Introducción
Tras la Guerra Civil Española (1936-39), el general Francisco Franco consolidó un régimen dictatorial, conocido como franquismo. Este régimen se caracterizó por su autoritarismo, nacionalcatolicismo y anticomunismo.
Ideología y Estructura del Régimen
El franquismo se basó en la ideología del nacionalcatolicismo, que consideraba la fe católica como consustancial al ser español. El régimen mantuvo una estrecha relación con la Iglesia Católica, que legitimaba el poder de Franco.
El régimen se estructuró en torno a un partido único, Falange Española Tradicionalista y de las JONS, y un sistema de democracia orgánica, que reconocía la representación política en las unidades orgánicas de la sociedad.
Represión y Control
El franquismo se caracterizó por una fuerte represión de toda actitud crítica. El régimen ejerció un control absoluto sobre la propaganda y la educación, y creó un sistema policial de delaciones y venganzas.
Economía y Sociedad
Durante los años 40, conocidos como los»años del hambr», el régimen implementó una política económica intervencionista y autárquica que no generó crecimiento. La inflación y el racionamiento de alimentos provocaron una hambruna generalizada.
Las bases sociales del franquismo incluyeron a Falange, la Iglesia, el ejército, las clases acomodadas y el campesinado católico.
Relaciones Internacionales
Tras la Guerra Civil, España quedó comprometida con las potencias fascistas. Sin embargo, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, declaró la neutralidad y posteriormente la no beligerancia.
En los años 50, el régimen franquista obtuvo reconocimiento internacional gracias a su fervor anticomunista. Fue admitido en la ONU en 1955 y firmó acuerdos con Estados Unidos y el Vaticano.
Oposición y Crisis
A pesar del reconocimiento internacional, el franquismo enfrentó una creciente oposición interna. El movimiento obrero, los nacionalismos vasco y catalán, y los movimientos universitarios protestaron contra el régimen.
En los años 60, el régimen implementó planes de desarrollo que atrajeron capital extranjero y aumentaron las exportaciones. Sin embargo, la desigualdad regional y la represión continuaron siendo problemas.
El Ocaso del Franquismo
En 1969, Juan Carlos de Borbón fue nombrado sucesor de Franco. El régimen comenzó a debatirse entre el aperturismo y el inmovilismo.
En 1973, el asesinato de Carrero Blanco por ETA marcó el inicio del ocaso del franquismo. La oposición se unió en la Junta Democrática y la sociedad reclamó una equiparación con la política europea.
El 20 de noviembre de 1975, Franco murió, dejando un país renovado, industrial y con grandes posibilidades, pero con las mismas limitaciones políticas.