Leyes fundamentales hasta 1966
1. Leyes fundamentales que se fueron desarrollando hasta 1966, que son las siguientes:
- El Fuero del Trabajo (1938): Reguló las relaciones laborales entre trabajadores y empresarios y estableció los principios del nacionalsindicalismo.
- La Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Dotaba al régimen de unas Cortes sin poder legislativo porque estaban supeditadas (sujetas) a la voluntad del jefe del Estado. Su función sólo era consultiva.
- El Fuero de los Españoles (1945): Recogía los deberes y derechos de los españoles, de acuerdo a la confesionalidad católica del Estado.
- La Ley de Referéndum Nacional (1945): Permitía someter a la consulta popular mediante plebiscitos las decisiones del gobierno o de las Cortes.
- La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947): Defendía a España como un “Reino sujeto a los principios del Movimiento”. Don Juan de Borbón la denunció en su Manifiesto de Estoril.
- La Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Asumía los postulados de Falange y garantizaba la integridad del Movimiento como partido único y cauce exclusivo para la acción política.
- La Ley Orgánica del Estado (1966): Consolidaba y cerraba el largo proceso institucional del Estado.
2. La adaptación oportunista a la coyuntura internacional. La alianza con las potencias fascistas durante la II Guerra Mundial. El 7 de abril, recién acabada la guerra. Franco hizo pública su adhesión al Pacto Antikimitern, el acuerdo anticomunista que asociaba a la Alemania nazi, la Italia fascista y Japón. En octubre de 1940, tras la invasión nazi a Francia, tuvo lugar la entrevista entre Franco y Hitler que a punto estuvo de meter a nuestro país en el conflicto mundial. Finalmente, no fue así: Hitler no aceptó las ambiciosas pretensiones de Franco sobre el Marruecos francés y la incorporación a la guerra de un país exhausto no era de gran interés para el Eje. Sin embargo envió a la División Azul (1941) a luchar junto a las tropas nazis en el frente ruso. Las derrotas del Eje hicieron que, a partir de 1942, Franco comenzara un cauteloso giro a su política internacional buscando la conciliación con los países aliados. La destitución de su cuñado Serrano Súñer, excesivamente germanófilo para los nuevos tiempos muestra este cambio de actitud.
El Aislamiento Internacional. En 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas votó contra el ingreso de España. La dictadura de Franco era considerada aliada de las potencias fascistas recién derrotadas. Retirada de embajadores. Conferencia de Potsdam. Cierre de Fronteras. A esta condena internacional siguieron años de aislamiento económico y político. España no recibió ninguna ayuda del Plan Marshall, ni fue admitida en la OTAN. El inicio de la “guerra fría” redujo la beligerancia antifranquista de las potencias occidentales.
3. Autarquía y recesión económica. En 1939, España era un país arruinado. Diezmada demográficamente, el hambre y la extrema necesidad era la realidad cotidiana de una gran parte de la población. La solución que dio el régimen franquista a la penuria económica fue la autarquía, una política económica basada en la búsqueda de la autosuficiencia económica y la intervención del Estado. El intervencionismo del Estado se extendió por gran parte de la economía nacional.
- Limitación de las intervenciones extranjeras y de las importaciones.
- Se planificó la actividad económica y se fijaron los precios y los salarios.
- Se creó el INI (Instituto Nacional de Industria) en 1941 para mejor controlar la industria española.
- Implantación de un sistema de racionamiento de los productos de consumo de primera necesidad.
Repercusiones: Los años de la posguerra marcaron una tremenda regresión en el terreno económico. El hundimiento de la producción agrícola e industrial fue acompañado de una vuelta atrás histórica: el sector primario volvió a superar el 50 por ciento de la renta nacional. En el contexto de escasez e intervención estatal, el mercado negro, el estraperlo, y la corrupción generalizada se apoderaron de la economía del país.
4. Los primeros opositores al Régimen. El exilio y la represión redujeron al mínimo a los partidos y sindicatos antifranquistas. En el interior, la oposición se limitó a la acción de núcleos de guerrilleros en áreas montañosas, los maquis, que realizaron sabotajes, asaltos y fueron duramente reprimidos. En el exilio, las desavenencias entre las distintas fuerzas políticas de izquierda y republicanas, impidieron la organización de una oposición política eficaz. La oposición monárquica organizada en torno a la figura de Don Juan de Borbón (Manifiesto de Lausana).