Crisis de la Restauración (1902-1931)
Alfonso XIII ascendió al trono en 1902, quedando España definida como una monarquía parlamentaria. El sistema bipartidista se mantuvo, pero con nuevos líderes: José Canalejas (liberal) y Antonio Maura (conservador). Mientras tanto, el pueblo exigía reformas y se intentó poner fin al caciquismo y al fraude electoral, aunque con escaso resultado.
A pesar del turnismo político, grupos de la oposición se fortalecieron y adquirieron protagonismo:
- Republicanos: Crearon la Coalición Republicano-Socialista, posteriormente el Partido Republicano Radical.
- Obrerismo: Se financió el socialismo, aunque años más tarde, algunos militares crearon el Partido Comunista de España.
- Nacionalismo: Consolidaron su ascenso electoral a través de la Lliga Regionalista en Cataluña y el Partido Nacionalista Vasco.
La incapacidad de los partidos dinásticos para democratizar el sistema, la inestabilidad política, la conflictividad social y la guerra en Marruecos provocaron tres grandes momentos de crisis:
- 1909: La Semana Trágica de Barcelona, provocada por el reclutamiento de soldados para la guerra de Marruecos.
- 1917: Crisis generalizada, huelga general obrera y petición autonómica de Cataluña.
- 1919-1923: Conflictividad social generalizada, teniendo como protagonista la violencia.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
El golpe de Estado comenzó a gestarse en 1921. El desastre de Annual, donde en la guerra de Marruecos murieron más de 10.000 soldados, apuntaba como responsables a los oficiales del ejército y al propio rey.
En 1923, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado bajo el apoyo real y de algunos sectores burgueses y conservadores. Este golpe quiso dar respuesta al desorden social y a la revolución social.
El nuevo régimen suspendió la Constitución, prohibió partidos políticos y sindicatos, disolvió las Cortes, recortó libertades y persiguió el nacionalismo vasco y catalán.
Impulsado por los «felices años 20», el régimen inició un programa de obra pública que reactivó la economía. No obstante, esto no acalló a la oposición.
La crisis económica de 1929 hizo perder la confianza del rey en el dictador y lo sustituyó por el general Berenguer. Además, se convocaron elecciones municipales el 12 de abril de 1931, regresando así a la normalidad constitucional.
La Segunda República (1931-1936)
El deseo de una República aumentó en las grandes ciudades, que querían un cambio político. Ante la nueva situación, el rey Alfonso XIII suspendió la potestad real y abandonó el país hacia el exilio.
El 14 de abril se proclamó la Segunda República, obteniendo la victoria por amplia mayoría. El nuevo gobierno surgido de las urnas, junto a Manuel Azaña, impulsaron y aprobaron una nueva Constitución.
La Constitución de 1931
Tenía un carácter democrático y progresista. Establecía los siguientes principios:
- Gobiernos autónomos
- Cortes, Consejo de Ministros y Presidente de la República
- Aconfesionalidad
- Derechos individuales y libertades públicas
Primeras Reformas (Bienio Reformista)
Tras la aprobación de la Constitución, Alcalá Zamora fue presidente de la República y Azaña siguió al frente del ejecutivo. Fue el llamado Bienio Reformista (1931-1933).
El gobierno centró sus primeras actuaciones en los problemas crónicos de la tierra de latifundistas y el atraso de la producción agraria. Una de sus medidas fue la expropiación de tierras para los campesinos y la construcción de escuelas rurales. Para apoyar estas medidas, se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA).
Además, la República emprendió otras reformas para modernizar el país y asentar el régimen republicano:
- Reforma del ejército
- Separación Iglesia-Estado
- Descentralización del Estado
- Impulso de la educación y la cultura
La reforma educativa se consideraba de vital importancia para las nuevas generaciones. Se crearon 13.000 escuelas y 30 institutos, con miles de puestos docentes, muchos de los cuales fueron ocupados por mujeres.
Oposición al Bienio Reformista:
- La Iglesia
- Los terratenientes
- El ejército
- Partidos hostiles a la República
- Sectores conservadores, unidos a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) liderada por Gil Robles
- UGT y CNT, que radicalizaron la revolución social
A mediados de 1932, el general Sanjurjo dio un golpe de estado. Los partidos de campesinos y obreros, decepcionados ante la lentitud de las reformas, también mostraron su descontento. Esta situación aumentó la división y Manuel Azaña dimitió, convocando elecciones en noviembre de 1933.
Bienio Conservador (1934-1936)
Las elecciones fueron ganadas por la derecha y el centro. Alejandro Lerroux, presidente del Partido Radical, fue elegido presidente del gobierno con el apoyo de la CEDA.
El nuevo gobierno paralizó las reformas anteriores (detuvo la reforma agraria, modificó la política religiosa y amnistió a los sublevados). En octubre de 1934, la entrada de ministros de la CEDA en el gobierno provocó un rechazo entre la izquierda, que temía el totalitarismo fascista que se estaba produciendo en Europa. Este movimiento en contra del gobierno se desarrolló con más fuerza en Asturias y Cataluña.
Tras estos sucesos, las diferencias entre el Partido Radical y la CEDA aumentaron. Además, algunos ministros radicales se vieron envueltos en casos de corrupción, provocando que el presidente de la República convocara elecciones para febrero de 1936.
Frente Popular (1936)
Los partidos de izquierda formaron un Frente Popular. Los partidos de centro y derecha se unieron en coalición. Su programa era continuar con la política contrarreformista y modificar la Constitución.
La victoria electoral fue del Frente Popular. Azaña fue elegido presidente de la República y Santiago Casares Quiroga, jefe de un gobierno que se propuso:
- Retomar las reformas, en particular la agraria
- Amnistiar a los condenados
- Restaurar la Generalitat en Cataluña
- Enviar a militares sospechosos de preparar un golpe de estado a destinos lejanos
El triunfo del Frente Popular fue mal recibido por los conservadores. Algunos sindicatos y grupos de izquierdas defendieron la conveniencia de impulsar un proceso de revolución social.
Golpe de Estado (Julio de 1936)
El 13 de julio fue asesinado José Calvo Sotelo, un diputado monárquico, en represalia por la muerte del teniente José Castillo.
Militares opuestos a la República establecieron contacto con grupos de extrema derecha para organizar un golpe de Estado. El golpe se inició el 17 de julio de 1936 por Franco en Canarias y el Protectorado español de Marruecos, y el 18 de julio se extendió a la península.
La insurrección fracasó en gran parte de España gracias a la resistencia popular y de los cuerpos policiales, ya que un sector del ejército se mantuvo leal a la República. El país quedó dividido en dos, abocando a los españoles a enfrentarse en una guerra civil.
La Guerra Civil (1936-1939)
Bando Sublevado
Todos sus esfuerzos fueron para lograr la victoria militar y organizar un estado sin democracia. Tras algunos titubeos, la Junta de Defensa Nacional nombró a Franco Generalísimo y jefe del gobierno. En enero de 1938 se creó en Burgos el primer gobierno de los sublevados. Las principales medidas de este gobierno fueron:
- Prohibición de partidos y sindicatos
- Supresión de la Constitución y los estatutos de autonomía
- Catolicismo como religión oficial del Estado
- Anulación de las reformas republicanas
Falange Española Tradicionalista y de las JONS se convirtió en el partido único, del que Franco fue el jefe nacional.
Bando Republicano
La República contaba con el apoyo de republicanos moderados, reformistas, socialistas, comunistas y anarquistas. El sector de izquierdas quiso aprovechar su fuerza para impulsar una revolución social. Para imponer un nuevo orden revolucionario se crearon comités obreros. Estos comités ocuparon fábricas y confiscaron la tierra de los latifundistas para repartirla a los campesinos. Igualmente, se desató un anticlericalismo: todo símbolo de la aristocracia, burgués o religioso fue perseguido como enemigo.
Entre septiembre y noviembre de 1936 se formó un nuevo gobierno presidido por Largo Caballero que intentó acabar con la represión incontrolada.
Etapas de la Guerra
Batalla de Madrid (Julio 1936 – Marzo 1937)
El bando sublevado avanzó por Andalucía, Toledo y Extremadura, llegando a las puertas de Madrid en noviembre de 1936. Ante este suceso, el gobierno republicano se trasladó a Valencia.
En la batalla de Madrid, los republicanos resistieron el ataque. Los sublevados intentaron ocupar sin éxito Madrid, y Franco decidió abandonar este frente y avanzar en otras regiones.
Batalla del Norte (Abril 1937 – Diciembre 1937)
Durante estos meses, el ejército franquista atacó las ciudades más importantes de la costa cantábrica. El punto de inflexión fue el 26 de abril de 1937, cuando la Legión Cóndor alemana bombardeó Guernica. El País Vasco y su producción minera cayeron en manos de los sublevados.
Los republicanos intentaron frenar la ofensiva del norte con ofensivas en Madrid y Belchite (Zaragoza), pero no impidieron la caída de Cantabria y Asturias.
Batalla del Ebro y Fin de la Guerra (Enero 1938 – Abril 1939)
En febrero de 1938, los sublevados conquistaron Teruel (Aragón) y llegaron al Mediterráneo.
Para detener el avance sublevado, los republicanos concentraron toda su fuerza en la batalla del Ebro. En esta batalla, el ejército republicano fue derrotado y tuvo que retroceder ante el bando sublevado.
A finales de 1938 y principios de 1939, los franquistas ocuparon Cataluña, Madrid y la zona centro. El resto de ciudades fueron ocupadas en los siguientes meses.
En abril de 1939 finalizó el conflicto con la victoria de Franco.
Consecuencias de la Guerra
- Demográficas: Se calcula que durante la guerra civil el número de muertos superó las 400.000 personas.
- Económicas: La destrucción de infraestructuras resultó muy costosa de reconstruir. La producción agraria e industrial también se debilitó.
- Políticas: Se destruyó la democracia y se impuso la dictadura militar franquista, que privó a los españoles de derechos y libertades durante casi 40 años.
- Sociales: La división entre el bando sublevado y el republicano se mantuvo durante todo el franquismo.