La Revolución Industrial en España: Un Siglo de Transformación

– La Revolución Industrial en la España del Siglo XIX

El Sistema de Comunicaciones: El Ferrocarril

Proteccionismo y Librecambismo

La Aparición de la Banca Moderna

La revolución industrial española durante el siglo XIX fue tardía e incompleta, y condicionó todo el desarrollo posterior. Incapaz de competir con países como Inglaterra, tendió al proteccionismo económico. Las causas que explican este retraso se centran en el atraso tecnológico, la falta de combustibles de calidad (carbón), la inexistencia de un mercado interno, y sobre todo la falta de capitales.

En otros países de Europa, los excedentes de la agricultura, tras los avances técnicos y de explotación, llevaron a la inversión de capital en la industria y alimentaron a una población en constante crecimiento que demandaba productos. La falta de una burguesía emprendedora, más tendente a la especulación (construcción, ferrocarril) que a la producción, junto con la dependencia tecnológica y energética o la deficiente red de comunicaciones lastraron el desarrollo de la industria hasta finales de siglo y principios del XIX.

El Camino hacia la Industrialización

El camino hacia la industrialización se inició por el textil, principalmente el algodón. Cataluña fue el centro de esta actividad fabril por la abundancia de mano de obra, la mentalidad empresarial y la política proteccionista. El desarrollo industrial catalán se basa en la introducción a principios del siglo XIX de máquinas movidas por ruedas hidráulicas o máquinas de vapor. La nueva industria lanera mecanizada se ubicó en Terrassa y Sabadell. La industria de seda entró en crisis desde comienzos del siglo XIX y la industria del lino se extinguió en el siglo XIX.

La Industria Minera

A nivel minero, España explotaba el mineral de hierro y el carbón. La Ley de Bases sobre Minas de 1838 y otras de carácter librecambista favorecieron la minería a la vez que crecía la demanda por la construcción ferroviaria, la arquitectura del hierro y la mecanización de los procesos industriales. Esa expansión se apoyó en la inversión extranjera y la llamada desamortización del subsuelo. Una empresa emblemática fue la de la familia Ybarra, creada en 1827. Esta industria conoció una gran expansión a partir de 1871, con la creación de varias empresas, como la Sociedad Alta por Altos Hornos de Vizcaya.

Otras Industrias

Otras actividades industriales como los molinos tuvieron una lenta modernización y las industrias de la explotación agraria se fueron modernizando en la segunda mitad del siglo. La industria mecánica no tuvo peso.

La Articulación de la Economía

La articulación de la economía de un país se basa en el comercio y el transporte. Las barreras naturales y fiscales para comunicar su territorio dificultaban la comunicación del interior con la costa o de unas regiones con otras.

El Transporte

A nivel de transporte, era necesaria una red efectiva en un territorio muy montañoso para conectar las diferentes regiones. Las primeras obras de reforma del trazado de carreteras comenzaron en 1840. Se mejoró la red viaria, pero no fue suficiente. Por tanto, gran parte de la red viaria era deficiente. Se fue sustituyendo el medio de transporte tradicional y se redujo notablemente la duración de los viajes.

El transporte marítimo aumentó con la mejora y ampliación de los puertos, el perfeccionamiento de la navegación a vela y, ya a finales del siglo, la introducción de la navegación a vapor. La navegación de cabotaje, siguiendo la costa, adquirió importancia en la primera mitad de siglo y de nuevo en la década final. La navegación de altura o transatlántica creció de forma notable.

En el transporte ferroviario, en 1844 una real orden iniciaba el primer proyecto ferroviario, que se inauguró en 1848 con la línea Barcelona-Mataró. En la etapa del bienio progresista se aprobó la Ley General de Ferrocarriles de 1855, que estimuló la construcción de la red viaria básica, uno de los anhelos progresistas. La de ferrocarriles fue acompañada de otras dos leyes sobre bancos y sociedades de crédito para financiar la obra. Pero la rentabilidad fue escasa y la especulación arrastró la economía a una gran crisis que ocasionó la quiebra del sistema bancario, la caída de los precios y un déficit presupuestario crónico.

La Unificación del Mercado

Las medidas para acabar con las barreras fiscales se iniciaron ya en las Cortes de Cádiz, que proclamaron la libertad de industria, trabajo y comercio. Se suprimieron los gremios en 1834 y los derechos de paso. Otras medidas que contribuyeron a unificar el mercado fueron la adopción del sistema métrico decimal desde 1880, que unificó pesos y medidas, y de un nuevo sistema monetario basado en la peseta (1868).

La Hacienda Pública

Los problemas de la Hacienda fueron una constante durante todo el siglo XIX. La reforma fiscal de 1845 introdujo la simplificación del sistema impositivo, mediante el establecimiento de dos tipos de impuestos: directos e indirectos. Estableció los presupuestos generales del Estado para reducir la deuda pública.

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