La Segunda República Española
Su advenimiento
No podemos hablar de la llegada de la Segunda República española sin hacer referencia al Pacto de San Sebastián, firmado en agosto de 1930 por republicanos, nacionalistas y también socialistas, para propiciar la llegada de un régimen republicano a España.
Por otra parte, aunque en las elecciones municipales convocadas por Aznar para el 12 de abril de 1931 los monárquicos obtuvieron mayoría de concejales por el control que los caciques ejercían en las zonas rurales, el triunfo de la coalición republicano-socialista en las grandes ciudades mostró la falta de apoyo a la monarquía.
Ello sin olvidar que ni el ejército ni la Guardia Civil apoyarán ya al rey.
Así, la proclamación de la república se hizo de manera popular, de forma pacífica y en un ambiente festivo.
El 14 de abril de 1931 Niceto Alcalá Zamora proclamó en Madrid la II República española y exigió al rey que abandonara el país. El Comité Revolucionario creado por el Pacto de San Sebastián pasó a ser el Gobierno Provisional.
Los partidos y tendencias políticas que se movían en la escena política española en aquel momento eran los siguientes:
- Fascistas (JONS y Falange Española)
- Derechas (Carlistas, Renovación Española, con José Calvo Sotelo, Ramiro de Maeztu o José Mª Pemán)
- CEDA de Gil Robles
- Centro (Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux)
- Izquierdas (Partido Radical Socialista de Marcelino Domingo; Acción Republicana de Manuel Azaña)
- Grupos proletarios PSOE, PCE, anarquistas
- Partidos nacionalistas y regionalistas Ezquerra republicana de Cataluña, de Francesc Maciá y Companys; Lliga catalana de Cambó, y PNV y Partido Galeguista.
El Gobierno Provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes de una sola cámara, después de publicar un decreto modificando la ley electoral vigente (de 1907): se quiso así acabar con las prácticas fraudulentas del sistema caciquil.
La coalición de republicanos y socialistas obtuvo una mayoría aplastante: casi el 90% del Parlamento.
La Constitución de 1931
Sus principios más destacados fueron:
- Reconocimiento de sufragio universal y derecho al voto femenino.
- Se podrían crear autonomías regionales siguiendo tres pasos:
- Tendrían que proponerlo la mayoría de los ayuntamientos de la región.
- Necesitaría recibir el respaldo en referéndum de dos tercios de los votantes.
- Tendría que contar con la aprobación del texto en el Congreso de los diputados.
Siguiendo estos pasos se aprueban el estatuto catalán en 1932, el vasco en 1936 y el gallego en 1938.
Por lo que respecta a la cuestión religiosa, la Constitución del 31 proclama un estado aconfesional, la supresión de subvenciones económicas a la iglesia católica, el reconocimiento del divorcio, la prohibición del mantenimiento de centros educativos de enseñanza infantil y juvenil dirigidos por órdenes religiosas.
Juntamente con el reconocimiento de las autonomías, la cuestión religiosa será de las más polémicas entre las tratadas en esta Constitución.
Los derechos ciudadanos serán reconocidos con generosidad.
Limitación del derecho a la propiedad privada en aras del bien común: este es uno de los aspectos más peculiares de esta Constitución, que permitirá, por ejemplo, la expropiación de tierras a sus propietarios, si no están explotadas (con compensaciones), o la nacionalización de ciertos sectores de la economía.
Esta Constitución Reorganiza los poderes del estado: los separa claramente; el Parlamento será unicameral, controlará al gobierno e incluso podrá destituir al presidente de la república. La jefatura del Estado recaerá en el presidente, que podrá nombrar y destituir al presidente del gobierno. Por lo que se refiere al poder judicial, se instituye el juicio por jurados, y se crea un Tribunal de Garantías Constitucionales para decidir sobre la constitucionalidad de las leyes.
El problema fue que esta constitución nació sin el deseable consenso de fuerzas políticas: por ejemplo, no la aprueba la derecha no republicana.
El Bienio Reformista: 1931-1933
Aprobada la constitución, la coalición republicano-socialista elige presidente de la república a Niceto Alcalá Zamora, quien encarga formar gobierno a Manuel Azaña. También se acuerda no disolver esas Cortes, hasta que aprobasen una serie de leyes fundamentales.
No olvidemos que la proclamación de la república coincide con la crisis mundial de 1929 a 1933, que afecta sobre todo al comercio exterior, y en consecuencia, a los sectores económicos más dinámicos, como eran la agricultura de exportación (aceite, vino, cítricos), y la minería.
La política económica se mantuvo en la línea liberal clásica: quisieron mantener un presupuesto equilibrado y una moneda fuerte; aunque las reformas que abordaron aumentaron los gastos, haciendo insuficientes los recursos económicos.
La evolución negativa de la economía dificultó la realización de las reformas e hizo aumentar la conflictividad social.
Reformas laborales
Las comenzó F. Largo Caballero en calidad de ministro de Trabajo del gobierno provisional.
- Declaró el 1 mayo festivo
- Fijó por decreto un salario mínimo
- Adoptó los Comités Paritarios de Primo, transformándolos en Jurados Mixtos, empleándolos para solucionar conflictos entre patronos y obreros; son acusados de favorecer siempre al obrero.
- Obligó a los terratenientes a cultivar sus tierras, a la vez que se les impedía que introdujesen maquinaria y que contratasen trabajadores de lugares diferentes al propio.
- Los arrendatarios de tierras podían solicitar una bajada de rentas a los propietarios de las mismas.
Estas leyes encontraron fuerte resistencia de parte de los patronos, especialmente la de los Jurados Mixtos.
Reforma militar
Sus objetivos eran imponer la supremacía del poder civil y lograr un ejército más moderno y mejor preparado. Para lograrlo se toman las siguientes medidas:
- Revisa todos los ascensos y logra reducir el nº de oficiales al aceptar muchos voluntariamente la oferta que se les hace: podrán retirarse con su paga completa. Se hace con el objetivo de depurar a los militares contrarios a la república.
- Para apartar a los militares de las tareas represivas, crea un nuevo cuerpo: la Guardia de Asalto.
Reforma educativa
Se incrementa un 50% el gasto en educación; se construyen nuevas escuelas; se aumenta el sueldo a los maestros; fomentan la enseñanza mixta y la secundaria, así como la investigación en los niveles universitarios. Crearon las Misiones Pedagógicas para extender la cultura en las áreas rurales.
Reforma agraria
Fue la obra de mayor envergadura del Bienio Reformista.
La agricultura española seguía presentando sus males endémicos: mal reparto de la propiedad, atraso técnico y baja productividad, además de la existencia de un modelo de trabajador, el jornalero, sumido en la miseria. Todos estos problemas se vieron agravados, además, por la crisis económica.
Se aprueba la Ley de Reforma Agraria de 1932, venciendo el obstruccionismo practicado por los propietarios.
Se pretendía, mediante la expropiación forzosa de tierras incultas o deficientemente cultivadas (con o sin compensación), entregar parcelas a los campesinos, acabar con el latifundismo, y modernizar técnicamente el sector agrario. Las tierras expropiadas serían del estado. El Instituto de Reforma Agraria se encargaría de llevar la ley a la práctica.
Las tierras de los aristócratas se expropiarían sin más, las sistemáticamente arrendadas y los terrenos incultos o abandonados, se expropiarían con indemnización.
Las tierras expropiadas pasarían a manos del estado para destinarlas al asentamiento de campesinos.
La aplicación de esta ley y el reparto de tierras fueron muy lentos, por lo complicado de la ley y por la oposición de los propietarios, así como por la falta de presupuesto. Por eso los campesinos apoyaron iniciativas más extremistas, generalmente anarquistas, que desembocaron en trágicos enfrentamientos con la fuerzas de orden público.
Reforma religiosa
El gobierno pretendía separar claramente la iglesia del estado, y reducir la influencia eclesiástica en la sociedad española.
Así, desarrollan por ejemplo la Ley de Divorcio, o la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, mediante la cual se suprimen las aportaciones del estado a la iglesia y se ordena cerrar colegios religiosos. De igual modo, suprimen la obligatoriedad de la enseñanza de la religión en colegios e institutos, o expulsan al cardenal Segura, retiran los crucifijos de colegios e instituciones públicas.
Estas medidas fueron condenadas por Pío XI en su encíclica “Dilectíssima nobis” de 1931, y provocaron oleadas de violencia antieclesiástica.
Grupos que se oponen a las reformas del gobierno de Azaña
Católicos Anarquistas, que promueven huelgas general en Sevilla y Madrid, protesta en Castilblanco (Badajoz), que se salda con el linchamiento de 4 guardias civiles a manos de jornaleros con navajas y piedras; Casas Viejas (donde policía y guardia civil ejecutaron brutalmente a 12 jornaleros anarquistas) Empresarios, que se quejan de las reformas laboral y agraria, del aumento de los costes salariales y del aumento de la conflictividad laboral, así como de los daños ocasionados por las huelgas. Como ejemplo podemos hablar de la pugna entre el gobierno y Juan March, que acabó 17 meses en cárcel, de la que salió por la puerta principal contando con el apoyo del director de la misma. Mandos militares derechistas y monárquicos, que contaban con el apoyo financiero de Alfonso XIII y están detrás del levantamiento armado antirrepublicano encabezado por Sanjurjo en Sevilla y Madrid en 1932; este levantamiento fue sofocado fácilmente puesto que las autoridades republicanas lo conocían de antemano; condenan a muerte a Sanjurjo pero se conmuta su pena, lo encarcelan, siendo finalmente amnistiado en el bienio derechista.
El bienio derechista 1933-1935
A mediados de 1933 la relación entre socialistas y republicanos de izquierda estaba muy deteriorada, entre otras cosas por la falta de apoyo popular debido a la insatisfacción de jornaleros socialistas, decepcionados de los resultados obtenidos tras la proclamación de la República, que exigen a sus dirigentes actuaciones más radicales.
El fin de dicho entendimiento provoca la dimisión de Azaña y la convocatoria de elecciones anticipadas en 1933, que se saldan con la victoria de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas, coctel de partidos y agrupaciones que van desde el fascismo hasta posiciones de centro) y de los radicales de Lerroux, quienes forman una alianza y toman las siguientes decisiones de importancia:
- excarcelan a Sanjurjo y a sus seguidores.
- contrarreforma agraria: aumento desmesurado de indemnizaciones por expropiación, devolución a aristócratas de propiedades confiscadas…
- mantenimiento de subvenciones al clero
- ralentización del programa de construcción de escuelas públicas
- nombramiento de generales derechistas al mando de las principales responsabilidades: Franco Jefe del Estado Mayor, Mola asume el mando de las tropas españolas en Marruecos, y Goded será nombrado director general de aeronáutica.
Estas medidas provocan un recrudecimiento de los conflictos campesinos.
Este gobierno también se encuentra con el enfrentamiento de catalanes y vascos, lo que da pie a Azaña para recuperar iniciativa política y popularidad.
Revolución de octubre de 1934
Los socialistas deciden unirse a comunistas y anarquistas para derribar al gobierno mediante una insurrección armada, siendo los socialistas, especialmente los seguidores de Largo Caballero, que encabeza el sector más radical de entre ellos, los verdaderos artífices de este levantamiento.
Todos se sentían muy influidos por el rápido avance de los fascismos en Europa y se asustan especialmente tras la entrada de tres ministros cedistas (considerados fascistas) en el gobierno.
La insurrección empieza el 5 de octubre con una huelga general que paraliza las grandes ciudades durante una semana, en la que hay constantes intercambios de tiros entre obreros, ejército y policía.
Pero donde arraiga de verdad el levantamiento es en Cataluña y Asturias.
En Cataluña, Companys proclama el Estado catalán independiente, aunque el ejército domina fácilmente la rebelión y suspende el estatuto de autonomía, encarcelando a Companys junto a los miembros de su gabinete.
En Asturias, entre el 5 y el 19 de octubre, miles de obreros y mineros bien armados destruyeron registros de la propiedad, quemaron iglesias y asesinaron a clérigos o a burgueses. La rebelión se sofocó brutalmente al traer Franco a sus Legionarios desde África.
Dirigentes socialistas así como Azaña, fueron encarcelados.