La Transición Española y la Consolidación de la Democracia (1975-2000)

La Transición Española y la Consolidación de la Democracia (1975-2000)

Franco falleció el 20 de noviembre de 1975. El día 22 las Cortes franquistas proclamaban Rey a Juan Carlos de Borbón. Muy pocos confiaban en que pudiera traer un cambio democrático pacífico, puesto que se le veía como el continuador de Franco. Sin embargo, se transformaron las instituciones de la Dictadura, dando lugar a un sistema constitucional democrático pleno. Se iniciaba así la transición política, proceso considerado modélico por la manera pactada y no violenta en que se llevó a efecto, y que puso las bases de la España actual.

1. LAS FUERZAS POLÍTICAS AL INICIO DE LA TRANSICIÓN

A pesar de los esfuerzos del régimen franquista, no se pudo evitar el desarrollo de fuerzas opositoras. El franquismo se aglutinó en torno a Fuerza Nueva, dirigida por Blas Piñar. En mayo de 1977 aparecería Alianza Popular, grupo formado por asociaciones conservadoras dirigidas por antiguos ministros franquistas, como su Manuel Fraga.

En cuanto al nacionalismo, en Cataluña era la Convergencia Democrática de Catalunya quien tenía más apoyos, mientras que en el País Vasco existía un enfrentamiento entre el PNV, y los españolistas.

La izquierda, se presentaba muy dividida. Estaba el Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, que acabaría integrándose en el PSOE. Este último mantuvo luchas internas entre los viejos dirigentes y los jóvenes hasta 1974, cuando estos, dirigidos por Felipe González, se hicieron con el poder tras el Congreso de Suresnes (Francia). El Partido Comunista de España (PCE) había desempeñado la principal labor opositora. Dirigido desde por Santiago Carrillo, cambió su discurso al eurocomunismo, lo que significaba la aceptación de las vías democráticas. Esta estrategia le granjeó apoyos entre la intelectualidad, pero la ruptura con grupos de extrema izquierda. Fuerzas de extrema izquierda eran el FRAP o el GRAPO.

El sindicalismo seguía estando dirigido por CC.OO., aunque la UGT socialista comenzaba a recuperar influencia. Cuando se preveía el final de la dictadura, las fuerzas de oposición se organizaron en asambleas. Las dos más importantes, dirigidas por los comunistas (Junta Democrática) y los socialistas (Plataforma de Convergencia Democrática), acabarían uniéndose en 1976 en la llamada “Platajunta”, donde se acordó la ruptura del franquismo por la vía democrática.

2. EL GOBIERNO CONTINUISTA DE ARIAS NAVARRO (noviembre de 1975 a julio de 1976)

Los asesores del monarca, entre ellos Torcuato Fernández Miranda, tenían en mente realizar el cambio político. Para ello el rey confirmó a Arias Navarro como presidente del Gobierno y les impuso a ministros a reformistas como Fraga o Adolfo Suárez. Arias Navarro puso en marcha de medidas “aperturistas” con las que pretendía lavar la cara al régimen. Se reconocieron derechos limitados de asociación y manifestación. Se suavizó la represión, se inició la reforma de las Cortes y se indultó a presos políticos.

A principios de 1976 una oleada de huelgas sacudió el país, en principio a causa de la crisis económica y del paro, pero con un trasfondo político claro (amnistía generalizada). La situación se hizo explosiva en el País Vasco con los atentados de ETA. En Montejurra, pistoleros carlitas de ultraderecha asesinaron a otros militantes del carlismo democrático. Tras esto, la imagen reformista del Gobierno quedó desacreditada. El rey decidiría en el verano de 1976 cesar a Arias Navarro.

3. EL PRIMER GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ (julio de 1976 a junio de 1977)

El monarca nombró presidente a Adolfo Suárez, quien supo rodearse de aperturistas como Martín Villa o Leopoldo Calvo Sotelo. Las manifestaciones a favor de la amnistía fueron respondidas con una actuación de la policía. Las Cortes aprobaban la reforma del Código Penal que permitiría la legalización de los partidos políticos y el Gobierno exponía su programa de gobierno hablando de soberanía popular, de régimen democrático y de respeto por las libertades.

En septiembre se presentó la Ley para la Reforma Política, pieza fundamental de la transición. El proyecto significaba el cambio hacia un sistema parlamentario basado en la soberanía popular, sufragio universal, bicameralismo… El texto fue aprobado por las Cortes, pero era necesaria que fuera ratificada mediante un referéndum nacional (diciembre de 1976). La participación fue masiva y el “sí” ganó por mayoría. A finales de 1976 se decretó la desaparición del Tribunal de Orden Público.

A comienzos de 1977 transcurren los meses más difíciles de la Transición motivado por los terroristas de la extrema derecha, del GRAPO y la ETA. El suceso más grave fue el asesinato de cinco abogados laboralistas del PCE en un despacho de la calle Atocha. Suárez había iniciado los contactos con la oposición para la legalización de los partidos políticos, salvo el PCE, estaba claro que era necesario legalizar a los comunistas antes de las elecciones si se quería que éstas fueran aceptadas como legítimas. Suárez se entrevistó con Carrillo, quien se comprometió a aceptar a la monarquía a cambio de ser reconocidos como partido legal. El primero de abril el Gobierno decretó la disolución del Movimiento Nacional, y el día 9 se hizo pública la legalización del Partido Comunista. Días después se legalizaron las centrales sindicales.

En mayo se produjo la renuncia a la corona por parte de don Juan de Borbón. Ante las próximas elecciones de junio de 1977 las fuerzas políticas se fueron perfilando. En la derecha la Alianza Popular (AP) de Fraga representó a los nostálgicos de la dictadura. Suárez formó su propio partido, la Unión de Centro Democrático (UCD). En la izquierda, el PSOE llevaba la delantera al PCE. Las elecciones dieron el triunfo a la UCD seguida del PSOE. Nacionalistas catalanes y vascos y el PSP ocupan los escaños restantes. La UCD consiguió una mayoría para gobernar en solitario.

4. EL PRIMER GOBIERNO DEMOCRÁTICO DE SUÁREZ (VI/1977-III/1979). LA CONSTITUCIÓN DE 1978

La situación era tan crítica que el Gobierno propuso un pacto a todas las fuerzas. Los llamados Pactos de la Moncloa (25 de octubre de 1977) establecieron medidas económicas, políticas y sociales que involucraron a todas las fuerzas políticas, incluidas los sindicatos y la patronal. Estos Pactos resultaron fundamentales para que el Gobierno pudiera avanzar en las reformas democráticas.

Tras constituirse las nuevas Cortes, los grupos políticos coincidieron en la elaboración de una nueva Constitución. Se formó una Comisión Constitucional de 36 miembros y una Ponencia formada por representantes [Manuel Fraga (AP), Gabriel Cisneros (UCD)…] de todos los partidos políticos presentes en la Cámara con la excepción del PNV. Los nacionalistas vascos y catalanes comenzaban a reclamar el restablecimiento de regímenes autonómicos. Ello dio lugar a finales de septiembre de 1977 al restablecimiento de la Generalitat. El 1 de enero de 1978 entró en vigor la preautonomía de Euskadi, y en marzo la de Galicia.

A pesar de los ataques que sufría el gobierno, la Ponencia, la Comisión y los Plenos aprobaron el proyecto constitucional el 31 de octubre de 1978. El 6 de diciembre de 1978 los españoles respaldaron en referéndum la nueva Constitución.

La actual Constitución es un texto largo (169 artículos repartidos en 11 títulos), que presenta las siguientes características:

  • Se reconoce la soberanía nacional.
  • Amplia declaración de derechos individuales y colectivos.
  • Se habla de la “indisoluble unidad de España”, que se hace compatible con el derecho a la autonomía.
  • Separación de poderes.
  • Monarquía parlamentaria con Juan Carlos I de Borbón como rey que pasaría a ser una figura simbólica sin poder político.
  • El Estado se declara aconfesional, pero no laico. Se ampara la libertad de cultos y se obliga a la colaboración con las confesiones religiosas.
  • El sistema económico será el de libre mercado.
  • Legislativo bicameral formado por un Congreso de los Diputados y un Senado, cámaras elegidas por el pueblo. Las Cortes designan al Presidente del Gobierno y lo pueden destituir (moción de censura).
  • El Ejecutivo recae en el presidente del Gobierno y en sus ministros. Dirigen la Administración y tiene la facultad de presentar proyectos.
  • El poder judicial recae en los tribunales de justicia, cuyos jueces son independientes y nombrados por el Consejo General del Poder Judicial. El Tribunal Constitucional velará por el cumplimiento de la legalidad.

La Constitución de 1978, actualmente en vigor, ha sido modificada una vez con motivo de la incorporación de España a la Unión Europea. En los años ’80 se aprobaron leyes como las leyes del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional, la Ley del Divorcio, de Enjuiciamiento Criminal…

LOS GOBIERNOS DE LA UCD (marzo de 1979 a octubre de 1982)

Una vez aprobada la Constitución el 6 de diciembre de 1978, se convocaron elecciones para marzo. La UCD volvió a ganar, pero en las elecciones municipales la coalición PSOE-PCE consiguió la mayoría, por lo que a partir de ahí el consenso político dio paso al enfrentamiento entre Gobierno y oposición.

Desde 1979 la UCD entra en crisis porque se ve incapaz de hacer frente a varios problemas, como la configuración del Estado de las Autonomías, la crisis económica, las amenazas de golpe de Estado por los militares y la crisis interna de la propia UCD. A finales de enero de 1981 el presidente Suárez anunció su dimisión, sustituido por Leopoldo Calvo Sotelo.

El 23 de febrero de 1981 un grupo de guardias civiles, dirigidos por el teniente coronel Antonio Tejero, tomó al asalto el Congreso. Este asalto debía producirse a la vez que el levantamiento en Valencia, al mando del general Milans del Bosch, y de la Brigada Acorazada Brunete en Madrid. Los militares golpistas contaban con la hipotética ayuda de don Juan Carlos, pero la negativa del rey a respaldar el alzamiento provocó que los militares retiraran las tropas a los cuarteles. Mientras la angustia sobrecogía a todo el país (la llamada “noche de los transistores”), los golpistas fueron perdiendo la esperanza del éxito. El fracaso del golpe sirvió para mostrar la fragilidad que aún tenía el sistema democrático.

El Gobierno de Calvo Sotelo duró sólo año y medio. Su mandato tuvo que afrontar problemas importantes, sobre todo la adhesión de España a la CEE y la incorporación a la OTAN. El propio Calvo Sotelo, ante la descomposición de su partido, disolvió las Cámaras y convocó elecciones para octubre de 1982. En las elecciones el PSOE alcanzó la mayoría absoluta. Con esta victoria electoral la Transición ponía su punto y final.

LA 1ª LEGISLATURA SOCIALISTA (1982-86)

El primer gobierno socialista decidió afrontar los problemas que el país padecía. Uno de ellos era la desastrosa situación económica. Se apostó por una liberalización de la economía, aplicando un plan de estabilización para reducir la inflación y aumentar la competitividad de las empresas. También se intensificó la reconversión industrial. Durante dos años la situación económica fue muy dura, pero a partir de ahí reapareció el crecimiento económico.

También se realizaron importantes reformas políticas y sociales para profundizar en la democracia y extender el “Estado del bienestar”, como la reforma de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos de Seguridad del Estado; se despenalizó el aborto en 1985, se fijó la enseñanza gratuita hasta los dieciséis años, y se reformó el poder judicial para hacerlo más progresista.

En cuanto a la política exterior, los socialistas tuvieron como prioridad la incorporación a la Comunidad Económica Europea, lo que supuso la permanencia de España en la OTAN a pesar de la promesa electoral socialista. Se estrecharon relaciones con Iberoamérica, así como con Marruecos y Argelia.

Al finalizar la primera legislatura el gobierno socialista pudo presentar unos resultados satisfactorios, aunque algunas promesas no se habían cumplido. Sin embargo, la democracia estaba consolidada y se había entrado definitivamente en Europa.

LA 2ª LEGISLATURA SOCIALISTA (1986-89)

El PSOE volvió ganar las elecciones renovando la mayoría absoluta. El Gobierno de González se benefició de la superación de la crisis económica. El aumento de la recaudación fiscal y las ayudas europeas permitieron iniciar una política de inversiones públicas. Importante fue la firma del Pacto de Madrid (1987), de Ajuria Enea y Navarra (1988).

No todo fue positivo. La sociedad española se modernizó a gran velocidad, pero también se dio cuenta de las desigualdades de distribución de riqueza. El recorte de las pensiones y las medidas liberalizadoras provocaron la huelga general del 14 de diciembre de 1988. González se vio obligado a negociar con los sindicatos la retirada de las medidas liberalizadoras.

La primera presidencia española de la CEE elevó el prestigio de González. El PSOE volvió a ganar con mayoría absoluta las elecciones, aunque con una pérdida de votos.

LA 3ª LEGISLATURA SOCIALISTA (1989-93)

Estuvo marcada por la Exposición Internacional de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992. Para ello se realizaron grandes inversiones. También fue importante la nueva ley educativa, la LOGSE.

A partir de 1992 la economía española empezó a mostrar síntomas de crisis. La crisis sobrevenía, además, justo cuando se aprobó el Tratado de Maastricht, en el que se establecían los criterios de convergencia para establecer la moneda única. En meses se disparó la inflación, se hundió el consumo, se multiplicaron la quiebra de empresas y el paro se disparó. La crisis económica estaba deteriorando la situación política.

En política internacional hay que destacar la participación de España en la guerra del Golfo, que originó una polémica interna. El otro acontecimiento importante fue la celebración de la Conferencia Internacional de Paz en Oriente Medio.

En política interior, se acordó el modelo de financiación de las Comunidades Autónomas. Más importante fue la política antiterrorista que permitió la detención de dirigentes de ETA. Estos éxitos fueron simultáneos al estallido del escándalo del GAL. Otro revés fue la aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana, promovida por el ministro Corcuera y conocida como la “ley de la patada en la puerta”.

La legislatura se vio marcada por la aparición de los primeros casos de corrupción en torno al Gobierno y al PSOE. González se vio obligado a adelantar las elecciones.

LA 4º LEGISLATURA SOCIALISTA (1993-96)

Nueva victoria socialista, aunque ya no contaba con mayoría absoluta. Felipe González fue proclamado presidente con el apoyo de su partido y los de CiU, PNV y Coalición Canaria.

El Gobierno luchó contra la crisis económica y a logró la entrada de España en el euro. Para ello llegó a acuerdos con CiU para establecer una política de ajuste presupuestario. La respuesta fue la convocatoria de una nueva huelga general.

Pero sin duda los tres años del último gobierno de González estuvieron marcados por los continuos escándalos de corrupción. Sin embargo, el caso que más desprestigió al Gobierno fue el de Luis Roldán, director general de la Guardia Civil, que fue detenido por haber estafado varios miles de millones de pesetas de los fondos reservados y a través de comisiones ilegales por obras. Su huida de España aumentó las críticas. El ambiente político provocó el pacto de los socialistas con la minoría catalana, que se acabó rompiendo. Los presupuestos de 1996 tuvieron que ser prorrogados, y el Gobierno tuvo que adelantar las elecciones.

EL PRIMER GOBIERNO DEL PP (1996-2000): LA POLÍTICA NEOLIBERAL

Las elecciones de mayo de 1996 dieron el triunfo al PP, liderado por José María Aznar. Ganó por un estrecho margen, lo que le obligó a negociar un pacto con las minorías nacionalistas.

Se emprendió una política económica neoliberal para reducir el gasto público. El objetivo era cumplir los criterios establecidos en Maastricht para entrar en el euro. El crecimiento económico permitió reducir el paro y sostener las pensiones, a lo que contribuyó la privatización de empresas públicas, así como la aportación de los fondos de cohesión europeos.

En política, la legislatura se caracterizó por la ineficacia de la oposición debido a la crisis interna del PSOE. El pacto de gobernabilidad con CiU y Coalición Canaria facilitó la estabilidad del Gobierno, pero obligó al PP a moderar su programa.

El problema del terrorismo fue uno de los campos más significativos del gobierno, sobre todo tras el asesinato de Blanco. Consecuencia de ello fue la declaración de una pausa de ETA que hizo crear esperanzas de que fuera a terminar la violencia.

En política exterior se mantuvo el alineamiento con la política norteamericana. Se produjo la integración en la estructura militar de la OTAN. Se participó en la guerra yugoslava. También se produjo un enfrentamiento con el gobierno de Fidel Castro. Por último, el gobierno popular aceleró el proceso de profesionalización de las Fuerzas Armadas, con una reducción de efectivos, que a su vez permitió programar la extinción del servicio militar obligatorio.

Las elecciones a Cortes fueron convocadas para el 12 de marzo de 2000. El PP lograba la mayoría absoluta, y en adelante podría gobernar en solitario y aplicar su programa sin restricciones.

PRINCIPALES ACTUACIONES DE LA POLÍTICA EXTERIOR

La tercera legislatura socialista (1989-1993) estuvo marcada, entre otros muchos aspectos, en materia de política exterior por la participación de España en la Guerra del Golfo (1991), lo que generó mucha polémica en el país. Además, ese mismo año se celebró en Madrid la Conferencia Internacional de Paz en Oriente Próximo (1991), donde se sentaron israelíes-palestinos en la misma mesa por primera vez.

FUNDAMENTOS DE LA POLÍTICA NEOLIBERAL DEL GOBIERNO DEL PP

El primer gobierno del PP (1996-2000) fue liderado por Aznar, aunque tuvo que pactar con CiU y CC. Este Gobierno llevó a cabo una política económica neoliberal, es decir, se limita la actuación del Gobierno en materia económica. El objetivo de esta política económica era reducir el gasto público, en beneficio del sector privado. Gracias al crecimiento económico obtenido se redujo el paro y se mantuvieron las pensiones, gracias a la privatización de empresas públicas como Telefónica o Repsol.

LAS FUERZAS POLÍTICAS AL INICIO DE LA TRANSICIÓN

Una vez cercana la muerte de Franco, los grupos políticos se desarrollaron en la clandestinidad posicionándose ante el nuevo panorama de la “Transición”. El reparto político de la época quedó definido de la siguiente manera:

  • DEFENSORES DEL FRANQUISMO – Se crea Fuerza Nueva, formado por fieles al Franquismo, liderados por Blas Piñar.
  • DERECHA DEMOCRÁTICA – En 1977 aparece Alianza Popular: con antiguos ministros franquistas como Fraga.
  • NACIONALISMO – En Cataluña, Convergencia Democrática de Cataluña (Jordi Pujol) – En País vasco, fuertes enfrentamientos entre nacionalistas (PNV) y españoles
  • IZQUIERDA ESPAÑOLA – Partido Socialista Popular (Tierno Galván) se integró en PSOE (Felipe González junto con otros jóvenes se hicieron con el control del partido en Congreso Suresnes, 1974) – Partido Comunista de España (PCE), dirigido por Santiago Carrillo en el exilio
  • EXTREMA IZQUIERDA – Algunos grupos, como el FRAP o GRAPO, eran terroristas
  • SINDICATOS OBREROS – Seguía estando dirigido por CC.OO, aunque UGT comenzó a ganar influencias

LAS «MEDIDAS APERTURISTAS» DURANTE EL GOBIERNO DE ARIAS NAVARRO

Don Juan Carlos nombró como presidente del Gobierno a Arias Navarro (continuista del régimen franquista), aunque le impuso ministros reformistas como Fraga y Suárez. Dicho Gobierno (1975-1976) puso en marcha “medidas aperturistas” con el objetivo de lavar la imagen del país, aunque sin crear una verdadera democracia. Algunas de estas medidas fueron:

  • Se reconoce el derecho de asociación y manifestación (excepto PCE)
  • Se suavizó la represión y se indultó a presos políticos
  • Se inició la reforma de las Cortes, para convertirlas en bicamerales.

PRINCIPALES MEDIDAS REFORMISTAS DURANTE EL GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ

Tras la destitución de Arias Navarro, el rey Don Juan Carlos Primero nombra presidente del gobierno a Adolfo Suárez, quien se rodeó de ministros reformistas (por ejemplo Calvo Sotelo). El nuevo Gobierno (1976-1977) mostró un claro cambio político, adoptando medidas realmente aperturistas, como:

  • Reforma del Código Penal (1976), con el objetivo de legalizar los demás partidos políticos
  • Se decreta amplia amnistía a los presos políticos
  • Se presenta el proyecto de Ley para la Reforma Política (1976), donde se recogen principios democráticos como la soberanía nacional, derechos individuales, sufragio universal, cortes bicamerales, etc. Para aprobar dicha ley fue necesario un referéndum nacional, con una victoria del 94% a favor.
  • Se legaliza el PCE el 6 abril de 1977

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978

La Constitución Española se creó a partir de una Comisión Constitucional, entre los que destacaban 7 representes políticos: los llamados “Padres de la Constitución”. (PNV excluido del proceso) Dicha Constitución se aprueba, mediante referéndum nacional, el 6 de diciembre de 1978 y en ella se recogen 169 artículos, divididos en 11 títulos. Entre sus principales características podemos destacar:

  1. Se reconoce la soberanía nacional
  2. Sistema político basado en monarquía parlamentaria (Rey no gobierna)
  3. Se declara aconfesional (sin religión oficial), pero no laico (apoya)
  4. Sistema económico basado en el libre mercado
  5. Amplia declaración de derechos, individuales y colectivos
  6. Se considera a España como «unidad indisoluble»
  7. Derecho a la autonomía de las regiones
  8. Separación de poderes
    • Legislativo: bicameral (Congreso y Senado) elegidos por el pueblo por sufragio
    • Ejecutivo: Presidente del gobierno (elegido por Cortes) y sus ministros
    • Judicial: independiente, recae sobre Tribunales de Justicia. El Tribunal Constitucional vela por el cumplimiento de la Constitución.

La España Franquista (1939-1975)

La España que sale de la guerra civil era una nación arrasada en todos sus aspectos. Las pérdidas humanas fueron numerosas. Económicamente se recurrió a la autarquía. Emocionalmente se crea un trauma que aún sigue sin cicatrizar.

1. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES DEL FRANQUISMO

El nuevo régimen se caracterizó por la concentración del poder en la figura de Franco, por lo que el franquismo fue una dictadura personal y autoritaria. Estuvo en contra de cualquier ideología política, aunque a partir de 1950 la propaganda se concentró en el mensaje anticomunista y moderó sus ataques hacia el modelo democrático. Consideraba al Estado liberal como anticatólico y antiespañol, por lo que fue sustituido por un Estado orgánico. Rasgo peculiar fue el apoyo recibido por parte de la Iglesia católica (el llamado “nacionalcatolicismo”). También fue un régimen antinacionalista, prohibiéndose cualquier lengua que no fuese el castellano. Evidentemente, fue un régimen militarista donde en cualquier acto se exaltaba a la bandera o al himno.

Se prohibió el pluralismo político, permitiéndose solo a la FET de las JONS. En cuanto a los apoyos sociales, la dictadura devolvió a la oligarquía la hegemonía. A ella se incorporaron militares, falangistas y personajes enriquecidos por la guerra. También contó con el apoyo de las clases medias rurales. Entre los jornaleros y las clases medias urbanas no encontró muchos apoyos, al menos no hasta el desarrollismo de los años sesenta.

Las llamadas “familias” del régimen, grupos ideológicos que rivalizaban por tener el máximo poder e influencia dentro de la dictadura, y que fueron utilizados por Franco para formar los gobiernos con gente fiel a su persona. Los falangistas proporcionaron dirigentes al régimen, aparte de controlar la vida social y económica a través de sus organizaciones. Otro grupo fue el de los militares, siempre fieles a Franco. Los católicos también tuvieron presencia en el régimen. Altos cargos de la Iglesia participaron en las Cortes franquistas y en el Consejo del Reino, pero su aportación más destacada fue la de los provenientes del Opus Dei. Por último, los monárquicos, primero apoyando al heredero don Juan y posteriormente colaborando con el régimen con la esperanza de que el infante don Juan Carlos le sucediera.

2. LA REPRESIÓN Y LA RESISTENCIA INTERNA

Tras la guerra la dictadura mantuvo la represión ya ejercida durante el conflicto. Los campos de concentración se multiplicaron y los tribunales militares siguieron juzgando, al amparo de la Ley de Responsabilidades Políticas, la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería o la Ley de Seguridad del Estado, a todos aquellos considerados peligrosos para España. A esto se unió la depuración de los que hubieran colaborado con la República. Hasta 1940 los fusilamientos y las cadenas perpetuas fueron las condenas más comunes.

Frente a esta represión, la resistencia fue llevada a cabo por el maquis. Para 1948 la mayoría habían sido eliminadas. Mientras tanto, la República en el exilio mantuvo la división interna durante la guerra. Se mantuvieron las instituciones republicanas, los gobiernos vasco y catalán. Se mantuvo la esperanza de que los Aliados acabaran con el franquismo, pero tras la entrada de España en la ONU estas desaparecieron finalmente. Los sucesivos gobiernos republicanos fueron perdiendo fuerza, manteniendo solo el PCE la lucha en la clandestinidad.

3. LA DICTADURA FRANQUISTA

3.1. La Etapa Azul (1939-1945)

La dictadura se inicia con la “etapa azul” (1939-45). Esta etapa se caracteriza por la represión sobre los derrotados y la consolidación institucional del régimen sobre todo a través de una serie de leyes fundamentales que venían a sustituir a la existencia de una Constitución democrática: el Fuero del Trabajo (1938), la Ley Constitutiva de las Cortes (1942), el Fuero de los Españoles (1945) y la Ley de Referéndum Nacional (1945).

El país se mantiene fuera de la guerra a pesar de la presión de Hitler en la entrevista de Hendaya. Aunque al principio se declaró como “no beligerante”, el régimen apoyó al Eje al menos hasta 1943, cuando la guerra empezó a decantarse a favor de los Aliados. Tras declararse neutral, la “División Azul” fue retirada, y la influencia de la Falange fue decayendo.

3.2. El Aislamiento Internacional (1945-1953)

Tras la victoria, los Aliados denunciaron el apoyo de Franco al Eje durante la guerra, pidiéndose desde la recién creada ONU el bloqueo a España. El aislamiento agravó aún más la situación económica del país. Sin embargo, el aislamiento consiguió provocar una reacción popular que fortaleció más a Franco. Mientras, las relaciones con los monárquicos se habían enfriado tras la publicación del Manifiesto de Lausana (marzo de 1945). Fue contundentemente respondido con la Ley de Sucesión (julio de 1947).

A partir de 1948 comenzaron a producirse declaraciones favorables al fin del aislamiento. En 1950 la ONU permitió que volvieran los embajadores y autorizó la entrada de España en organismos internacionales. El fin del aislamiento se produjo con la firma del acuerdo con los Estados Unidos y del Concordato con el Vaticano.

3.3. La Consolidación de la Dictadura (1953-1959)

El final del aislamiento y la llegada de la ayuda norteamericana permiten considerar a la década de los años 50 como la de la consolidación de la dictadura, y eso que a mediados de la misma se produjeron una serie de incidentes en la Universidad que obligaron a Franco a remodelar el gobierno entrando varios ministros procedentes del Opus Dei, encargados de poner en marcha el Plan de Estabilización de 1959, cuyas medidas económicas deflacionistas suponían el fin de la autarquía y el inicio de una economía capitalista.

En política exterior se produjo, en 1956, la descolonización del Marruecos español. Aparte, en 1958 se aprobó la Ley de Principios del Movimiento Nacional, donde el Estado se definía como monárquico, católico y tradicional.

3.4. El Desarrollismo (1959-1973)

La década de los años 60 es conocida como la “Década Prodigiosa”. El país entra en un crecimiento económico que provocó cambios en la sociedad española. La llegada de turistas y de influencias culturales modificó el modo de vida. La elevación del nivel de vida provocó que los españoles se instalaran en la sociedad de consumo, lo cual se vio reflejado en un crecimiento demográfico (“baby boom”) y en el aumento en la contestación hacia el régimen.

El crecimiento de la clase media y la incorporación de la mujer al mundo laboral muestran un cambio. Esto gracias al crecimiento económico iniciado con el Plan de Estabilización y a la expansión económica mundial. El gobierno intentó regular este crecimiento con los Planes de Desarrollo, con los que se pretendía conseguir en periodos cuatrienales el desarrollo de sectores clave como la industria, a la par que poner freno a los desequilibrios en el desarrollo económico. Los resultados no fueron buenos. El crecimiento se frenó con la crisis de la economía mundial.

A pesar de estos cambios no hubo un aperturismo real, lo que provocó problemas. Uno de ellos fue con sectores de la Iglesia. También resurgieron los problemas con el nacionalismo tras la fundación de la ETA, que optó por la lucha armada para intentar lograr la liberación nacional vasca. En lo laboral, las huelgas se multiplican teniendo mucho que ver la creación de las Comisiones Obreras(1962). Con todo, puede que el gesto de oposición política más importante fuera el “Contubernio de Múnich” (1962), más de un centenar de políticos liberales reunidos en la capital aprobaron una declaración.

A pesar de la represión, el régimen intentaba demostrar su aperturismo incorporando ministros jóvenes como Manuel Fraga, artífice de la Ley de Prensa de 1966, que facilitaba la libertad de prensa, aunque se mantenía la censura. Se aprobó también la Ley Orgánica del Estado (1967). Esta ley reformaba a las seis Leyes Fundamentales. En octubre de 1968 se producía la descolonización de Guinea Ecuatorial. Finalmente, en 1969, con la Ley de Sucesión, Franco nombraba al príncipe don Juan Carlos como su sucesor “a título de rey”.

3.5. Los Últimos Años de la Dictadura (1973-1975)

Estos cambios no pudieron evitar la creciente oposición, sobre todo en fábricas y en el País Vasco, donde la ETA ganaba seguidores. La década termina con el llamado “proceso de Burgos” (finales de 1970) contra miembros de ETA.

El cambio de década trajo una renovación del gobierno tomando como excusa el escándalo del asunto MATESA. Se formó el llamado “gobierno monocolor”, encabezado por el almirante Carrero Blanco, del cual salieron los ministros más aperturistas. Se endureció la represión en las calles. Sin embargo, a finales de 1973, el día que iba a iniciarse el llamado “Proceso 1001” contra dirigentes de CC.OO., Carrero Blanco moría asesinado por la ETA. Los sectores más radicales del franquismo (el llamado “búnker”), consiguieron imponer como jefe de gobierno a Carlos Arias Navarro. Franco, enfermo, cedió la jefatura del Estado a don Juan Carlos en el verano de 1974. Esto movilizó a la oposición.

Tras el verano de 1975 se ejecutaron a terroristas ante una campaña internacional contra el régimen, que reaccionó organizando una gran concentración en la Plaza de Oriente para el 1 de octubre. Entonces estalló el conflicto en el Sáhara español cuando los marroquíes realizaron la llamada “Marcha Verde” para reclamar el territorio, finalmente cedido tras el Acuerdo Tripartito de Madrid. Franco falleció el 20 de noviembre de 1975. Quedaba un incierto futuro por delante

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