Consecuencias de la Guerra
Las consecuencias de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos para España fueron devastadoras, tanto en el ámbito demográfico como económico e ideológico.
Pérdidas Demográficas
Se estima que la guerra provocó la muerte de medio millón de personas.
Pérdidas Económicas
La guerra causó importantes destrucciones materiales, tanto en ciudades como en industrias e infraestructuras. El crecimiento económico del siglo XVIII se vio interrumpido y el comercio floreciente con América disminuyó. Las remesas de los impuestos americanos dejaron de llegar, mientras que los gastos militares aumentaron, lo que provocó un fuerte endeudamiento del Estado.
Independencia de las Colonias
La desconexión de las colonias americanas con España, tras las primeras derrotas ante Gran Bretaña, desencadenó procesos de independencia. La autonomía de los criollos en estos años les llevó a exigir la independencia de la metrópolis.
El Papel del Ejército
La existencia de guerrillas contra los franceses otorgó un papel importante a los militares en la vida política, lo que favoreció la existencia de frecuentes golpes de estado protagonizados por el ejército.
La Constitución de 1869
En septiembre de 1868, un golpe de Estado (pronunciamiento militar en Cádiz del almirante Topete y los generales Prim y Serrano, también denominado como la Revolución Gloriosa) provocó el destronamiento de Isabel II. Paralelamente, aparecieron revueltas urbanas protagonizadas por las clases populares y la burguesía liberal. Se formó un gobierno provisional que convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino. La coalición unionista-progresista-demócrata obtuvo la mayoría, mientras que los carlistas y moderados (alfonsinos) quedaron en minoría a la derecha, y los republicanos a la izquierda.
Características de la Constitución
La Constitución de 1869 fue la más liberal de las aprobadas hasta entonces. Definía a España como una monarquía constitucional democrática y parlamentaria, con soberanía nacional y clara separación de poderes. Las Cortes (Senado y Congreso) eran la base de los poderes del Estado, elegidas por sufragio universal masculino. El rey tenía sus poderes muy limitados por las Cortes. La Constitución incluía una declaración de libertades y derechos individuales, como los de expresión, asociación, reunión y culto. Respondía a las aspiraciones de igualdad política, pero no a la equidad económica y social.
La Búsqueda de un Nuevo Rey
Tras aprobar la constitución, la coalición vencedora se disgregó. Se buscó un nuevo rey para España que tuviera profundas convicciones constitucionalistas y fuera aceptado por todos los estados europeos. El elegido fue el príncipe Amadeo de Saboya (la nueva dinastía que reinaba en Italia), después del candidato alemán que provocó la Guerra Franco-prusiana (1870-71).