El Revisionismo en la España del Siglo XX
A principios del siglo XX, España se enfrentaba a graves problemas políticos, económicos y sociales. Ante esta situación, surgió una corriente llamada regeneracionismo, que proponía:
- Abandonar las prácticas electorales corruptas.
- Eliminar el poder de los caciques.
- Extender la educación.
- Desarrollar la economía para mejorar la vida de las clases bajas.
Uno de los principales representantes del regeneracionismo fue Joaquín Costa. Sus planteamientos fueron asumidos por los dos grandes partidos de la época: Antonio Maura (conservador) y José Canalejas (liberal).
Antonio Maura
Antonio Maura, líder del Partido Conservador, gobernó durante dos periodos en los que:
- Diseñó una serie de reformas políticas intentando atraer a los ciudadanos hacia la política y acabar con el caciquismo.
- Intentó mejorar la situación económica.
- Puso en práctica ciertas mejoras sociales y laborales.
- Propuso crear las mancomunidades, asociaciones de diputados de una región con cierta capacidad de autogobierno.
José Canalejas
José Canalejas intentó aplicar un programa regeneracionista con reformas laborales, fiscales, sociales, militares y políticas. Con ellas se pretendía:
- Conseguir el apoyo popular de la monarquía.
- Mejorar la economía y la vida de las clases trabajadoras.
- Garantizar el orden y terminar con la corrupción y el sistema caciquil.
- Hacer que la población volviera a confiar en los partidos.
Sin embargo, su fracaso trajo consigo el final del sistema de la Restauración.
La Dictadura de Primo de Rivera
La incapacidad de los sucesivos gobiernos para afrontar los graves problemas de España durante las primeras décadas del siglo XX, llevó al capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, a declarar en Barcelona el estado de guerra y suspender la Constitución. El rey aceptó el golpe de estado y nombró a Primo de Rivera presidente de un directorio.
El Directorio Militar
Durante este periodo, los militares controlaron el poder. Al frente del gobierno se encontraba Primo de Rivera, quien concentró todo el poder y fue asesorado por el directorio militar. El gobierno de provincias y ciudades fue controlado por el ejército. La Constitución estuvo suspendida y se intentó sustituir a los partidos políticos por un nuevo partido, la Unión Patriótica, presidido por el general.
Disminuyeron los problemas sociales debido a la mejora de la economía y la política. Para conseguir el mantenimiento del orden, ayudó la creación del Somatén, una institución nacida en Cataluña formada por ciudadanos armados que se organizaban para perseguir a criminales o defenderse de enemigos.
Se prohibió el uso de símbolos propios y la existencia de mancomunidades, lo que generó la oposición del nacionalismo. Se puso fin a la guerra de Marruecos.
El Directorio Civil
Acabada la guerra de África, Primo de Rivera sustituyó el directorio militar por un gobierno civil formado por políticos conservadores, liderado por José Calvo Sotelo. Con él pretendía construir un régimen duradero y permanecer en el poder.
Se convocaron elecciones a una Asamblea Nacional Consultiva que debía redactar una nueva Constitución. La asamblea, muy controlada por el gobierno, no llegó a aprobar el nuevo texto.
Logros de la Dictadura
- Educación: Aumento del número de escuelas primarias y creación de escuelas de trabajo.
- Infraestructuras: Construcción de carreteras, embalses, canales de riego y modernización de la red ferroviaria.
- Economía: Creación de monopolios en sectores básicos de la economía y fomento de la aparición de empresas privadas.
- Social: Creación de un sindicato oficial (Organización Corporativa de Trabajo) donde obreros y patronos debían resolver los conflictos laborales.
Caída de Primo de Rivera
Primo de Rivera, que había prometido una breve presencia en el poder, no tenía intención de abandonarlo. La oposición al régimen creció, ayudada por los efectos de la crisis de 1929 y el deterioro de sus relaciones con el rey y con el resto del ejército.
Cuando el general preguntó a los mandos militares y no encontró apoyos claros para continuar en el poder, dimitió y se exilió a París, donde murió.
Para sustituirlo, el rey encargó al general Dámaso Berenguer la formación de un nuevo gobierno (dictablanda).
Los republicanos y nacionalistas se unieron en San Sebastián y acordaron derribar la monarquía e instaurar de nuevo la república (Pacto de San Sebastián).