La Restauración y el Congreso de Viena
Inglaterra, Rusia, Prusia y Austria se propusieron, tras la derrota de Napoleón en Waterloo en 1815, establecer un nuevo orden y dirigir la vida internacional, formando la Cuádruple Alianza. En el transcurso de la Paz de París de 1814, se decide el retorno de los Borbones a Francia en la persona de Luis XVIII. El nuevo mapa europeo fue interrumpido por Napoleón y la proclamación del Imperio de los Cien Días. En la segunda Paz de París se habían reunido los emperadores con el Zar de Rusia para firmar la Santa Alianza: proponía la intervención militar en defensa del absolutismo y buscaba asegurar la paz.
Las tensiones permanecían latentes entre Inglaterra y Rusia, entre Austria y Rusia, y entre Austria y Prusia. Los estados tapón pretendían levantar barreras frente a Francia.
La Revolución de 1820
La primera revolución liberal se inició en España. En enero de 1820, el comandante Riego y el general Quiroga se sublevan en las Cabezas de San Juan. Fueron apoyados por el pueblo y restablecieron la constitución liberal de 1812. Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución y convertirse en rey del nuevo gobierno liberal.
El Congreso de Verona autorizó la intervención en España. Los Cien Mil Hijos de San Luis pusieron fin al Trienio Liberal.
La Revolución de 1830
Fue de tipo liberal-nacionalista, dirigida por la burguesía. Luis XVIII adoptaba como modelo constitucional una carta otorgada. Su hermano Carlos X firmó las ordenanzas que suspendían la libertad de prensa, disolvían la cámara de diputados y establecían un nuevo régimen.
La insurrección de París, con la burguesía liberal apoyada por el pueblo y el proletariado, desembocó en el destronamiento de Carlos X. Existía temor a la república, sinónimo de terror. La alta burguesía, recelosa de las democratizantes que el proletariado y la pequeña burguesía querían imprimir a la revolución, propuso a Luis Felipe de Orleans. París lo eligió como nuevo rey. La nueva constitución entregó el poder a la alta burguesía. Los problemas sociales seguían latentes.
Consecuencias de la Revolución de 1830
- El sistema de alianzas quedó reducido, solo quedaban unidas Austria, Prusia y Rusia.
- Había un grupo de naciones liberales en cuyo sistema político se evidenciaba la toma de poder por la burguesía conservadora.
- Como objetivo político se consiguió una monarquía constitucional, se privó a la mayoría de la población del derecho al voto y de una total libertad.
La Revolución de 1848
Fueron levantamientos liberales y nacionalistas que estallaron por causas económicas y sociales. El estallido revolucionario se inició en Francia. La clase media aspiraba a medidas más liberalizadoras. En tres jornadas de febrero, la clase media se manifestó en París y consiguió la abdicación de Luis Felipe de Orleans, proclamándose la II República. Se formó una asamblea nacional constituyente. El estado francés se convertía en una democracia.
La clase media, ante las peticiones de igualdad social de los trabajadores, se alarmó: peligraba la propiedad privada, y volvió a aliarse con los sectores de la burguesía. Volvió una gestión burguesa conservadora. Luis Napoleón Bonaparte se convirtió en presidente de la República Francesa y dio un golpe de estado, proclamándose una monarquía autoritaria.
Consecuencias de la Revolución de 1848
- Afectó a países gobernados por regímenes autoritarios y a países con monarquías liberales pero debilitadas.
- La burguesía tenía objetivos moderados y el proletariado luchaba por profundas reformas sociales que cambiaran el sistema productivo.
- La fuerza conjunta de los monarcas absolutistas logró frenar la revolución.
- Las contradicciones entre los propios miembros debilitaron el movimiento revolucionario frente a la solidaridad mostrada entre los monarcas.
La Unificación de Italia
Italia estaba formada por docenas de estados junto a otros reorganizados en el Congreso de Viena. En el plano político existieron tres modelos de estado nacional:
- Los neogüelfos que pretendían formar una nación alrededor del Papa.
- Los republicanos de Mazzini, que predicaban la insurrección popular contra los soberanos y el establecimiento de la república.
- La unidad italiana en torno a Piamonte.
En el ámbito económico, los comerciantes y fabricantes de los estados del norte, fortalecidos con el crecimiento industrial, veían en la unidad política una gran oportunidad para enriquecerse. Hasta 1849 se imponía la unidad desde el Reino de Piamonte-Cerdeña. Para conseguir este objetivo tuvieron que resolverse tres problemas fundamentales: la presencia austriaca, la cuestión romana y los Borbones en el sur.
La caída del Reino de las Dos Sicilias fue obra de Giuseppe Garibaldi. Este acudió en auxilio de las revoluciones sicilianas. Tras convocarse un parlamento en Turín, se proclamó monarca del nuevo Reino de Italia a Victor Manuel II. Roma se incorpora como capital del nuevo reino. Italia se convirtió en una monarquía constitucional de corte liberal, con problemas como el retraso económico o la desigualdad entre el norte industrial y el sur agrícola.