Crisis demográfica
Durante los siglos XI al XIII la población de los reinos cristianos había crecido, pero en el siglo XIV sufrió una aguda crisis. La causa directa fue la aparición y desarrollo de la peste negra (1348) que coincidió con catástrofes meteorológicas, ruina de cosechas que provocan hambre y desnutrición y el aumento de la mortalidad. A esto se suma las guerras civiles y la violencia feudal.
El descenso demográfico fue continuo hasta alcanzar los mínimos a comienzos del siglo XV cuando se inició una lenta recuperación. La crisis fue especialmente grave en la Corona de Aragón y dentro de ella en Cataluña que no llegó a recuperarse plenamente.
Crisis económica
Castilla. Se despoblaron muchas zonas y desaparecieron numerosas aldeas. Las rentas señoriales cayeron por la disminución de la población y, por lo tanto, de la producción y los censos recaudados. La ganadería ovina trashumante se consolidó tras las conquistas del siglo XIII y quedó regulada en 1273 cuando Alfonso X creó el Honrado Concejo de la Mesta y le concedió numerosos privilegios. La lana junto con el hierro, el vino y el aceite fueron la base del florecimiento comercial castellano durante los siglos XIV y XV.
Aragón. La crisis demográfica del siglo XIV provocó un proceso de señorialización, ya que los señores intentaron compensar la pérdida de rentas y mano de obra aumentando el peso de los derechos señoriales sobre los campesinos. La actividad comercial se basó en la artesanía textil centrada en Barcelona y la de seda y lana en Valencia.
Tensiones sociales
La crisis demográfica y económica de fines de la Edad Media se acompaña de una agudización de la conflictividad social. Revueltas campesinas y movimientos populares urbanos estallan en todo el Occidente europeo, también en los reinos peninsulares.
Resistencia campesina antiseñorial o anticoncejil. Desde finales del siglo XIII surge un movimiento que asocia en “hermandades” a campesinos y trabajadores urbanos de villas y comarcas, para defenderse de los abusos de los señores locales y del patriciado urbano, se trata de una solidaridad antiseñorial de los humildes contra los poderosos. Las guerras irmandiñas en Galicia (1467-1470).
Marginación y persecución de las minorías religiosas
Hasta el siglo XIII, mudéjares (musulmanes en los reinos cristianos) y judíos conservaban sus prácticas religiosas, leyes y jueces propios y gozaban de cierta autonomía, bajo la protección directa de los reyes y de la alta nobleza.
A partir de siglo XIV comienza a difundirse tanto en Castilla como en los reinos de la Corona de Aragón un antijudaismo violento favorecido por el miedo a la crisis y a las epidemias. En 1391 se propagan “pogroms”, estallidos violentos en los que el pueblo asaltaba las juderías, dedicándose al pillaje y asesinato de sus moradores.
Tensiones políticas
Castilla. En 1350 accedió al trono Pedro I, que pretendió afianzar el poder real a lo que se opusieron los nobles dirigidos por el hermano bastardo del rey: Enrique de Trastámara.
Aragón. En 1410 murió Martín el Humano sin descendencia por lo que se reunieron en Caspe compromisarios de los tres reinos y eligieron rey a Fernando I de la casa de Trastámara en 1412. A mediados del XV y bajo el reinado de Juan II (hijo de Fdo de Antequera), estallará una guerra civil, que enfrentará al monarca contra los nobles y el clero.