Pintura Rupestre (35.000-5.000 a.C.)
Se trata de un arte figurativo en el que se destacan los animales pintados con técnicas naturalistas. Las figuras se hallan superpuestas sin formar una escena, aunque presentan efectos de volumen y movimiento. La mayoría de estas pinturas se encuentran en la zona levantina; sobresalen las pinturas halladas en abrigos (al aire libre) en Cogul.
Iberos
(Turdetanos, Bástesenos) Su zona geográfica abarcaba la costa sur y mediterránea. Su economía era agrícola y artesana. Acuñaban moneda propia y conocían la escritura. Habitaban en poblados amurallados. Su organización social se basaba en la tribu, con una jerarquía social encabezada por una aristocracia guerrera.
Celtas
(Vacceos, Gaélicos) Habitaban las tierras de la Meseta y la costa atlántica peninsular. Su economía era rudimentaria y autosuficiente, con una agricultura basada en el cultivo de cereales. Se asentaban en castros elevados. No conocían la escritura y su idioma era el indoeuropeo. Su organización social era de tipo tribal.
Hispania Romana (finales del siglo III a.C.)
Los romanos permanecieron en la península Ibérica hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. Su llegada trajo consigo la formación de latifundios, la propiedad privada de la tierra, la mano de obra esclava, la ciudad como centro de producción e intercambio de mercancías, y el uso de la moneda.
En su estructura social, según la riqueza, había una aristocracia, una burguesía acomodada de negociantes y propietarios de villas agrícolas, numerosos grupos de trabajadores libres, y se generalizó el trabajo de los esclavos.
En la agricultura, introdujeron técnicas de regadío y la utilización de animales de tiro. Se cultivaban cereales, vid y olivo. La artesanía y el comercio florecieron, y se generalizó el sistema monetario romano. Se explotaban recursos minerales y se producían artesanías.
Políticamente, las ciudades eran gobernadas por un consejo elegido por los ciudadanos entre la oligarquía local.
Culturalmente, se impuso la lengua latina, la religión romana y, posteriormente, la cristiana, así como el derecho romano.
Reino Visigodo (507-711)
A principios del siglo V, penetraron en la península Ibérica pueblos bárbaros, como los vándalos. Los romanos autorizaron a los visigodos a asentarse en el sur de Francia para controlar la península. Cuando desaparece el Imperio Romano, los visigodos, desplazados del sur de Francia, establecen en la península Ibérica el reino visigodo, con capital en Toledo.
Su organización política era una monarquía hereditaria, apoyada en el Aula Regia y los Concilios de Toledo. El rey visigodo más destacado fue Leovigildo, quien expulsó a los bizantinos.
Socialmente, se produjo una decadencia de las ciudades y la actividad artesanal y comercial. La economía se ruralizó, con la agricultura y la ganadería como actividades básicas. Se concentró la propiedad de la tierra y surgieron los siervos. La crisis del reino facilitó la invasión musulmana de la península Ibérica en el año 711.
Al-Ándalus (711-1492)
Así denominaron los árabes a la península Ibérica durante el largo período de dominación musulmana. Pasaron por varias etapas: Emirato dependiente, Califato de Córdoba y Reino Nazarí de Granada.
Su organización social era centralizada, con un poder absoluto. Económicamente, desarrollaron la agricultura, las ciudades y el comercio. En las ciudades, florecieron la artesanía, el mercado interior y exterior, y la moneda era abundante.
Socialmente, se caracterizó por su pluralidad étnica y religiosa. Artísticamente, dejaron un legado impresionante, con monumentos como la Mezquita de Córdoba o la Alhambra de Granada.
Reinos Católicos (siglos VIII-XV)
El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1469 tuvo un gran significado histórico. Supuso una unión dinástica de dos coronas, creando una nueva estructura político-administrativa. Sin embargo, cada reino siguió rigiéndose por sus leyes e instituciones, por lo que se conformó un estado plural y no unitario.
El mayor peso territorial, demográfico y económico de Castilla originó una creciente castellanización y un descenso del peso político de la Corona de Aragón.
Los objetivos de los Reyes Católicos fueron ampliar sus territorios (conquistan Granada y el Rosellón), fortalecer su posición dinástica (matrimonio de su hija Juana con Felipe el Hermoso) y unificar religiosamente la península (expulsión de los judíos y conversión forzosa de los mudéjares).
Castilla impuso su autoridad real, dominando a la nobleza. Se crearon ejércitos permanentes, aunque la nobleza conservó cargos importantes. Se creó un cuerpo administrativo permanente: el Consejo Real, que incluía letrados y secretarios.
Monarquía de los Austrias (siglos XVI-XVII)
Surgió en el siglo XVI con Carlos I de España y V de Alemania, y continuó con su hijo Felipe II. Durante este período, se produjeron importantes revueltas sociales, como las Comunidades de Castilla y las Germanías de Valencia.
Las Comunidades de Castilla reclamaron a Carlos I más atención a los asuntos del reino. Las ciudades castellanas se sublevaron contra la monarquía, constituyeron un gobierno propio y ofrecieron la corona a Juana, la madre de Carlos I.
Las Germanías, en la Corona de Aragón, tomaron el control de la ciudad de Valencia. Esta revuelta, protagonizada por diferentes clases sociales, fue finalmente derrotada por la alianza de Carlos I con la nobleza.
Monarquía Absoluta de los Borbones
Carlos II, el último monarca de los Austrias, murió sin descendencia y otorgó en su testamento el trono a Felipe de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV. Esto provocó la Guerra de Sucesión Española (1701-1714), en la que las potencias europeas (Inglaterra, Holanda, Austria) apoyaron al archiduque Carlos de Habsburgo como pretendiente al trono español.
En España, la guerra dividió a la población: Castilla apoyó a Felipe de Anjou, mientras que Aragón se inclinó por el archiduque Carlos, temiendo perder sus instituciones.
En 1711, el archiduque Carlos fue nombrado emperador de Austria, lo que llevó a las potencias europeas a aceptar a Felipe V como rey de España para evitar una hegemonía austriaca en Europa.
Fin de la Guerra de Sucesión (11-09-1714)
Felipe V impuso el absolutismo en todos los territorios de España. Se impusieron los Decretos de Nueva Planta en los territorios de la Corona de Aragón, suprimiendo sus fueros e instituciones. Desaparecieron los virreinados y surgieron nuevas demarcaciones territoriales, al frente de las cuales se situó un Capitán General, con funciones militares, administrativas y judiciales. La Real Audiencia se convirtió en el máximo órgano judicial.
Se generalizó la institución castellana del corregidor, que tenía amplios poderes en el ámbito local. Los intendentes, por su parte, se encargaban de la recaudación de impuestos y la gestión económica. Se implantaron nuevos impuestos, como la talla en Valencia, el catastro en Cataluña y la única contribución en Aragón.