Análisis de las Crisis del Siglo XIX en España: Guerra de Independencia y Desastre del 98

Consecuencias de la Guerra de la Independencia

Pérdidas Demográficas y Económicas

Se estiman pérdidas demográficas de medio millón de muertos. A nivel económico, la guerra provocó destrucciones materiales importantes, tanto en ciudades como en industrias e infraestructuras. Además, se rompió el crecimiento económico del siglo XVIII y disminuyó el comercio floreciente con América. Igualmente, dejaron de llegar las remesas de los impuestos americanos, mientras que los gastos militares crecieron, lo que provocó un fuerte endeudamiento del Estado.

Independencia de las Colonias Americanas

Ante la desconexión de las colonias americanas con España desde las primeras derrotas ante Gran Bretaña, comenzaron los procesos de independencia. La autonomía de los criollos en estos años les llevó a exigir la independencia de la metrópolis.

Ascenso del Militarismo

La existencia de guerrillas contra los franceses dio un papel importante a los militares en la vida política, lo que favoreció la existencia de frecuentes golpes de estado protagonizados por el ejército.

La Constitución de 1869

En septiembre de 1868, un golpe de Estado (pronunciamiento militar en Cádiz del almirante Topete y los generales Prim y Serrano, también denominado como la Revolución Gloriosa) provocó el destronamiento de Isabel II. Paralelamente, aparecieron revueltas urbanas protagonizadas por las clases populares y la burguesía liberal. Se formó un gobierno provisional que convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino. Obtuvo mayoría la coalición unionista-progresista-demócrata y quedaron en minoría, a la derecha, los carlistas y moderados (alfonsinos) y, a la izquierda, los republicanos.

Características de la Constitución

La Constitución de 1869 es la más liberal de las aprobadas hasta entonces. Define a España como una monarquía constitucional democrática y parlamentaria; con soberanía nacional y clara separación de poderes; las Cortes (Senado y Congreso) son la base de los poderes del Estado, elegidas por sufragio universal masculino; el rey tiene sus poderes muy limitados por las Cortes; incluye una declaración de libertades y derechos individuales, como los de expresión, asociación, reunión y culto; por último, responde a las aspiraciones de igualdad política, pero no a la equidad económica y social.

Búsqueda de un Nuevo Rey

La coalición vencedora, tras aprobar la constitución, se disgregó. A continuación, se buscó un nuevo rey para España que tuviera profundas convicciones constitucionalistas y fuera aceptado por todos los estados europeos. El elegido sería el príncipe Amadeo de Saboya (la nueva dinastía que reinaba en Italia), después de que el candidato alemán provocara la Guerra Franco-prusiana (1870-1871).

La Crisis del 98 y sus Consecuencias

En los años 90 resurge el independentismo cubano debido a la falta de autonomía política y económica de la isla. Las repercusiones de la guerra desembocarán en una crisis que el sistema de la Restauración no sabrá resolver.

Impacto Ideológico: El Regeneracionismo

Para los intelectuales españoles de la «Generación del 98» la derrota puso de manifiesto el atraso de España. Apareció un importante movimiento intelectual y crítico, el regeneracionismo, que aspiraba a:

  • Moralizar la gestión pública y reformar el Estado.
  • Fomentar la riqueza y el desarrollo económico.
  • Impulsar la enseñanza.
  • Mirar hacia el futuro y cerrar las glorias del pasado.

En 1899, se organizó la «Liga Nacional de Productores» que aglutinó a agricultores castellanos y cámaras de comercio, descontentos con la política económica del gobierno. En el aspecto político, el regeneracionismo aspiraba a sacar a España de la podredumbre y hundimiento moral causado por la «vieja política» y transformarla en una auténtica democracia.

Intentos de Cambio Político

En 1900, Joaquín Costa promovió, junto a Basilio Paraíso y Santiago Alba, la «Unión Nacional», un intento de organización política de las clases productoras para conseguir llegar al poder y reorganizar la vida pública de manera eficaz. Tuvo amplio eco en la prensa, pero no logró convertirse en una tercera fuerza política frente a los dos grandes partidos dinásticos, disolviéndose en 1903. Fracasado su intento de convertirse en partido político, el movimiento se centró en el análisis intelectual del sistema de gobierno. Costa, en su informe sobre «Oligarquía y caciquismo», criticó duramente el sistema de gobierno de España, censurando su falsedad y la necesidad de cambiarlo.

El Regeneracionismo Intelectual y Literario

También hubo un regeneracionismo intelectual y literario, representado por Ángel Ganivet, Unamuno, Maeztu y la Generación del 98. Estos autores expresaron un profundo pesimismo existencial en sus reflexiones sobre la decadencia de España, sentimiento que se extendió a la literatura de la Generación del 98.

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