El desenlace de la Segunda Guerra Mundial con la derrota de los fascismos obligó al régimen franquista a adaptarse. En la Conferencia de Postdam, celebrada en julio de 1945, norteamericanos, ingleses y soviéticos condenaron el régimen. No se permitió a España el ingreso en la ONU, que además condenó el régimen franquista y recomendó la retirada de embajadores de España. Era el inicio del aislamiento internacional de la España de Franco.
El Aislamiento Internacional (1945-1950)
El bloqueo al que se condenó España impidió la llegada de productos básicos, como el petróleo norteamericano, por lo que el gobierno de Franco inició una política de acercamiento a:
- Países árabes
- Portugal
- Suramérica, especialmente con la Argentina de Perón, que suministró a España cereal y carne.
El apoyo del Vaticano lo consiguió Franco con la inclusión de miembros como Martín Artajo, de gran influencia en las asociaciones católicas.
El Reconocimiento Internacional del Régimen (1950-1959)
En el interior, son años de crisis económica y de descontento social. La crisis política se resuelve adquiriendo protagonismo los tecnócratas vinculados al Opus Dei. En esta coyuntura se publica en 1958 la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional, que reafirmaba las bases del sistema político franquista.
En los últimos años de la década de los cincuenta, se promulgan medidas de carácter represivo, como la Ley de Orden Público, en la que se consideraban contrarios al orden los paros colectivos, las manifestaciones y reuniones o cualquier acto que alterase la paz pública, considerándolos un delito de rebelión y por tanto sujeto a la autoridad militar.
En 1951 se desencadenó la Guerra de Corea, lo que marcará el fin del aislamiento franquista. El cambio lo indican:
- La apertura de la frontera francesa
- La negociación de acuerdos comerciales con Francia y Gran Bretaña
- La concesión de créditos por los EE. UU.
En 1953 se firma un concordato con el Vaticano que supone la capacidad de Franco para presentar los obispos. Con EE. UU., diversos acuerdos económico-militares permitirán obtener préstamos a cambio de ceder a los americanos bases en suelo español. En 1955, España es admitida en la ONU y en otros organismos internacionales.
La Descolonización llevó al fin del protectorado de Marruecos y poco después, por las exigencias del nuevo reino de Marruecos, a la Guerra de Sidi-Ifni (octubre 1957-abril 1958).
El Plan de Estabilización y el Continuismo (1959-1967)
El Plan de Estabilización
En 1957 la economía española estaba al borde del abismo: inflación desbocada, situación próxima a la bancarrota, agotamiento de reserva de divisas, problemas de importación de petróleo. El Opus Dei intenta convencer al Generalísimo de que el modelo autárquico e intervencionista está agotado y proponen una modernización de la economía en consonancia con el modelo de liberalización capitalista:
- Menor intervención del Estado
- Equilibrio presupuestario
- Equilibrio de la balanza de pagos
Con estas condiciones acude el crédito extranjero del FMI, que permitió a la economía española entrar en un crecimiento económico que las economías europeas habían iniciado diez años antes.
El Continuismo
Mientras crecía la oposición interior y exterior, Franco quiso dejar asegurada la perpetuación del régimen. La Ley de Prensa elaborada por M. Fraga supuso un avance relativo sobre revistas, libros y periódicos y eliminaba la censura previa. Sin embargo, no se concedía libertad de expresión.
La Ley Orgánica del Estado (diciembre de 1966) redefinió al Estado español como una democracia orgánica y el poder se planteaba menos concentrado en manos de Franco y preparaba la sucesión monárquica.
El Tardofranquismo (1967-1975)
El régimen franquista en aquellos años puede definirse como una dictadura conservadora tradicional apoyada por el poder del ejército. Pero esta estructura política, social, militar y policial entró en crisis. En 1967 Franco nombró a Carrero Blanco vicepresidente del gobierno, que reconoció que la continuidad del régimen podía quedar asegurada con la instauración monárquica en la figura de Juan Carlos de Borbón y ante las Cortes y en presencia de Franco fue proclamado sucesor de Franco a su muerte.
Fin del Régimen
El asesinato de Carrero Blanco: El hecho más trascendente de ETA fue el asesinato de Carrero Blanco el 20 de diciembre de 1973. Esa operación contra el mismísimo presidente del gobierno marcaría el fin del franquismo. Entre 1973 y 1975 Carlos Arias Navarro, el nuevo presidente, había planteado la posibilidad de una evolución dentro del régimen. En el ejército, igual que había oficiales partidarios de mantener el orden, había otros partidarios de una democratización.