1. Cofradías-Gremios en la Baja Edad Media (s. XI-XV)
Contexto de las Relaciones Laborales
En la Edad Media, las relaciones laborales no se basaban en un contrato de trabajo como lo entendemos hoy, sino que eran de carácter personal. En este contexto, es importante distinguir entre cofradías y gremios, aunque a menudo se confunden. Las cofradías eran instituciones religiosas vinculadas a la Iglesia, mientras que los gremios estaban regulados por el ayuntamiento o el estado. Ambos tipos de organizaciones atendían a la misma población, pero con funciones diferentes.
Origen y Desarrollo de Cofradías y Gremios
Las cofradías surgieron primero, alrededor del siglo XII, impulsadas por las órdenes mendicantes provenientes de Italia. Se organizaban en torno a un oficio específico y su objetivo principal era atender las necesidades religiosas y sociales de sus miembros, tanto vivos como muertos. Los gremios, por otro lado, aparecieron entre los siglos XII y XIII con el fin de controlar el sistema fiscal y regular las actividades económicas.
Importancia de las Cofradías en la Sociedad Medieval
Las cofradías desempeñaron un papel crucial en las ciudades de la Edad Media. Participaban en el gobierno local, la defensa, la producción, la organización de festividades religiosas y la asistencia social. De hecho, la sociedad medieval se estructuraba en gran medida alrededor de estas corporaciones.
Organización Interna de las Cofradías
Las cofradías contaban con una estructura organizativa bien definida:
- Órgano permanente (elegido cada 1 o 2 años):
- Presidente: Representaba a la cofradía.
- Consejo de Gobierno: Asesoraba al presidente.
- Senado: Formado por los maestros de cada oficio.
- Talleres: Compuestos por maestros, oficiales y aprendices. Los maestros representaban los intereses del conjunto de la cofradía en el Senado.
El Senado tenía un poder significativo, ya que las decisiones se tomaban por mayoría, lo que representaba un sistema relativamente democrático en una sociedad feudal. Además, el ejército del monarca podía depender en ocasiones de las cofradías para reclutar soldados y obtener recursos.
Las Cofradías Gremiales: Dominio en la Baja Edad Media
En la Baja Edad Media, la línea entre cofradía y gremio se difuminó, dando lugar a las»cofradías gremiale». Estas entidades se convirtieron en el verdadero sujeto de la ciudad, dominando la vida social y económica. Las cofradías gremiales unían el trabajo con la festividad, lo humano con lo divino, lo justo con lo caritativo, y proporcionaban una importante red de asistencia social. Además, fomentaron un espíritu democrático y ciudadano dentro de un sistema político dominado por monarquías autoritarias.
2. Separación de Cofradías y Gremios en la Edad Moderna
Cambio en las Relaciones y Progresiva Separación
Durante la Edad Moderna, la relación entre cofradías y gremios experimentó un cambio significativo. Se produjo una progresiva separación, donde las cofradías se centraron en aspectos religiosos y devocionales, mientras que los gremios se enfocaron en la producción y el comercio.
Triunfo de la Cofradía Devocional en el Mundo Rural
En el ámbito rural, las cofradías devocionales experimentaron un gran auge. En España, entre 1460 y 1590, se fundaron alrededor de 1600 cofradías, impulsadas en parte por el Concilio de Trento. Estas cofradías se caracterizaron por promover la devoción hacia figuras religiosas universales.
Transformación de las Cofradías: De la Protección Personal a la Relación Contractual
Con el tiempo, las cofradías, especialmente las piadosas y asistenciales, fueron modificando su funcionamiento. Si bien inicialmente actuaban como un sistema de protección social basado en la solidaridad, las relaciones internas se fueron monetizando. Esto significó una pérdida del carácter personal de la protección, que pasó a ser más contractual.
Declive de las Cofradías en el Siglo XVIII
En el siglo XVIII, el pensamiento ilustrado y las políticas centralizadoras de los monarcas absolutos llevaron al declive de las cofradías. En España, el Proyecto de Campomanes de 1763 impulsó una ofensiva contra estas instituciones, buscando que el Estado asumiera sus funciones sociales y se apropiara de sus bienes. Finalmente, en 1775, el rey Carlos III decretó la disolución de las cofradías. Sin embargo, el Estado no fue capaz de reemplazar la red de protección social que estas habían tejido durante siglos.
Consecuencias de la Desaparición de las Cofradías
La desaparición de las cofradías tuvo consecuencias sociales negativas. Se generó un vacío en la protección social que contribuyó a las revoluciones del proletariado en el siglo XIX. Además, se produjo una división más marcada en las ciudades entre el centro, habitado por la burguesía acomodada, y la periferia, donde se concentraban las masas obreras.
Evolución de los Gremios en la Edad Moderna
Los gremios, por su parte, tuvieron una trayectoria paralela a las cofradías. Durante la Edad Moderna, continuaron regulando las actividades económicas y manteniendo su estructura interna. Sin embargo, con la llegada del liberalismo en el siglo XIX, fueron finalmente disueltos en la mayoría de los países.
Causas de la Caída de los Gremios
Diversos factores contribuyeron a la caída de los gremios:
- Control estatal de la actividad laboral: Los estados liberales buscaban controlar la economía y establecer sistemas fiscales más eficientes.
- Carácter democrático: Su funcionamiento democrático resultaba incómodo para los regímenes absolutistas.
- Críticas de la Ilustración: Los ilustrados criticaban a los gremios por considerarlos sociedades cerradas que limitaban la libertad económica. Sin embargo, los gremios habían sido un importante mecanismo de promoción e integración social durante siglos.
3. Concepción del Matrimonio en las Élites e Iglesia
Política Matrimonial de los Reyes Católicos
La política matrimonial de los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, ilustra la importancia del matrimonio como herramienta de poder en la Edad Moderna. Su objetivo principal era consolidar la unidad política de la península ibérica y aislar a Francia. Para ello, concertaron matrimonios estratégicos para sus hijos: Isabel, Juan, Juana y Catalina.
Intereses del Linaje vs. Sacramento Matrimonial
La concepción del matrimonio en las élites estaba subordinada a los intereses del linaje. Los matrimonios se concertaban para fortalecer alianzas, expandir territorios o asegurar la sucesión dinástica. El amor romántico o los deseos individuales de los contrayentes eran secundarios.
La Iglesia, por otro lado, consideraba el matrimonio como un sacramento y un contrato. Como sacramento, otorgaba gracia a los contrayentes y simbolizaba la unión de Cristo con la Iglesia. Como contrato, requería el consentimiento mutuo de las partes. La Iglesia reconocía la legitimidad de la desobediencia a los padres en caso de que estos obligaran a sus hijos a contraer matrimonio contra su voluntad.
Consecuencias de la Concepción Contractual del Matrimonio
La concepción contractual del matrimonio otorgaba a los hijos mayor libertad para elegir con quién casarse, lo que podía desafiar las estrategias matrimoniales de la nobleza. En respuesta, se implementaron mecanismos como la posibilidad de desheredar a los hijos que contrajeran matrimonio sin el consentimiento paterno.
La importancia del contrato matrimonial en Occidente sentó un precedente para el respeto y cumplimiento de los contratos en general. El matrimonio, al ser considerado un contrato sagrado, contribuyó a la idea de que los acuerdos debían ser respetados.
El Matrimonio como Sacramento Religioso
El carácter sacramental del matrimonio implicaba que este era una realidad sagrada que otorgaba gracia a los contrayentes. En todas las religiones, el matrimonio suele ir acompañado de un rito religioso que simboliza la unión sagrada de la pareja.