1. Las Reformas Inmediatas: Educación y Ejército
Con el objetivo de convocar Cortes Constituyentes, el gobierno de la Segunda República Española se enfocó en implementar una serie de reformas inmediatas durante sus primeros meses.
Reforma Educativa
En el ámbito educativo, el objetivo principal era erradicar el analfabetismo y promover la enseñanza laica. Se estableció el principio de la coeducación y la no obligatoriedad de la enseñanza de la religión. Estas medidas fueron percibidas como un ataque por parte de la Iglesia Católica y sectores conservadores.
Reforma del Ejército
La reforma del ejército, emprendida por el ministro de guerra Manuel Azaña, buscaba modernizar y optimizar las fuerzas armadas. Se redujo el número de oficiales y se estableció la primacía del poder civil sobre el militar. Un decreto obligó a los militares a jurar fidelidad a la República, mientras que el decreto de «retiros» ofreció a los oficiales la posibilidad de retirarse voluntariamente conservando su sueldo íntegro. Estas medidas generaron rechazo en parte de la oficialidad y sectores conservadores, que iniciaron una campaña de desprestigio contra el nuevo régimen.
2. La Constitución de 1931
En 1931, las Cortes Constituyentes aprobaron la primera constitución republicana en la historia de España. Este documento, fruto del compromiso entre socialistas y republicanos de izquierda, establecía una República democrática y no confesional donde la soberanía residía en el pueblo.
La Constitución de 1931 recogía un amplio catálogo de derechos y libertades:
- Sufragio universal, incluyendo el voto femenino.
- Matrimonio civil y divorcio.
- Educación primaria obligatoria y gratuita.
- Libertad de expresión, reunión y asociación.
Si bien se reconocía la propiedad privada, la riqueza del país quedaba subordinada a los intereses generales. Se estableció la posibilidad de expropiación de la propiedad privada por utilidad social, mediante el pago de una indemnización. También se abrió la puerta a la nacionalización de algunos sectores estratégicos de la economía.
División de Poderes
La Constitución de 1931 establecía una clara división de poderes:
- Poder Legislativo: Cortes unicamerales con capacidad legislativa y de control político sobre el gobierno, incluyendo la posibilidad de destituir al presidente del gobierno.
- Poder Ejecutivo: Ejercido por el presidente de la República, responsable de nombrar y destituir al presidente del gobierno, promulgar leyes y disolver las Cortes.
- Poder Judicial: Basado en la autonomía e independencia de los tribunales. Se introdujo el jurado popular y se creó el Tribunal de Garantías Constitucionales para velar por la constitucionalidad de las leyes y resolver conflictos entre el Estado y las regiones autónomas.
Estado Laico y Autonomía Regional
La Constitución de 1931 declaraba la no confesionalidad del Estado y la libertad de culto, estableciendo la separación Iglesia-Estado. Se eliminó la financiación estatal de la Iglesia Católica y se prohibió a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza, el comercio y la industria.
Asimismo, se estableció la posibilidad de que varias provincias con características históricas y culturales comunes pudieran constituirse en regiones autónomas. Cada Estatuto de Autonomía debía ser aprobado por las Cortes Generales.
3. La República y la Crisis Económica Mundial
La proclamación de la Segunda República coincidió con la crisis económica mundial de 1929. Si bien sus efectos fueron menores que en otros países europeos, la crisis impactó negativamente en el comercio exterior español. Sectores como la agricultura de exportación y la minería se vieron especialmente afectados.
Las dificultades económicas más graves se debieron a problemas estructurales de la economía española, como la falta de inversión y la baja competitividad de la producción. La política económica, basada en el liberalismo clásico, buscaba mantener un presupuesto equilibrado y una moneda fuerte. Sin embargo, las reformas emprendidas aumentaron el gasto público en un contexto de escasez de recursos.
La mala situación económica intensificó la conflictividad social y dificultó la aplicación de las reformas.
4. El Bienio Reformista (1931-1933): Reformas Laborales
Durante el gobierno presidido por Manuel Azaña, el ministro de Trabajo Largo Caballero, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), impulsó una serie de reformas sociales y laborales:
- Ley de Contratos de Trabajo: Regulaba los convenios colectivos en aspectos como la jornada laboral, el trabajo de mujeres y niños, estableciendo la obligatoriedad de contratos escritos con una duración mínima de dos años.
- Ley de Jurados Mixtos: Creaba jurados paritarios compuestos por obreros y patronos con funciones de conciliación y arbitraje en materia laboral. Estos jurados tenían amplias facultades para establecer condiciones de trabajo, salarios y despidos.
- Ley de Asociaciones Obreras: Regulaba el derecho de sindicación y la actividad de los sindicatos.
5. El Estatuto de Autonomía de Cataluña
Cataluña fue la primera región en iniciar el proceso autonómico durante la Segunda República. Impulsado por Esquerra Republicana de Catalunya, que había desplazado a la Lliga Regionalista en el panorama político catalán, se elaboró el Estatuto de Núria. Tras su aprobación en referéndum, el Estatuto fue recortado en las Cortes Generales, donde la intervención de Azaña y el clima de consenso generado tras el fracaso del golpe de Estado del general Sanjurjo facilitaron su aprobación final.
El Estatuto de Autonomía de Cataluña otorgaba a la Generalitat de Catalunya competencias exclusivas en materia de derecho civil, régimen administrativo, orden público, educación, sanidad y servicios sociales. También se le otorgaron competencias compartidas en materia de transportes, orden público y hacienda.
6. Los Sucesos de Casas Viejas
En enero de 1933, en la localidad gaditana de Casas Viejas, se produjo un enfrentamiento entre campesinos afiliados a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la Guardia Civil y la Guardia de Asalto. Durante la represión del levantamiento campesino, las fuerzas del orden público asesinaron a varios campesinos, lo que provocó una fuerte conmoción social y una crisis política para el gobierno republicano-socialista. La oposición de derechas exigió responsabilidades políticas a Azaña, a quien acusaron de la masacre.
7. El Frente Popular: La Victoria Electoral de la Izquierda
En las elecciones generales de febrero de 1936, la coalición de izquierdas conocida como Frente Popular, formada por partidos republicanos, socialistas, comunistas y otros grupos de izquierda, obtuvo una victoria electoral frente a la coalición de derechas. El nuevo gobierno, presidido por el republicano de izquierda Manuel Azaña, se propuso reanudar las reformas interrumpidas durante el bienio conservador.
8. El Golpe de Estado Militar y el Inicio de la Guerra Civil
La victoria del Frente Popular agudizó la polarización política y social en España. Sectores del ejército, en connivencia con grupos monárquicos, fascistas y de la derecha católica, comenzaron a conspirar para derrocar al gobierno legítimo. El general Emilio Mola fue uno de los principales organizadores de la conspiración militar, que contaba con el apoyo del general Francisco Franco.
El golpe de Estado se inició el 17 de julio de 1936 en el Protectorado español de Marruecos y se extendió rápidamente a la península ibérica. El fracaso de la sublevación en las principales ciudades provocó el estallido de una Guerra Civil que duraría tres años (1936-1939).
9. Requetés y Falange Española: Organizaciones Paramilitares
Durante la Guerra Civil Española, dos organizaciones paramilitares tuvieron un papel destacado en el bando sublevado:
- Requetés: Organización paramilitar carlista, de carácter antiliberal y tradicionalista, que defendía la restauración monárquica en la figura de Javier de Borbón-Parma y la defensa de la religión católica. Surgidos a principios del siglo XX, los Requetés tuvieron una participación activa en la Guerra Civil junto al bando franquista.
- Falange Española de las JONS: Partido político y movimiento de inspiración fascista fundado por José Antonio Primo de Rivera en 1933. La Falange Española defendía un nacionalismo español centralista, un corporativismo inspirado en el fascismo italiano y la instauración de un Estado autoritario. En 1934 se fusionó con las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS), lideradas por Ramiro Ledesma Ramos y Onésimo Redondo. Durante la Guerra Civil, la Falange Española se convirtió en el principal partido del bando franquista.
10. La Reforma Agraria del Bienio Reformista
La reforma agraria fue una de las reformas más ambiciosas del bienio reformista (1931-1933). El objetivo principal era modernizar la agricultura española, caracterizada por un atraso técnico, una baja productividad y una estructura de la propiedad muy desigual, con el predominio de latifundios en el sur y minifundios en el norte.
La Ley de Reforma Agraria de septiembre de 1932, impulsada por el ministro de Agricultura Marcelino Domingo, tenía como objetivo expropiar tierras a los grandes propietarios para su posterior reparto entre campesinos sin tierras o con tierras insuficientes. La ley establecía que las expropiaciones se realizarían mediante el pago de una indemnización a los propietarios afectados. La aplicación de la reforma agraria fue lenta y compleja, lo que generó tensiones sociales en el campo español.
11. La Revolución de Octubre de 1934
La Revolución de Octubre de 1934 fue una insurrección obrera que tuvo lugar en varias regiones de España en respuesta a la entrada de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), partido católico y conservador, en el gobierno de la República. La revolución estuvo motivada por el temor de las organizaciones obreras a que la CEDA, liderada por José María Gil-Robles, llevara a cabo una política reaccionaria que acabara con las reformas del bienio reformista.
La revolución tuvo especial virulencia en Asturias, donde se proclamó la Revolución Socialista y se estableció un gobierno revolucionario. La respuesta del gobierno republicano, liderado por el radical Alejandro Lerroux, fue contundente. Se declaró el estado de guerra y se envió al ejército, bajo el mando del general Francisco Franco, para sofocar la rebelión. La represión de la Revolución de Octubre fue brutal, con miles de muertos, heridos y encarcelados.
12. El Estatuto Vasco
El Estatuto Vasco fue el proyecto de estatuto de autonomía para las provincias vascas de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. El proyecto, impulsado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), buscaba dotar al País Vasco de un autogobierno dentro del Estado español. El Estatuto Vasco fue aprobado en referéndum en noviembre de 1933, pero su tramitación en las Cortes Generales se vio interrumpida por el estallido de la Guerra Civil en julio de 1936. Finalmente, el Estatuto Vasco fue aprobado en octubre de 1936, en plena Guerra Civil, por el gobierno republicano.