Fin del Zarismo
Rusia mantenía una monarquía absolutista. El monarca, el Zar, concentraba en sus manos el poder supremo del estado y lo ejercía sin límites. La economía seguía siendo fundamentalmente agraria, aunque la industrialización se había iniciado. Desde los últimos años del siglo XIX existían distintas fuerzas políticas opuestas al zarismo: había partidos burgueses, campesinos y obreros revolucionarios.
Revolución de 1905
En 1905, el ejército zarista fue derrotado por tropas japonesas en una guerra motivada por los intentos de expansión de Rusia. Inmediatamente se produjeron disturbios provocados tanto por el descontento que causó la derrota como por la crisis económica. El punto álgido de la revolución (9 de enero) llegó cuando las masas populares se dirigieron al Palacio de Invierno en San Petersburgo, residencia del Zar, para hacerle llegar peticiones. Los manifestantes no querían destruir el zarismo, sino denunciar el mal gobierno y forzar el inicio de reformas políticas. Pero la respuesta de las autoridades fue violenta, lo que causó muertes y heridos (Domingo Sangriento). La oleada duró varios meses. Los campesinos y obreros se organizaron en soviets (asambleas populares), creando un modelo de organización. El Zar se vio obligado a hacer algunas concesiones que se recogieron en el Manifiesto Imperial (emitido en octubre de 1905). La principal fue la elección por sufragio universal de la Duma.
Revolución de Febrero de 1917
En 1914, Rusia entró en la Primera Guerra Mundial. Las derrotas militares y el desabastecimiento en la retaguardia crearon malestar, que provocó huelgas y manifestaciones reprimidas con dureza. La represión favoreció la unión de la oposición al Zar. La Revolución de 1917 comenzó tras una manifestación en San Petersburgo (huelga general) que produjo motines en los cuarteles, y las tropas se negaron a disparar contra los huelguistas. Los soviets llegaron a tener propias milicias (Guardia Roja).
Revolución de Octubre de 1917
El protagonismo de los soviets fue en aumento y organizaron su primer congreso en junio. Lenin, líder bolchevique, dio un golpe de estado del sector del ejército más conservador. En la noche del 24 de octubre, los soviets, controlados por los bolcheviques, se apoderaron de los puntos estratégicos de la capital. La caída del gobierno se consumó tras el asalto al Palacio de Invierno el día 25. El gobierno negoció la salida de la guerra (Tratado de Brest-Litovsk, firmado el 3 de marzo de 1918) y decretó el reparto de tierra a los campesinos pobres sin indemnización para los antiguos propietarios.
Guerra Civil y Comunismo de Guerra
Los partidos del zarismo y defensores del sistema político liberal intentaron acabar con la revolución. Rusia quedó dividida y enfrentada en dos bandos: los partidarios de la contrarrevolución (crearon el Ejército Blanco) y los bolcheviques, que crearon el Ejército Rojo. La contrarrevolución contó con la ayuda de potencias extranjeras que se oponían al nuevo régimen político por temor a que se imitara en otros países. Para abastecer al frente y a las ciudades durante la guerra, el gobierno adoptó una política económica que se conoció como «Comunismo de Guerra». Esta se basaba en la nacionalización de la industria, la colectivización del campo y las requisas de grano a los campesinos. Este periodo fue muy duro y murieron muchos rusos, no solo por la violencia, sino también por el hambre y el frío.
Nueva Política Económica (NEP)
La revolución había logrado sobrevivir, pero a costa de la pérdida de materiales y vidas humanas. En 1921 se implantó la Nueva Política Económica (NEP) con el objetivo de reconstruir la maltrecha economía. Se dejó a los campesinos cultivar y vender libremente, se autorizó el comercio interior y se permitió la propiedad privada de empresas. El estado mantuvo el transporte, el comercio exterior, la banca y las grandes empresas. Esto provocó un crecimiento económico.
URSS
En 1922 nació la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (federación de repúblicas). Se trataba de un estado plurinacional y multiétnico.
Constitución
- Las repúblicas tenían autonomía en política interna.
- El órgano supremo legislativo era el Soviet Supremo (elegido por los soviets de las repúblicas), pero en realidad era controlado por el partido único (PCUS).
- Órgano principal: Comité Central, dirigido por el Secretario General.
Ascenso de Stalin
Se fue imponiendo Stalin, que había sido nombrado Secretario General del PCUS en 1922. Stalin defendía que había que abandonar la idea de la revolución mundial por la del socialismo en un solo país (concentrar todos los esfuerzos en fortalecer la revolución en la URSS). Stalin acaparó todos los poderes, instaurando una dictadura personal (culto a la personalidad, refuerzo del poder del Partido Comunista, terror, «purgas», donde fueron célebres los Juicios de Moscú).
Economía Planificada
Se creó el Gosplán (órgano encargado del diseño y preparación del plan; cada plan duraba 5 años, por eso se llaman «planes quinquenales»), donde se fijaban objetivos económicos. El objetivo de los planes era sacar a la Unión Soviética del atraso económico, alcanzar el desarrollo industrial y hacerla autosuficiente desde el punto de vista agrícola y militar. Desapareció la propiedad privada. El primer plan estableció la colectivización de la tierra. La colectivización agraria se organizó a través de los koljoses (grandes granjas en régimen de cooperativa) y los sovjoses (granjas estatales que utilizaban mano de obra asalariada). La política económica estalinista dio prioridad a la industria pesada y a la producción de energía. Los resultados de los planes fueron espectaculares y la URSS se convirtió en una potencia industrial, pero originó desequilibrios económicos porque se potenció en exceso la fabricación de bienes de equipo y se descuidó la de bienes de consumo.