es el antecedente lejano e indirecto de la actual Policía Nacional. Reforma agraria. Era sin duda el proyecto económico y social de mayor magnitud que debía acometer la República, y además con urgencia, para paliar la situación de los campesinos. Se tardó muchísimo en aprobar la Ley de Reforma Agraria. RELACIONA LA GC CON CONTEXTO INTERNACIONAL Los historiadores han planteado la dimensión internacional de la Guerra Civil española bajo dos enfoques diferentes: a. Considerarla un prólogo de la Segunda Guerra Mundial. B. Reducirla a un conflicto periférico que se podía mantener aislado para evitar su propagación al resto de Europa. El conflicto estalló en un momento sumamente crítico en las relaciones internacionales. Desde 1936 la tensión entre las grandes democracias europeas (Francia y Reino Unido) y los regíMenes totalitarios nazi y fascista llegó a un punto tal que cualquier incidente podía provocar una segunda Guerra Mundial. De ahí que la guerra española provocase divisiones en la opinión pública y despertase la inquietud, sobre todo, de los gobiernos británico y francés. Los sublevados (el bando franquista) contó con una gran ayuda militar y económica de la Alemania nazi y de la Italia fascista, así como con el apoyo del régimen autoritario de Portugal (Estado Novo) y la propaganda activa de la Iglesia Católica. El legítimo gobierno republicano contó con la ayuda de la URSS, de México y de los voluntarios de las Brigadas Internacionales. Por su parte, Francia e Inglaterra impulsaron un Comité de No Intervención para evitar que el conflicto se extendiera al resto de Europa.