Ascenso del Fascismo en Italia
El Ascenso de Mussolini
Benito Mussolini aprovechó el descontento social y económico en la Italia de la posguerra para formar fuerzas paramilitares. Estas fuerzas, compuestas por jóvenes de la burguesía y excombatientes, actuaron con violencia contra organizaciones de izquierda a partir de 1919. Sus brutales palizas y asesinatos quedaban impunes gracias a la simpatía de las autoridades y el apoyo de algunos empresarios aterrorizados por las huelgas.
En noviembre de 1921, Mussolini fundó el Partido Nacional Fascista, que rápidamente alcanzó los 700.000 afiliados. El partido se caracterizaba por un programa populista en lo social, pero defensor de la propiedad privada y fuertemente nacionalista y militarista. Además, adoptó una simbología propia que contribuyó a su identidad.
En agosto de 1922, los fascistas lograron abortar una huelga general convocada por las organizaciones de izquierda, lo que aumentó su popularidad. En octubre del mismo año, organizaron un golpe de Estado encubierto, conocido como la marcha sobre Roma. Esta serie de manifestaciones y actos de fuerza culminaron con el rey Víctor Manuel III, presionado por diversos sectores, encargando a Mussolini la formación de un nuevo gobierno.
Camino al Totalitarismo en Alemania
Hitler y la Consolidación del Poder Nazi
Tras su nombramiento como canciller en 1933, Adolf Hitler estableció un régimen totalitario en Alemania en un plazo extraordinariamente breve.
En febrero de 1933, Hitler promulgó un decreto que limitaba el derecho de reunión y la libertad de prensa. Como resultado, 16 periódicos socialistas y comunistas fueron clausurados, y la sede del Partido Comunista fue ocupada por las fuerzas policiales.
El incendio del edificio del parlamento alemán (Reichstag) el 27 de febrero de 1933, atribuido sin pruebas a los comunistas, sirvió de pretexto para desencadenar una persecución violenta contra sus militantes. Se promulgó un nuevo decreto que suprimía los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución.
En este ambiente de represión e intimidación, las elecciones de marzo de 1933, ya sin garantías democráticas, dieron un nuevo triunfo al partido nazi, que alcanzó los 288 diputados, aunque no la mayoría absoluta. Tras un acuerdo con los nacionalistas y el Partido de Centro Católico, Hitler aprobó una ley de plenos poderes que le facultaba para gobernar durante cuatro años al margen del Parlamento y para anular el contenido de la Constitución.
El Régimen Estalinista en la URSS
La Era de Stalin
El gobierno de Stalin, desde 1927 hasta su muerte, marcó un antes y un después en la Unión Soviética. El estalinismo se centró en consolidar la revolución en la URSS antes de exportarla a otros países. Sus características principales fueron:
Centralización Política y Control Social
- Implantación de una dictadura férreamente centralista, con Stalin como figura central. Se instauró un culto a su persona y se recurrió a la represión, el control ideológico y la violencia para controlar a la sociedad.
- Transformación del Partido Comunista en una entidad monolítica y clientelar, fusionada con el Estado. Se potenció la burocracia y la nomenclatura, una élite que se situaba por encima de la sociedad, a pesar de la supuesta igualdad de clases.
- Impulso de un proyecto de desarrollo económico que transformó a la URSS en una potencia mundial.
En 1936, una nueva Constitución, basada en la de 1923, definió a la URSS como un estado socialista de obreros y campesinos. Aunque formalmente reconocía derechos y libertades, en realidad se convirtió en un estado policial donde la represión era una práctica común para mantener el poder de Stalin y la nomenclatura.