Los Proyectos Económicos
La dictadura de Primo de Rivera: Debido al desastre de Annual, la agudización de problemas sociales y el problema del Nacionalismo, el 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, se sublevó contra la legalidad constitucional, anunció el estado de guerra y exigió que el poder pasase a los militares. Era el inicio de un periodo dictatorial que supuso el epílogo para el régimen de la Restauración.
La aceptación del golpe de Estado: La iniciativa de Primo de Rivera contó con el beneplácito del rey, con el apoyo del Ejército y con el respaldo de la burguesía catalana; además, encontró la adhesión de las élites económicas del país y de amplios sectores de las clases medias. PSOE y UGT, no sostuvieron activamente al régimen dictatorial, pero tampoco se enfrentaron abiertamente con él. Incluso apareció una corriente favorable al dictador (programa de reformas sociales). Largo Caballero asumió un cargo como consejero de Estado mientras Indalecio Prieto, mostró su desacuerdo con la dictadura.
El Directorio Militar: Entre 1923 y 1925 el Gobierno estuvo exclusivamente en manos de militares y presidido por Primo de Rivera. En esta etapa el Gobierno se centró en:
- Represión de las libertades: se declaró el estado de guerra y se suspendieron las Cortes y las garantías constitucionales. Los Ayuntamientos y Diputaciones fueron disueltos y se llevó a cabo una censura contra la prensa y la libertad de enseñanza.
- Represión del movimiento obrero: las organizaciones obreras, sobre todo las anarquistas, fueron duramente reprimidas, para así afianzar el apoyo de la burguesía catalana. Se ilegalizaron la CNT y el PCE.
- Represión contra los nacionalismos: en Cataluña, se disolvió la Mancomunidad y se prohibieron la bandera, el himno y la lengua. Este hecho fue el origen de la enemistad entre la burguesía catalana y la Dictadura. En el País Vasco, la persecución se centró en el nacionalismo radical.
- Resolución de la cuestión marroquí: se buscó una cooperación con Francia, atacada también por las mismas tropas que en Annual. El resultado fue el desembarco de Alhucemas en septiembre de 1925, una acción exitosa que determinó la ocupación efectiva de todo Marruecos y marcó el momento de máxima popularidad del dictador.
El Directorio Civil: El gabinete que asesoraba a Primo de Rivera fue sustituido por otro de carácter civil. Previamente en 1924, se había fundado la Unión Patriótica, un intento de partido único similar al partido fascista italiano. Con la misma intención, se constituyó la Asamblea Nacional Consultiva (1927), un parlamento corporativo y autoritario con el objetivo de elaborar una constitución que permitiera la institucionalización del régimen. Finalmente el texto nunca llegó a ser aprobado debido al rechazo al dictador. Inspirado por la Italia fascista, entre 1925 y 1930 Primo de Rivera emprendió un programa de economía dirigida cuyo éxito se produjo sobre una favorable coyuntura internacional, los felices años veinte. Se aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional que aseguraba las ayudas estatales a las empresas que no pudiesen competir en el exterior. En cuanto a las relaciones laborales, se pretendió reducir la conflictividad social. Para ello, creó la Organización Corporativa del Trabajo, una especie de sindicato que arbitraba entre los obreros y la patronal.
Fin de la Dictadura y crisis de la monarquía: Desde 1926, la oposición a la Dictadura no dejó de crecer. Su anticatalanismo alejó a la burguesía catalana, el PSOE adoptó una postura contraria a la Dictadura e incluso entre el Ejército y las élites liberales surgieron sectores discrepantes con las políticas del dictador.
La oposición más férrea fue planteada por el anarquismo, que había resistido en la clandestinidad la represión de la Dictadura, y los intelectuales, quienes habían sido perseguidos por mostrar abiertamente sus puntos de vista críticos. La oposición al régimen dictatorial obligó a Primo de Rivera a dimitir en enero de 1930, y a partir a París donde falleció poco después. Alfonso XII encargó al general Berenguer la configuración de un nuevo Gobierno, en un periodo conocido como dictablanda. La oposición al rey se manifestó en tres ámbitos:
- Político: en agosto de 1930, se había firmado el Pacto de San Sebastián, en el que republicanos, socialistas y nacionalistas catalanes acordaron trabajar de forma conjunta para derrocar al rey.
- Intelectual: el artículo de Ortega y Gasset “El error Berenguer” publicado en El Sol en noviembre de 1930 proclamaba el fin de la monarquía. Se integraron personalidades de la cultura en contra de la Dictadura en la Liga de Educación Social (1928).
- Militar: se sucedieron sublevaciones militares de corte republicano, como la de Jaca o la del aeródromo madrileño de Cuatro Vientos.