1.- Introducción a Al-Ándalus
En el año 711 comenzó la invasión musulmana de la Península Ibérica. El ímpetu expansionista del nuevo imperio islámico, junto con los graves problemas por los que atravesaba la Monarquía visigoda, han sido consideradas las causas de la rápida conquista de Hispania por los musulmanes.
Comenzó de esta manera un periodo de dominación islámica de la Península que perduró ocho siglos. En tan largo periodo se alternaron épocas de esplendor con otras de crisis. Y durante este periodo coexistieron en ese espacio, aunque no sin problemas, practicantes de tres religiones (y de tres culturas): la islámica, la cristiana y la judía. Hubo habitualmente cierta tolerancia entre ellas, y eso permitió un rico intercambio cultural, fundamental en la Historia de España y de Europa y en el pensamiento de los españoles.
2.- La Conquista (711-716)
Durante esta época las luchas por el poder de la monarquía visigoda estaban a la orden del día, y más tras la muerte del rey, y eso fue lo que ocurrió. Witiza, un rey visigodo, murió; dos fueron los candidatos a sustituirle, su hijo, Agila; y Don Rodrigo, un destacado noble. Fue don Rodrigo el que salió erigido rey, pero los partidarios de Agila no cesaron en su empeño, por lo que pidieron ayuda a unos bárbaros para destronarle: los musulmanes.
En el año 711 comenzó la invasión musulmana de la Península, las tropas musulmanas cruzaron el estrecho de Gibraltar y se enfrentaron a los visigodos en la Batalla de Guadalete. Los musulmanes salieron victoriosos de esa batalla. Entonces, los musulmanes aprovechando las calzadas romanas conquistaron casi toda la Península. En el año 716, los musulmanes dominaban toda la Península, salvo los territorios que estaban entre la Cordillera Cantábrica y el mar.
En el año 714, el Califa de Damasco, había autorizado la formación de una nueva provincia musulmana en Hispania, que recibió el nombre de Al Ándalus de la que se ocuparía un emir.
3.- El Emirato Dependiente (714-756)
Este Emirato dependiente de Damasco tuvo su capital en Córdoba, y sufrió un periodo complicado ya que:
- Conocieron las primeras derrotas militares:
- En el año 722 fueron derrotados en Covadonga por los hispanogodos al mando de Don Pelayo.
- En el 732, Carlos Martel, rey de los francos los venció en la batalla de Poitiers.
- Aparecieron los primeros problemas internos:
- Enfrentamientos entre la minoría dirigente, de origen árabe, y la gran masa de población, de origen norteafricano (bereberes).
- Enfrentamientos entre la aristocracia árabe.
- Tuvieron que hacer frente a los problemas propios del sometimiento de las poblaciones conquistadas.
En el año 750, la dinastía omeya, a la que pertenecía el Califa de Damasco, fue apartada violentamente del poder por una nueva dinastía, la Abasí. Un omeya, Abderramán I, logró huir y se dirigió a Al Ándalus donde llegó en 755, y se proclamó emir en el 756. Con Abderramán I se creó el Emirato Independiente de Al Ándalus.
4.- El Emirato Independiente (756-929)
Desde entonces Al Ándalus se proclama como un nuevo estado en el que sus gobernadores gobernaban autónomamente aunque en materia religiosa se reconocía la autoridad superior del Califa.
Pero para mantener el poder de los omeya era preciso:
- Resolver los problemas internos:
- Los que ocasionaban los gobernadores de las marcas, es decir, territorios musulmanes fronterizos con los reinos cristianos peninsulares, que no siempre les obedecían.
- Los que ocasionaban los bereberes y los muladíes (cristianos convertidos al islam) que querían mejorar sus condiciones.
- Problemas ocasionados por mozárabes, cristianos que vivían en Al Ándalus, que se sublevaban con frecuencia.
- Formar un ejército fuerte que permitiera mantener el orden interior y defenderse de ataques exteriores.
- Conseguir la suficiencia económica, para garantizar la independencia política de Al Ándalus.
Debido al buen trabajo de los primeros emires independientes, Al Ándalus florecía y despertaba por ello la codicia de los reinos cristianos del norte.
5.- El Califato (929-1031)
5.1.- El Final del Emirato Independiente
Desde mediados del siglo IX, los emires vivían muy relajados en el esplendor de Al Ándalus, por lo que descuidaron aquellos aspectos de los que dependía su supervivencia y se encontraron con:
- Las revueltas y sublevaciones cada vez más frecuentes de mozárabes, los bereberes y los muladíes.
- La excesiva autonomía de los gobernadores de las marcas.
- El avance de los reinos cristianos del norte, cada vez más organizados y fuertes que vieron una buena ocasión de invadir Al Ándalus con la debilidad del Emirato.
- El peligro de una posible invasión de fatimíes.
5.2.- Abderramán III y la Proclamación del Califato
Y pasaban los años, y el Emirato se debilitaba cada vez más, pero en el año 912, Abderramán III se proclamó emir independiente y comenzó a trabajar para recuperar la unidad del Emirato y consolidar al mismo tiempo el poder del emir:
- Ordenó atacar los reinos cristianos del norte.
- Tomó las medidas para evitar que los fatimíes invadieran la Península Ibérica ocupando Ceuta, Melilla y Tánger.
- Terminó con la rebelión de los muladíes.
En el año 929 Abderramán III se proclama Califa, concentrando en su persona todo el poder, tanto político y militar, como por primera vez el religioso.
5.3.- La Evolución Política del Califato de Córdoba
Durante el gobierno del primer Califa y con su hijo y sucesor Al Hakam II creció la economía y alcanzaron la brillantez las artes y las ciencias. Pero al morir Al Hakam, en el año 976, su sucesor Hisham II se convirtió en una marioneta en manos del Hachib Almanzor. Éste y sus partidarios, fanáticos religiosos y militaristas, la emprendieron contra los cristianos del norte, muladíes, judíos y mozárabes. Se acabó la paz y esa época de prosperidad y se avivaron las revueltas internas mientras se asaltaba sin descanso las principales ciudades de la España cristiana: Barcelona, Zamora, León, Santiago de Compostela…
Cuando murió Almanzor le sucedieron primero Abdelmalik y luego Abderramán, conocido como Sanchuelo, sus dos hijos. Sanchuelo se enfrentó al entonces Califa en una guerra civil conocida como fitna, que acabó en 1031 con la deposición del último Califa. Con la desaparición del poder central, Al Ándalus se fragmentó en múltiples reinos, conocidos como Taifas.
6.- La Crisis del Siglo XI: Las Taifas y los Imperios Norteafricanos (Almorávides y Almohades) (1031-1246)
6.1.- Las Primeras Taifas (1031-1086)
Cuando en el año 1031 cayó definitivamente el Califato, todas las coras o provincias que aún no se habían independizado, se proclamaron independientes.
En un primer momento se formaron 39 pequeños reinos llamados Taifas aunque este número varió.
Casi todos estos reinos, prosperaban, pero empezaron a enfrentarse entre ellos.
Esta vez los reinos cristianos del norte pudieron y supieron beneficiarse de la situación; cobrándoles impuestos, llamados parias. Y las taifas lo aceptaban. Pero, en el año 1085, Alfonso VI de León conquistó la Taifa de Toledo. Temerosas las taifas a otras incursiones cristianas buscaron ayuda militar en el exterior, en este caso la de los almorávides del norte de África.
6.2.- El Primer Imperio Norteafricano: Los Almorávides en la Península (1086-1145)
Los almorávides eran monjes-soldados, extremistas religiosos que en 1086, reclamados por las Taifas llegaron a la Península Ibérica para ayudarles con los reinos cristianos del norte. Los almorávides derrotaron al rey Alfonso VI en la batalla de Sagrajas, después decidieron quedarse y reunificar Al Ándalus. Pero surgieron problemas, como el empuje de los reinos cristianos o revueltas internas, en 1145 estaban tan debilitados que su poder decayó y, de nuevo, Al Ándalus volvió a fragmentarse. Surgieron entonces las segundas Taifas.
6.3.- Las Segundas y Terceras Taifas y los Almohades (1145-1246)
Otra vez ante el avance de los cristianos las Taifas reclamaron la ayuda a los almohades del norte de África. Entraron los almohades en 1147 y terminaron de reunificar Al Ándalus en 1172. Los almohades fueron derrotados definitivamente en 1212 por una coalición de reinos cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa. A partir de entonces se constituyeron las terceras Taifas (1212-1246). Ante el avance cristiano sólo resistió la taifa de Granada, que se mantuvo en pie hasta 1492.
6.4.- La Taifa Nazarí de Granada
En la ciudad de Granada tenía su capital, pero el reino se extendía por el sureste de lo que es hoy Andalucía. La taifa de Granada se había constituido en el año 1013, durante la guerra civil y sobrevivió hasta 1492 pagando parias al reino de Castilla que se erigió como su protector a cambio de la compensación económica.
7.- La Organización Política de Al-Ándalus
El Estado andalusí se caracterizaba por su carácter centralista en el que todo el poder estaba concentrado en una sola persona: el Emir primero, y a partir del año 929, el Califa que no sólo era la autoridad civil, sino también la militar y religiosa.
Por debajo del jefe de Estado estaba el Hachib o Jefe de Gobierno ayudado por varios ministros, los visires.
En lo administrativo, Al Ándalus se dividía en provincias, las llamadas coras, al frente de las cuales estaba un gobernador, el valí, y un juez, el cadí. Las provincias fronterizas con los reinos cristianos del norte se llamaban marcas.
8.- La Población de Al-Ándalus y la Organización Social
Era una población muy heterogénea, formada por distintas etnias (árabes, bereberes, hebreos, hispanogodos). La población se dividía en dos grandes grupos:
- La Umma o comunidad de creyentes. Integrada por todos los habitantes de religión musulmana:
- La minoría árabe. De origen árabe, se ocupaban de las tareas de gobierno y administración, asimismo poseían grandes espacios de tierras.
- Los bereberes. De origen norteafricano, ocupaban cargos intermedios en la administración y el ejército, pero muchos se dedicaban a la artesanía, la agricultura y el comercio.
- Los muladíes. Cristianos convertidos al Islam para mantener sus propiedades y pagar menos impuestos. Eran musulmanes de tercera categoría por lo que sus condiciones de vida no diferían de las de los mozárabes.
- Los Dimníes o tributarios. La población no islámica (mozárabes y judíos), Se les otorgó libertad de culto, libertad de movimiento y para tener autoridades propias y de ser juzgados conforme a sus leyes. Pero tenían que:
- Pagar impuestos especiales.
- No podían ejercer cargos públicos.
- Los hombres no podían casarse con mujeres musulmanas.
- Les estaba prohibido tener empleados musulmanes.
- Debían habitar en barrios separados de los musulmanes.
- Los esclavos. Fueron fundamentalmente prisioneros de guerra, parte del botín, aunque también parte de los tributos. Constituían el escalón más bajo de la sociedad.
9.- El Legado Cultural de Al-Ándalus
Los musulmanes destacaron en:
- Filosofía, cuyo máximo exponente fue el cordobés Averroes que aunó los principios de la religión islámica con los planteamientos de Aristóteles.
- Historia, para explicar la vida y mensaje de Mahoma y las conquistas del islam.
- Geografía, para conocer el mundo islámico y los lugares sagrados.
- Literatura, destacando principalmente la poesía.
- Ciencia, en las escuelas llamadas “madrasas”, se enseñaban diversas campos del conocimiento. De especial trascendencia fue la introducción en Europa, desde Al Ándalus, del sistema de numeración arábigo.
- La Arquitectura, es la manifestación artística más reconocida de Al Ándalus. De la arquitectura andalusí destacamos la Mezquita de Córdoba y la ciudad-palacio de Medina Azahara, también en Córdoba, y la Alambra de Granada.