La Segunda República Española: Conflictos y Radicalización Política

Oposición a la República

La derecha quedó desorganizada tras la proclamación de la República. El Partido Radical de Lerroux lideró la oposición al gobierno en las Cortes. Por otro lado, la izquierda revolucionaria, representada por la CNT y el PCE, mantuvo una línea extremista.

Izquierda Revolucionaria

La CNT siguió una línea extremista marcada por los militantes de la FAI. El minoritario PCE también se situó en una línea radical, defendida en ese momento por Stalin.

Golpe de Estado de Sanjurjo

Las tensiones sociales y políticas, la crisis económica, la línea radical de la CNT y la negativa de la patronal a las reformas llevaron a un marco de fuertes tensiones sociales. Los enfrentamientos entre huelguistas y la Guardia Civil fueron frecuentes.

El debate en las Cortes del Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria provocó una oposición cerrada de las fuerzas de derecha. Nuevamente, las fuerzas conservadoras recurrieron al tradicional método de la insurrección militar. El general Sanjurjo intentó un golpe de Estado militar en Sevilla en agosto de 1932, pero fracasó.

Bienio Radical-Cedista (1933-1936)

Tras las elecciones de 1933, Lerroux formó un gabinete conformado exclusivamente por miembros de su partido. La CEDA apoyó al gobierno desde el parlamento. Lerroux se vio obligado a iniciar una política de rectificación de las reformas del bienio anterior.

Esta nueva política se concretó en la paralización de las reformas agraria y militar, el nombramiento de militares antirrepublicanos en puestos clave y una amnistía para los participantes en el golpe de Sanjurjo.

Radicalización del Enfrentamiento Político

En un contexto de crisis económica internacional y triunfo de los extremismos en Europa, la lucha política se radicalizó en España. El país se polarizó entre las»derecha» y las»izquierda».

Derechas

La CEDA de Gil Robles agrupaba a las clases medias y populares católicas. Las Juventudes de Acción Popular (JAP) tenían rasgos fascistas. Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, agrupaba a los monárquicos con posturas cada vez más extremistas. La Falange Española de José Antonio Primo de Rivera se fusionó con las JONS en 1934, constituyendo el núcleo político de ideología fascista en España.

Izquierdas

Izquierda Republicana de Manuel Azaña agrupaba al centro-izquierda. El PSOE, el mayor partido obrero, estaba dividido entre moderados y radicales. El PCE seguía las directrices de la Komintern y buscaba alianzas de izquierda contra el fascismo. La CNT seguía ligada a la acción revolucionaria.

Revolución de Octubre de 1934

La tensión entre los dos polos políticos culminó con la entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934. La izquierda interpretó esto como el anuncio del triunfo del fascismo.

La izquierda radical, PSOE, UGT, CNT, PCE, llamó a la huelga general contra el gobierno. El movimiento fracasó en Madrid, pero en Barcelona, Companys dirigió una insurrección con matiz independentista que fue rápidamente reprimida por el ejército.

En Asturias, la huelga general triunfó y degeneró en una revolución organizada por la UGT y la CNT. La persistencia de la insurrección llevó al gobierno a optar por la represión más brutal, dirigida por la Legión bajo el mando del general Franco.

El balance de la Revolución de Octubre de 1934 fue aterrador: más de mil trescientos muertos, el doble de heridos y treinta mil detenidos.

Elecciones de Febrero de 1936

Las disensiones en el seno del gobierno eran crecientes. Las diferencias entre el Partido Radical y la CEDA eran evidentes. El nombramiento de militares contrarios a la República en puestos clave en el ejército, como Franco como jefe del Estado Mayor, provocó una crisis definitiva.

Un escándalo de corrupción, el»estraperl», afectó a altos cargos gubernamentales. Lerroux y el Partido Radical cayeron en descrédito. La aparición de nuevos escándalos precipitó el fin de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones a Cortes en febrero de 1936.

Frente Popular

En las elecciones de febrero de 1936, se presentó el Frente Popular, una coalición de partidos de izquierda. El Frente Popular obtuvo la victoria, triunfando en las ciudades del sur y la periferia. Manuel Azaña fue elegido Presidente de la República.

El objetivo era que Indalecio Prieto fuera presidente, pero la negativa del Partido Socialista llevó a Quiroga al poder. Se reanudaron las reformas: amnistía por los sucesos de octubre de 1934, restablecimiento del Estatuto de Autonomía de Cataluña y alejamiento de generales sospechosos como Franco y Mola.

La derecha se opuso a la democracia y la izquierda quería una postura más revolucionaria. En abril, se produjeron enfrentamientos.

Conspiración y Guerra Civil

Los partidos de derecha y militares conspiraron para derrocar al gobierno. El 12 de julio, fue asesinado el teniente Castillo. El 13 de julio, fue asesinado Calvo Sotelo. El 17 de julio de 1936, el ejército de Marruecos inició una rebelión, desencadenando la Guerra Civil Española.

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