Sociedad y Economía de Al-Ándalus
En la sociedad andalusí existían varios grupos según su origen étnico: árabes, bereberes y muladíes. Judíos y cristianos mozárabes formaban comunidades toleradas. En su economía, de base agrícola, destacó el desarrollo de las ciudades, el comercio y la circulación monetaria.
El Tratado de Tordesillas
Así como las Bulas Alejandrinas significaron un gran triunfo para los Reyes Católicos, en el Tratado de Tordesillas sucedió al revés: se impuso la habilidad negociadora del rey portugués Juan II, cuando todo estaba a favor de Castilla (diplomacia pontificia, armada de Vizcaya y flota colombina). Quizá pudo más la necesidad de paz de los dos reinos peninsulares, ambos con mucho que perder si se llegaba a una confrontación armada. También debió pesar el distinto grado de conocimiento que del Océano poseían Castilla y Portugal, pues a la limitada preparación cosmográfica de los reyes Isabel y Fernando se unían el desconcierto científico de sus expertos y la escasa información aportada, en este caso, por Cristóbal Colón. Frente a esto, es casi seguro que a finales de 1493 Juan II, con un mejor plantel de navegantes a su servicio, conocía casi con seguridad a qué distancia se encontraba la tierra más cercana de América, la que correspondía al saliente del Brasil.
A tales bazas en poder del rey lusitano se unieron, entrado ya el año 1494, dos hechos de política internacional de indudable trascendencia: en primer lugar, una inminente guerra de España con Francia, que estaba a punto de invadir Nápoles. En segundo lugar, el nombramiento de sucesor al trono portugués, con quien habría de casar la hija de los Reyes Católicos, Isabel. Con este panorama, quizá se comprenda mejor la voluntad de los monarcas españoles por llegar a un acuerdo con Juan II, aun a costa de transigir bastante.
Consecuencias del Tratado de Tordesillas
Las consecuencias de este tratado fueron el reparto del mundo entre España y Portugal. El Papa Alejandro VI estableció una línea imaginaria 370 leguas al oeste de las islas Cabo Verde: lo que quedaba en el oeste de esa línea sería para España, lo que quedaba al este, para Portugal. En un principio se creía que esa línea pasaba por Asia, pero cuando se descubrió que realmente pasaba por un nuevo continente, la mayoría de esos territorios (al oeste) pertenecían a España, pero como la línea cortaba parte de América del Sur, lo que hoy es Brasil, quedaba al este y por tanto para Portugal.
Evolución Política: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba
Los musulmanes instalados en el norte de África llegan llamados por los witizanos (facción visigoda enfrentada al rey Rodrigo), en abril del 711. Tarik desembarca en Gibraltar con unos 10.000 hombres, en su mayoría bereberes (indígenas norteafricanos convertidos al islam). Triunfan en la batalla de Guadalete. Animados por aquel éxito, deciden proseguir su avance y en el 715 han dominado la península. Sólo se detienen en la cordillera Cantábrica al ser rechazados por los astures en Covadonga (722). Se constituye así un emirato dependiente de Damasco (711-756), que dependía en lo político y en lo religioso del califato omeya de Damasco. Su capital primera fue Sevilla, pero pronto lo sería Córdoba.
A mediados del siglo VIII, Abd-al-Rahman I, omeya, logró escapar de los abasíes y llegó hasta Al-Ándalus. Se proclamó emir y rompió en lo político con Bagdad, aunque seguía dependiendo en lo religioso. Es el período del emirato independiente (756-929).
Cuando Abd-al-Rahman III en 929 decidió proclamarse califa, cargo de máxima autoridad política y religiosa, separándose en lo religioso de Bagdad, se inicia el califato de Córdoba (929-1031). Durante su reinado se alcanzará el mayor esplendor político, militar, económico y cultural de Al-Ándalus.
Sociedad del Siglo XVI
El predominio social radicaba en la nobleza, especialmente en los títulos de Castilla y Grandes de España, una élite con grandes patrimonios. Junto al clero, la nobleza acumulaba un altísimo porcentaje de las rentas y riquezas del reino. Estaban exentos de impuestos. También se hizo común la compra de títulos y el acceso a la nobleza por servicios a la monarquía en la administración o el ejército.
Los no privilegiados, el 80% de la población, eran mayoritariamente campesinos sujetos al pago de tributos y a todo tipo de obligaciones (rentas señoriales, diezmos, etc.). Sus condiciones de vida resultaban muy precarias y un año de malas cosechas podía desencadenar graves mortandades, como la sucedida en 1506.
Por último, en la sociedad española existían también grupos diferenciados por su procedencia étnica o religiosa: los moriscos y los judíos conversos. Su origen fue siempre causa de marginación o persecución y muchos de ellos intentaban ocultarlo ante el temor de la represalia.