Comparación de los Imperios Territoriales de Carlos I y Felipe II

Compara los imperios territoriales de Carlos I y el de Felipe II, y explica los diferentes problemas que acarrearon.

Los reinados de Carlos I y Felipe II ocupan la mayor parte del siglo XVI y presentan unos rasgos comunes: esfuerzo por mantener la hegemonía española en Europa y la defensa a ultranza del catolicismo. Aunque también presentan diferencias; Carlos I, de carácter más abierto, pasó la mayor parte de su reinado en las posesiones europeas mientras que Felipe II, más autoritario, apenas salió de España.

CARLOS I

Herencia territorial

De los Reyes Católicos, abuelos maternos, recibió la Corona de Castilla y la Corona de Aragón, con sus respectivas posesiones de ultramar; por parte de su abuela paterna María de Borgoña, los Países Bajos y el Franco Condado; y por parte de su abuelo paterno Maximiliano I, recibió los territorios patrimoniales de Austria, además del derecho de ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Hecho que ocurrió en 1520, tras haber fallecido su abuelo, siendo proclamado emperador con el nombre de Carlos V.

El vastísimo imperio, en realidad conjunto de reinos con leyes e instituciones propias, trajo consigo diferentes problemas tanto en el interior como en el exterior de la Península Ibérica.

POLÍTICA INTERIOR

Revuelta de las Comunidades de Castilla (1520-1521)

El conflicto fue motivado por la aprobación de un impuesto en las Cortes de Castilla para sufragar los gastos para ser elegido emperador. Los rebeldes pedían la aplicación de reformas urgentes: mayor participación de castellanos en el gobierno del reino; limitación del exceso de los consejeros; residencia permanente del rey en Castilla; defensa de la legitimidad de doña Juana como reina de Castilla y reformas en materia fiscal (reducción de impuestos). El 23 de abril de 1521 tuvo lugar en las proximidades de Villalar un combate entre tropas realistas y el ejército comunero que acabó con la derrota de este último y la ejecución de sus líderes (Bravo, Padilla y Maldonado) al día siguiente.

Revuelta de las Germanías de Valencia (1519-1523)

Es una revuelta social y gremial antinobiliaria que se origina en Valencia y se extiende por Murcia y Mallorca. Su objetivo era acabar con los abusos de poder de la nobleza. Solicitaron la ayuda de Carlos I pero este se alió con la nobleza derrotando a los rebeldes en 1523.

POLÍTICA EXTERIOR

La lucha con Francia por la hegemonía de Europa

Esta pugna provocó el enfrentamiento con Francisco I de Francia. En este conflicto se encuadra el interés por Lombardía, con su capital en Milán, que era el enlace que permitía unir los reinos de los Austrias; y el contencioso por Borgoña, en poder de Francia y reclamado por Carlos V como parte de su herencia. Los enfrentamientos se iniciaron en 1521 y el conflicto duró más de 25 años. En 1525, Carlos V venció a Francisco I, en la Batalla de Pavía. El Papado apoyará a Francia, lo que supondrá que Carlos V protagonice el Saco de Roma en 1527. A partir de 1544, la tensión entre ambos se suavizó. Al final del reinado se llegó a una situación de equilibrio heredando el enfrentamiento Felipe II.

La lucha contra los turcos

El imperio turco, bajo el mando de Solimán el Magnífico, amenazaba las posesiones de Carlos V en dos frentes: en Europa oriental, los turcos ocuparon Belgrado y Hungría, llegando hasta Viena (el sitio a la ciudad duró tres años hasta la llegada de refuerzos); y en el Mediterráneo los turcos se aliaron con los piratas como Barbarroja y atacaban sus dominios mediterráneos saqueando las costas y haciendo cautivos a los cristianos. En 1535, las tropas de Carlos V reconquistaron Túnez. Pero fracasó en su intento de conquistar Argel en 1541. A partir de entonces, el Mediterráneo se convirtió en un mar inseguro.

La reforma protestante y la defensa del catolicismo

Tras la publicación en 1517 de las 95 tesis de Lutero contra la Iglesia católica, se inició la reforma protestante. Carlos V convocó en 1521 la Dieta de Worms, reunión de todos los príncipes alemanes, para condenar a Lutero. Pero la resolución que se aprobó no fue aplicada por varios príncipes que protegieron a los luteranos. El enfrentamiento se produjo en la Batalla de Mühlberg, en 1547, donde Carlos V derrotó a los protestantes reunidos en la liga Smalkalda. Parecía que el problema llegaba a su fin, pero en 1552 una coalición entre los príncipes alemanes y el rey francés derrotó a Carlos V. La paz de Augsburgo (1555) reconocía la libertad religiosa y la coexistencia de las dos religiones en el Imperio.

Las relaciones con Roma

Los Papas como monarcas que gobernaban todo el centro de Italia, veían con recelo el dominio del emperador sobre el norte y el sur de la península Italiana. Clemente VII se sumó a la liga de Cognac, una alianza a favor de los franceses contra Carlos V. Este respondió en 1527 con una ofensiva en la que sus soldados saquearon Roma cometiendo todo tipo de desmanes y retuvieron preso al propio Papa. El saco de Roma causó un escándalo en Europa y perjudicó seriamente la imagen del emperador. A pesar de ello, los Papas necesitaban al emperador frente a la amenaza turca y la reforma protestante. Paulo III convocó el Concilio de Trento en 1545 dando comienzo a la reacción católica frente al protestantismo.

Relaciones diplomáticas con Inglaterra

Carlos V mantendrá buena relación diplomática con Inglaterra con el fin de evitar conflictos en América. Casará a su hijo Felipe con María Tudor, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón.

EL FIN DEL REINADO

Todos estos problemas hicieron que Carlos V se cansara del gobierno y se lo cediese a su hijo Felipe II y a su hermano Fernando en 1555.

FELIPE II

Herencia territorial

Heredará los territorios de la Corona de Castilla, la Corona de Aragón, el Ducado de Borgoña (Flandes, Luxemburgo y Franco Condado) y el Ducado de Milán. Su tío, Fernando heredó las posesiones del Imperio y el título de emperador. A este territorio, Felipe II añadió en 1580 el reino de Portugal y todas sus posesiones de ultramar (Brasil, factorías en África y Asia) al quedar vacío el trono portugués y ejecutar sus derechos por ser hijo de Isabel de Portugal; consiguiendo así la tan ansiada unidad peninsular de los Reyes Católicos.

Al igual que Carlos I, Felipe II no se libró de problemas de carácter interno y externo, algunos heredados de su padre.

POLÍTICA INTERIOR

Rebelión de los moriscos en las Alpujarras (1568-1570)

Los moriscos no integrados, mantienen sus costumbres de origen musulmán. Se creía que colaboraban con piratas berberiscos y que eran aliados de los turcos, por lo que, en 1567, el Rey crea un decreto obligándolos a abandonar parte de sus costumbres y lengua. Por esto, en 1568 los moriscos de Granada se rebelaron en las Alpujarras (Granada), pero fueron vencidos en 1570 por Juan de Austria, y deportados a otros lugares de Castilla.

La revuelta de Aragón (1590-1592)

El secretario de Felipe II, Antonio Pérez, fue encarcelado en 1579 por el asesinato de Juan de Austria; pero en 1591 huye a Aragón, donde se impide su apresamiento. El Rey lo acusa de un falso delito de herejía para que la Inquisición lo pudiera detener, generando una intromisión de la monarquía y violación de los fueros y privilegios de Aragón. Esto dio paso al estallido de una rebelión en Zaragoza, lo que impidió el traslado de Antonio Pérez a la cárcel. El Rey envió su ejército y restableció el control real. Los líderes de la rebelión fueron ejecutados, pero Antonio Pérez logró huir a Francia, donde difundió acusaciones contra Felipe II, sirviendo de base para la leyenda negra de España.

POLÍTICA EXTERIOR

Guerra con Francia (1556-59)

El Rey se enfrenta a Francia, problema heredado del reinado de Carlos I y les derrota en la batalla de San Quintín (1557). Enrique II tuvo que firmar la Paz de Cateau-Cambresis (1559), donde se estipulaba que Francia reconocía la supremacía hispánica, renunciaba a la intervención en Italia y se pactó del matrimonio de Felipe II con Isabel de Valois, hija de Enrique II.

Rebelión de los Países Bajos

La guerra de Flandes mezcla tres cuestiones:

  1. Política: resistencia a las tendencias autoritarias de un rey que pretendía gobernarlos a distancia.
  2. Religiosa: las provincias del Sur se mantienen en ortodoxia católica y las del norte en el calvinismo.
  3. Economía: imposible generar recursos para mantener el ejército, suponiendo el descontento de los tercios de Flandes al no llegarles la paga.

En 1566 comienzan los motines en varias ciudades. El Rey envía tercios al mando del Duque de Alba, quién organizó el Tribunal de los tumultos, llevando a cabo una gran represión contra todos los que habían intervenido en las revueltas. Algunos nobles huyeron.

Estableció un sistema de impuestos para pagar a sus tropas, provocando la protesta general y haciendo que todos los sectores sociales se unieran contra él.

1571, los rebeldes holandeses se refugiaron en Inglaterra tras la sublevación regresaron y establecieron un gobierno independiente.

El Duque de Alba fue sustituido por Don Luis de Requesens, quién llevó a cabo una política conciliadora; a ese le sucedió Don Juan de Austria (hermanastro del Rey) que empleó dos tácticas: mano dura y conciliación; y finalmente Alejandro Farnesio, buen negociador y diplomático.

Los Estados Católicos del Sur firman la unión de Arras (1579) garantizando los derechos de los flamencos a cambio de su lealtad con la Corona española y la salida de los tercios.

Los Estados del Norte responden con la Unión de Utrecht sobre el protestantismo y la independencia de las provincias unidas respecto a España.

En 1597 el Rey cede los territorios a su hija Isabel, pero los holandeses no la reconocieron. Se prolonga el conflicto hasta 1648, donde España, derrotada en la Guerra de los 30 años, reconoce su independencia.

El problema turco (1579-71)

En 1570, los turcos conquistan Túnez y Chipre. Se forma la Liga Santa para enfrentarse a los turcos. La escuadra al mando de Don Juan de Austria derrota a los turcos en la Batalla de Lepanto (1571).

Guerra contra Inglaterra. Desastre de la Armada Invencible (1588)

En 1558 muere María Tudor, segunda esposa del Rey y sube al trono Isabel I, lo que causa que las relaciones entre Inglaterra y la monarquía española se deterioren por América (se fomenta la piratería contra los barcos españoles) y los Países Bajos.

Los ingleses apoyan a los protestantes rebeldes enviando un ejército. Tomado eso como una declaración de guerra abierta, Felipe II toma la decisión de invadir Inglaterra. En 1588 se envía a la «Armada Invencible» para invadir las Islas Británicas, fracasando, lo cual golpeó duramente el prestigio español. Miles de marineros, pilotos y soldados mueren, y las costas peninsulares y americanas se vieron expuestas. Las malas relaciones entre los dos reinos durarán hasta principios del XVII, cuando suben los Estuardo al trono inglés y disminuye la hostilidad hasta XVIII.

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