Transición a la Democracia en España: De la Muerte de Franco a la Consolidación Democrática
El Reinado de Juan Carlos I y el Inicio de la Reforma
Tras la muerte de Franco, el Príncipe Juan Carlos fue proclamado Rey de España el 22 de noviembre de 1975. Se inició un delicado proceso de establecimiento de las libertades y cambio de régimen conocido como la Transición Democrática. El papel desempeñado por el Rey Juan Carlos I fue de enorme importancia, ya que desde el primer momento puso todo su empeño por establecer una monarquía democrática, constitucional y parlamentaria. Este proceso de reforma se llevó a cabo, en sus inicios, desde la ilegalidad.
Al principio, dicho programa no contaba con el apoyo de la derecha ni de la izquierda. La primera estaba anclada en la intransigencia y la continuidad del régimen franquista, mientras que la segunda, muy dividida, deseaba una ruptura democrática y pedía la instalación de un gobierno provisional y unas cortes constituyentes que decidieran el modelo de Estado, esto es, monarquía o república.
Las presiones de los poderes fácticos le hicieron confirmar a Arias Navarro como presidente de Gobierno. Se iniciaba la llamada Primavera Arias, por la expectación levantada gracias a las promesas aperturistas formuladas a la oposición, que organizó una serie continua de huelgas y manifestaciones que fueron reprimidas con gran dureza. Para sustituirle, el Rey nombró a Adolfo Suárez.
La Ley para la Reforma Política y las Primeras Elecciones Democráticas
El primer paso se dio cuando las Cortes franquistas aprobaron la Ley para la Reforma Política, que creaba unas Cortes bicamerales, y fue sancionada por el Rey en enero de 1977. Los partidos políticos obraron sin dificultades y se legalizó el PCE. Se convocaron elecciones generales que se celebraron pacíficamente y con gran participación ciudadana.
El resultado de las elecciones aclaró el panorama político. La UCD, fue clara vencedora con el 34% de los votos. Le seguía el PSOE liderado por Felipe González con el 28%. Estos resultados refrendaban la opción moderada del pueblo español, que rechazaba tanto a la extrema derecha franquista como a la izquierda revolucionaria.
Amenazas al Proceso Democrático
Sin embargo, todo este proceso de reformas siempre se vio amenazado por dos fuerzas antagónicas:
- La extrema derecha que propugnaba un golpe militar que pusiera fin al proceso democrático.
- ETA y el GRAPO, que con los ataques al ejército y las fuerzas policiales alimentaban las posibilidades de un golpe militar.
El Golpe de Estado del 23-F y el Gobierno de Calvo Sotelo
El Intento de Golpe de Estado
Las tensiones propias de una situación de crisis económica alimentaban los deseos involucionistas de los grupos de la derecha radical y de los sectores más conservadores del ejército, que miraban con nostalgia hacia los tiempos de la dictadura. Todo ello alimentaba actitudes golpistas.
El 23 de febrero de 1981, un mes después de que Suárez anunciase su dimisión, mientras se procedía a la votación de investidura de Calvo Sotelo, un grupo de guardias civiles, a las órdenes del teniente coronel Tejero Molina, irrumpió en el hemiciclo, interrumpiendo la votación. La representación de la soberanía nacional quedaba secuestrada.
Al filo de la medianoche, Juan Carlos I desautorizó el golpe y conminó a los militares golpistas a deponer su actitud. Los días siguientes, grandes manifestaciones recorrieron las calles de las principales ciudades del país, invocando la Constitución y proclamando su voluntad de continuar por la senda de la democracia.
El Gobierno de Calvo Sotelo y la Adhesión a la OTAN
El gobierno de Calvo Sotelo no logró frenar los graves enfrentamientos internos que sacudían a la UCD. Una de las prioridades del gobierno fue impulsar una política exterior de acercamiento a Europa y sus instituciones. Calvo Sotelo llevó a cabo la adhesión de España a la OTAN.
Ante la grave crisis de UCD, Suárez fundó su propio partido, el CDS, con la clara vocación de recoger el legado de la UCD, cuya descomposición era patente. La debilidad del gobierno, sin apoyos parlamentarios para llevar a cabo su tarea, obligó a Sotelo a adelantar las elecciones. Los comicios fueron convocados para octubre de 1982.
El Triunfo del Partido Popular y la Consolidación Democrática
El Ascenso del Partido Popular
Felipe González convocó las elecciones generales para 1996. El líder socialista concurría por quinta vez a los comicios en un ambiente de pesimismo para su partido: la corrupción había continuado golpeando y la crisis económica no había quedado atrás. Las elecciones las perdió el PSOE y ganó el PP. Aznar, después de unas difíciles negociaciones, logró la investidura. Tuvo necesidad de buscar apoyos. Al final consiguió el apoyo de los nacionalistas catalanes, vascos y canarios.
El nuevo gobierno se asentó poco a poco por la bonanza económica que llegó tras la crisis y por afrontar el paro. El PP mejoró su imagen y al final de su legislatura había alcanzado éxitos económicos. Se presentaba ante los españoles como un partido de centro-derecha. Los resultados de las elecciones municipales refrendaron el anterior éxito de los populares. En el año 2000, Aznar convocó las elecciones generales. Volvieron a dar el triunfo al PP, que alcanzaba la mayoría absoluta.
Con la llegada del Partido Popular al poder, se puede considerar que la Transición Española culminó con éxito, consolidando la democracia en España.