La Segunda República Española: Un Intento de Modernización y Democratización (1931-1936)
1. Introducción
El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República española, que se prolongó hasta julio de 1936. Un Golpe de Estado contra el gobierno legítimo, en ese mes, desencadenó el inicio de la Guerra Civil Española. Para gran parte de la población española, el nuevo régimen representaba una oportunidad para democratizar y modernizar el Estado mediante un amplio programa de reformas económicas y sociales.
2. La Caída de la Monarquía (Enero de 1930 a Abril de 1931)
Tras la renuncia de Primo de Rivera, el rey nombró jefe del gobierno al general Dámaso Berenguer, quien debía llevar al país a la situación anterior al golpe de estado de 1923, restableciendo la constitución de 1876. El gobierno cometió el error de desarrollar una política económica de restricción de inversiones y eliminación de gastos públicos para hacer frente a la deuda y la crisis, lo que provocó una oleada de huelgas y el crecimiento de la oposición.
En agosto de 1930, algunos partidos republicanos firmaron el Pacto de San Sebastián, con el objetivo de derrocar al régimen. Crearon un Comité Revolucionario presidido por Alcalá Zamora. Al pacto se unieron el PSOE y la UGT, intelectuales y algunos sectores del ejército.
A principios de 1931, Dámaso Berenguer fue sustituido por el almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales el 12 de abril. Los firmantes del Pacto de San Sebastián acudieron formando una coalición. El sistema caciquil de la restauración no pudo funcionar debido a los años de la dictadura, resultando favorable a los republicanos en las capitales de provincia.
Ante esta situación, el rey Alfonso XIII decidió aceptar la voluntad general y abandonar España. Se formó un gobierno provisional, y su presidente, Alcalá Zamora, proclamó la Segunda República el 14 de abril de 1931.
3. La Instauración de la Segunda República y la Constitución de 1931
3.1 El Gobierno Provisional
El Gobierno provisional estaba presidido por Alcalá Zamora y estaba representado por los partidos del Pacto de San Sebastián.
A pesar de su provisionalidad, este gobierno realizó importantes reformas. Al mismo tiempo, se enfrentó a graves problemas: en Cataluña, el líder autonomista (Maciá) proclamó, ilegalmente, la República Catalana, se quemaron conventos y aumentó considerablemente el número de huelgas.
El Gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes en junio de 1931, donde pudieron votar todos los varones mayores de 23 años. Triunfaron los partidos de izquierda, especialmente los socialistas.
3.2 La Constitución de 1931
Elegidas las Cortes, se inició la redacción de la Constitución de 1931. Esta nueva constitución se caracterizó por lo siguiente:
- Se define el Estado como “República democrática de trabajadores de toda clase”, subrayando el carácter popular de la Soberanía.
- Sufragio universal masculino y femenino. En las elecciones de 1931 las mujeres podían ser diputadas, pero no podían votar.
- Nueva ordenación de poderes. El poder legislativo quedaba depositado en unas Cortes Unicamerales y el poder ejecutivo sería dualista: por un lado, el presidente de la República, y por otro, el presidente del gobierno.
- Se reconoce el Estado Unitario, “integral”, pero se admite la posibilidad de que un conjunto de provincias se constituya en “región autónoma”. Para que se conceda la autonomía, las regiones deben presentar un Estatuto de Autonomía.
- El Estado se declaró no confesional, suprimió cualquier subvención a la iglesia y prohibió a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza.
4. Evolución Política y Social de la II República
4.1 Bienio Reformista (Diciembre 1931 / Noviembre 1933)
Aprobada la Constitución de 1931, Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña se puso a cargo del gobierno formado por Republicanos de Izquierda y Socialistas. Este se propuso continuar el programa de reformas que ya se había iniciado anteriormente:
- Reforma Militar. Buscando la republicanización del ejército, se redujo a la mitad y se promulgó la Ley de Retiro de la Oficialidad.
- Reforma Religiosa. Fue la que creó más enemigos a la República. Los temas más polémicos fueron el establecimiento del divorcio, la secularización de los cementerios, la supresión del presupuesto del clero, etc.
- Reforma Autonómica. Se constituyó un Gobierno catalán (Generalitat) que elaboraría un Estatuto de Autonomía para presentarlo a las Cortes, que finalmente sería aprobado en 1932.
- Reforma Agraria. Era muy importante, debido al papel de la agricultura en la economía española y a la pervivencia del latifundismo con numerosos jornaleros sin tierras. La Ley de Reforma Agraria fue aprobada en septiembre de 1932 y se aplicó a través del Instituto de Reforma Agraria.
- Reformas laborales. Destacaron la reducción a 8 horas la jornada laboral de los campesinos y la obligación de los patronos de contratar obreros locales.
- Reformas educativas. Se intentó acabar con la hegemonía de la enseñanza religiosa y se adoptó un modelo de escuela mixta, laica y gratuita.
- Reforma del código civil y penal para aumentar las capacidades jurídicas de la mujer (matrimonios civiles, compartir con el marido los bienes conyugales, etc.).
El gobierno de Azaña se enfrentó a numerosos problemas. Entre los más importantes destacan los siguientes:
Por un lado, la reacción de las derechas, como pone de manifiesto el Golpe de Estado fallido de 1932 (Sanjurjada). Los católicos buscaron unir sus fuerzas para cambiar el rumbo del gobierno, naciendo en 1933 la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Más a la derecha de la CEDA se encontraban otros grupos que confiaban en la preparación de un golpe de Estado más eficaz (Renovación Española, el Carlismo y Falange Española).
Por otro lado, los anarquistas fomentaron numerosas huelgas y ocupaciones de tierras, provocando a la República, que respondía firmemente. Los sucesivos problemas llevaron a acabar con el gobierno y se convocaron nuevas elecciones en noviembre del 33, en las que votaron por primera vez las mujeres.
4.2 Bienio Conservador o Radical-Cedista (Noviembre 1933 / Febrero 1936)
La derecha (CEDA) obtuvo un triunfo indiscutible en las elecciones, compartido con el centro representado por el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux. Los sucesivos gobiernos revisaron las reformas de los gabinetes de Azaña, suspendiéndolas o anulándolas. En este sentido, durante los dos años de gobierno se adoptaron decisiones de tono reaccionario:
- Aprobación de una Ley de Amnistía que favorecía a los militares y monárquicos encarcelados por participar en el golpe de Estado de Sanjurjo en 1932. Los militares recuperaban su protagonismo.
- Se permitió, nuevamente, a la Iglesia ejercer su actividad docente y recibir subvenciones públicas.
- No se concedió ningún estatuto de autonomía (llegándose a suprimir el Estatuto de Autonomía de Cataluña).
- Se puso en marcha una auténtica Contrarrevolución Agraria, que significó el bloqueo del proceso iniciado por el gobierno anterior.
- Se ralentizó el programa de escuelas públicas al reducir el presupuesto.
Convencidos de que la CEDA de Gil Robles pretendía destruir la República e implantar el fascismo que proliferaba por Europa, la dirección del PSOE se mostraba decidida a tomar el poder por la fuerza y a practicar una política revolucionaria. El 1 de octubre, socialistas, ugetistas y anarquistas convocaron una Huelga General Revolucionaria que adquirió carácter de insurrección popular en Asturias, Cataluña y el País Vasco.
El 6 de octubre, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Lluis Companys, rompía con el gobierno central y proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El gobierno de Madrid declaró el estado de guerra. En Asturias, las organizaciones proletarias asaltaron los cuarteles de la guardia civil, tomaron la cuenca minera, asaltaron fábricas de armas y se apoderaron de Oviedo. La revuelta desbordó pronto al gobierno, que llamó al general Franco para asesorar técnicamente desde Madrid. Las represalias se extendieron por toda España: 30.000 personas fueron encarceladas, se limitaron las actividades de los partidos de izquierda y se estableció la censura previa.
La revolución supuso un punto de inflexión, pues a partir de este momento, para la izquierda internacional, la lucha no sería entre proletariado y burguesía, sino entre fascismo y democracia.
Por otro lado, a finales de 1935, el gobierno derechista sufrió un gran desprestigio al verse involucrado en sobornos y escándalos financieros, lo que provocó una grave crisis gubernamental que llevaría al adelanto de las elecciones. La convocatoria electoral se fijó para el 16 de febrero del 36.
4.3 Gobierno del Frente Popular (Febrero 1936 / Julio de 1936)
El triunfo de las elecciones de febrero fue para el Frente Popular, y Azaña se convierte en jefe del gobierno por segunda vez. Las medidas más importantes que puso en marcha fueron:
- Amnistía total para los insurrectos del 34.
- Restitución del Estado de Autonomía a Cataluña.
- Ilegalización de la Falange y encarcelamiento de sus jefes.
- Alejamiento de Madrid de aquellos mandos militares peligrosos.
- Restauración de la legislación social y continuación de la reforma agraria.
En mayo, A. Zamora fue sustituido como presidente de la República por M. Azaña, y Casares Quiroga fue nombrado jefe de gobierno. Durante junio y julio se produjeron agitaciones revolucionarias. El 12 de julio, el teniente izquierdista José Castillo fue asesinado. Como venganza, al día siguiente fue asesinado Calvo Sotelo. España entera se estremeció sospechando que la conjura militar podía estar a punto de saltar a la luz.
5. El Alzamiento Militar
La fecha de la sublevación militar (a cargo del general Mola) estaba fijada el 18 de julio, pero el asesinato de Sotelo adelantaría los acontecimientos. Finalmente, el 17 de julio del 36, la guarnición de Melilla se sublevó y declaró el estado de guerra en el protectorado español de Marruecos, disparando el mecanismo que llevaría a España a la guerra civil. Desde Canarias, Franco voló a Tetuán para ponerse al mando del ejército “africano”, mientras el levantamiento se ponía en marcha en la Península un día después, ante el desconcierto del gobierno de Casares Quiroga. En pocos días, tras el fracaso del levantamiento en las principales ciudades, el enfrentamiento entre las fuerzas sublevadas y las leales al gobierno se convirtió en una sangrienta Guerra Civil que duraría tres años.
6. Conclusión
En conclusión, la II República supuso una oportunidad de crear en España un marco de convivencia democrática, modernizar las estructuras del Estado e iniciar un amplio programa de reformas sociales que acabasen con el atraso económico y la gran injusticia social que había en el país. Sin embargo, la falta de cultura democrática, la inestabilidad política, la conflictividad social, la excesiva urgencia revolucionaria de una parte de la clase obrera y la intransigencia de las clases dominantes y de la iglesia, llevaron al país hacia una guerra civi