China bajo el Maoísmo (1949-1976)
El Modelo de Estado
Aunque el modelo del nuevo Estado chino era el soviético, no fue impuesto por la URSS desde el punto de vista ideológico o militar. El PCUS había tenido escasa influencia sobre el Partido Comunista de Mao desde que lo abandonó a su suerte en los años treinta. Los soviéticos, además, no se mostraron entusiasmados con el triunfo de los comunistas chinos, que habían ganado la Guerra Civil sin su ayuda. El nuevo régimen se basaba en la presencia del Partido Comunista Chino en todos los ámbitos de la política y de la sociedad. El partido-Estado tenía una dirección muy centralizada y Mao lo lideraba sin apenas oposición.
La Planificación Económica
Aunque al principio se adoptó un sistema mixto en el que convivían cooperativas, empresas privadas, pequeños propietarios agrícolas y empresas estatales, a partir de 1953 se pasó a la construcción directa del socialismo. Se aplicó una planificación muy dirigida organizada en planes quinquenales y se apostó por la industria pesada y la colectivización de la agricultura.
El Comunismo Agrario
A partir de 1958, China se embarcó en un ambicioso y utópico proyecto económico y social dirigido por Mao y conocido como el Gran Salto Adelante. Al tiempo que el país se industrializaba, se movilizó a la sociedad rural con el fin de crear un comunismo agrario. Los campesinos fueron agrupados en diversas comunas del pueblo. Estas comunas eran autosuficientes, tenían industrias y fundiciones propias, la vida estaba colectivizada y los salarios eran sustituidos por seis servicios básicos:
- Comida
- Asistencia sanitaria
- Peluquería
- Funerales
- Educación
- Proyección de películas
Las Persecuciones Políticas: Las Cien Flores
El enorme coste en vidas humanas de las experiencias económicas y sociales chinas suscitó una gran oposición dentro del partido comunista y entre los intelectuales independientes. Contra estos grupos se dirigieron distintas persecuciones políticas, promovidas por Mao, como la Campaña de las Cien Flores (1956-1957), en la que se invitó a toda la población a que ejerciese la libertad de expresión e hiciese públicas sus críticas al sistema. Como las protestas fueron abundantes, especialmente entre los artistas, intelectuales y profesionales, se produjo una fuerte represión y los contrarrevolucionarios fueron detenidos en masa.
Las Persecuciones Políticas: La Revolución Cultural
La Revolución Cultural tuvo lugar entre 1965 y 1976. Mao, al que el partido no permitió efectuar una purga de los elementos más críticos hacia su política, promovió una campaña contra los intelectuales y los revisionistas. Con el apoyo de la izquierda del partido, el ejército y grupos de jóvenes radicales, dirigió una política de reinserción y reeducación de altos dirigentes comunistas, funcionarios, profesionales técnicos, profesorado universitario y sectores intelectuales. Los sospechosos de reformismo fueron degradados y humillados públicamente por los Guardias Rojos y regenerados en prisión. Esta renovación de la revolución se convirtió en una inmensa purga y supuso el reconocimiento del poder supremo de Mao hasta su muerte, ocurrida en 1976.
La Ruptura con la URSS
La Revolución Cultural y la desestalinización de la URSS terminaron enfrentando a las dos grandes potencias comunistas. La ruptura se produjo entre 1960 y 1963, cuando Mao, apegado al estalinismo, acusó a la URSS de Kruschev de pseudosocialista, burguesa y revisionista. Como consecuencia, China perdió el apoyo económico de la Unión Soviética y se mostró hostil con los países socialistas prosoviéticos. Esto le aproximó a los países occidentales: ingresó en la ONU (1971) en lugar de la República China, es decir Taiwán, y recibió al presidente estadounidense Nixon (1972). A pesar de la retórica ultrarrevolucionaria del maoísmo, China, tras intervenir en el conflicto de Corea en los años cincuenta, no promovió guerras revolucionarias que no estuviesen relacionadas con sus problemas internos. Fue el caso de los conflictos fronterizos con la India, Vietnam y la URSS.
La Difusión del Maoísmo
El maoísmo tuvo una gran influencia mundial durante los años sesenta y setenta, especialmente en ciertos círculos minoritarios. Estos grupos sociales estaban desencantados con el aburguesamiento de la URSS e idealizaron la Revolución Cultural, leyendo con avidez el Libro Rojo de Mao, una publicación que recogía el ideario del dirigente chino.
Después de Mao
El Partido Comunista Chino evolucionó hacia posturas más conservadoras y realistas y olvidó la experiencia anterior. Se deshizo de los maoístas radicales, encabezados por la llamada Banda de los Cuatro y otorgó la dirección a Deng Xiaoping (1977).