La crisis de la Restauración en España, que se extendió desde 1902 hasta 1923, estuvo marcada por la falta de líderes fuertes en los partidos dinásticos tras la muerte de figuras clave como Cánovas y Sagasta. Antonio Maura y Eduardo Dato lideraron el Partido Conservador, mientras que Canalejas y Romanones lideraron el Partido Liberal. Los frecuentes cambios de gobierno y las injerencias del rey Alfonso XIII contribuyeron a la inestabilidad política.
Intentos de Regeneración y la Semana Trágica
Los intentos de regeneración tanto conservadores como liberales fracasaron. Maura intentó una «revolución desde arriba» con medidas sociales y políticas, pero su proyecto se vio truncado por la Semana Trágica de Barcelona en 1909, una revuelta contra el envío de reservistas a Marruecos. La represión brutal provocó críticas y protestas internacionales.
Canalejas sucedió a Maura y buscó integrar al catalanismo y al movimiento obrero en el sistema, además de reducir la influencia de la Iglesia. Implementó medidas descentralizadoras, fiscales y militares, pero su programa fue truncado por su asesinato en 1912.
Oposición al Sistema Restauracionista
La oposición al sistema restauracionista fue variada y fuerte.
- El republicanismo, representado principalmente por el Partido Republicano Radical de Lerroux, abogaba por la laicización, ampliación de derechos y reforma social.
- Los nacionalismos periféricos, como la Lliga Regionalista en Cataluña y el PNV en el País Vasco, demandaban autogobierno y defensa de sus lenguas y culturas.
- El movimiento obrero, dividido entre socialismo y anarquismo, estaba representado por el PSOE y la UGT, así como por la CNT, que abogaba por la acción directa y la lucha sindicalista. El anarquismo, particularmente fuerte en Cataluña y Andalucía, se dividió entre grupos violentos y anarcosindicalistas.
Estas fuerzas sociales y políticas contribuyeron a la agitación y la inestabilidad durante la crisis de la Restauración.
La Cuestión Marroquí
En 1906, en la Conferencia de Algeciras, se acuerda dividir Marruecos en dos áreas: la española al norte y la francesa al sur. España persigue dos objetivos en la colonización de Marruecos: asegurar Ceuta y Melilla y recuperar el prestigio de la corona y el ejército tras el desastre del 98. La primera insurrección, conocida como Guerra de Melilla, estalla en 1909 tras el ataque de las cábilas rebeldes a las explotaciones mineras españolas. La derrota obligó al gobierno de Maura a reclutar reservistas, lo que provocó la Semana Trágica de Barcelona. En 1912, el sultán marroquí admitió la formación de un protectorado franco-español, aumentando la resistencia local. En 1921, las tropas españolas, lideradas por Abd el-Krim, sufrieron una grave derrota en Annual. El desastre de Annual provocó la indignación de la opinión pública. Las reacciones militares al desastre, plasmadas en el Expediente Picasso, alertaron al general Primo de Rivera, quien dio un golpe de estado en 1923, archivó la investigación y restableció el conflicto del Rif tras el desembarco de Alhucemas en 1925.
La Primera Guerra Mundial y sus Consecuencias
España se declara neutral durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Sin embargo, partidos políticos, intelectuales y la opinión pública se dividieron entre germanófilos y aliadófilos. Los anarquistas se declaran neutrales. La guerra impulsó la economía española, aumentando la demanda en países beligerantes y con ello el desarrollo de la agricultura y la producción industrial. Los beneficios empresariales crecieron espectacularmente, mientras que los trabajadores perdieron poder adquisitivo. El malestar popular fue inevitable y acentuó la crisis social que se vivía. El descontento se mantuvo al finalizar la guerra.
La Crisis de 1917
- Crisis militar: La Revolución rusa en 1917 desencadenó una crisis militar en España. Oficiales de mando medio del Ejército crean las Juntas de Defensa para denunciar la falta de representatividad del turnismo y solicitar al Gobierno la convocatoria de Cortes para reformar la Constitución de 1876.
- Crisis política: La crisis militar se sumó a la crisis política ya existente, con un sistema parlamentario bloqueado y desacreditado.
- Crisis social: Ante el deterioro de las condiciones de vida de las clases obreras por la Primera Guerra Mundial, la UGT y la CNT convocaron una huelga general para reivindicar mejoras laborales y políticas.
La Restauración sobrevivió a la crisis de 1917, pero la situación se complicó por las crisis económicas que siguieron a la Primera Guerra Mundial y la Revolución Soviética. Se constituyeron gobiernos de concentración, pero la inestabilidad política y social persistió.
El Trienio Bolchevique (1919-1923)
El Trienio Bolchevique (1919-1923) intensificó las luchas sociales y la agitación campesina. En 1920 se crea el PCE (Partido Comunista Español). La violencia se recrudeció, con el lock-out patronal y la contratación de pistoleros para asesinar a dirigentes obreros y sindicales. Los anarquistas respondieron con atentados. En estos años son asesinados Salvador Seguí, líder anarquista, y Eduardo Dato. Se declaró el estado de guerra en varias ocasiones. Primo de Rivera aprovechó el descrédito de los partidos y la conflictividad social para dar un golpe de estado en septiembre de 1923, que liquidó definitivamente el sistema político de la Restauración.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
En septiembre de 1923, el general Primo de Rivera da un golpe de estado justificado como un intento regeneracionista para solucionar los problemas del país mediante una dictadura. Las causas del golpe fueron la inestabilidad política, la conflictividad social y los reveses militares en Marruecos. El golpe contó con el apoyo del Ejército y la aquiescencia de Alfonso XIII. Primo de Rivera se encargó de la formación de un nuevo gobierno.
El Directorio Militar (1923-1925)
- Compuesto exclusivamente por militares.
- Fin del sistema de la Restauración: cierre del Parlamento y suspensión de la Constitución de 1876.
- Se consigue el apoyo social gracias al restablecimiento del orden público, la legalización de la CNT y la prohibición de huelgas.
- Victoria en la Guerra de Marruecos: desembarco de Alhucemas en 1925. Se recuperan los territorios perdidos en el desastre de Annual y se pacifica el protectorado. Primo de Rivera encarga la defensa de Marruecos a los legionarios y regulares.
El Directorio Civil (1925-1930)
- Gobierno formado por civiles.
- Objetivos del Directorio:
- Paz social: creación de comités paritarios de patronos y trabajadores, intento de atraer a líderes socialistas.
- Prosperidad económica: política intervencionista basada en el proteccionismo arancelario. Aumento de la deuda pública.
- Institucionalización del régimen: creación del partido único Unión Patriótica y de la Asamblea Nacional Consultiva para elaborar una nueva Constitución.
- Aumento de la conflictividad a partir de 1928: reorganización de la oposición, aumento de la movilización obrera, división en el Ejército, revueltas universitarias lideradas por la FUE (Federación Universitaria Escolar).
El Final del Reinado de Alfonso XIII (1930-1931)
En 1930, ante la creciente oposición al régimen, Alfonso XIII fuerza la dimisión de Primo de Rivera y nombra al general Dámaso Berenguer. Su gobierno, conocido como «dictablanda», no es capaz de reconducir la conflictividad laboral ni la movilización de los partidos republicanos. Republicanos, nacionalistas y el PSOE firman el Pacto de San Sebastián para terminar con la monarquía. En los meses siguientes se producen acontecimientos como la asistencia masiva al mitin republicano-socialista en la plaza de toros de Madrid, sublevaciones militares y la publicación del artículo «El error Berenguer» de Ortega y Gasset. Berenguer dimite y es sustituido por el almirante Aznar, que convoca elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. Estas elecciones se convierten en un plebiscito contra la monarquía. El 14 de abril de 1931, tras el triunfo de los partidos republicanos en las ciudades, se proclama la Segunda República. Alfonso XIII parte al exilio y termina su reinado.
La Segunda República (1931-1939)
Tras la proclamación de la Segunda República, se forma un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora, compuesto por republicanos moderados, republicanos de izquierdas, socialistas, nacionalistas catalanes y nacionalistas gallegos. Se convocan elecciones a Cortes Constituyentes para elaborar una nueva Constitución. El sufragio universal masculino se amplía a las mujeres, que votan por primera vez en la historia de España. La Constitución de 1931 establece una República democrática de trabajadores, con amplios derechos y libertades. Se aprueba el sufragio femenino, el matrimonio civil y el divorcio. Se emprenden reformas en el Ejército, la agricultura, la educación y el trabajo. Sin embargo, la Segunda República se enfrenta a una fuerte oposición de la derecha, que considera las reformas inaceptables, y de la izquierda, que las considera insuficientes. La conflictividad social y política desemboca en la Guerra Civil (1936-1939), que pone fin a la Segunda República.