1. Rasgos Generales de la Descolonización
El término descolonización se aplica al conjunto de los procesos de independencia de las colonias europeas por todo el planeta. Se inició a finales del siglo XVIII y prosiguió a principios del XIX con la emancipación del resto del continente americano.
Los procesos de independencia en América tuvieron poco en común con los que se produjeron en el siglo XX en Asia y en África:
- Las independencias afroasiáticas las protagonizaron los nativos no blancos que hablaban sus propios idiomas y dialectos y participaban en religiones minoritarias.
- La mayor parte de los procesos de independencia se produjeron tras la Segunda Guerra Mundial.
1.1 Retos y Problemas de la Independencia
Los Movimientos Nacionalistas
Retos y problemas generales:
- Intentar que los blancos abandonasen el poder político por medios pacíficos y negociados o a través de la lucha armada. La lucha armada fue utilizada con colonias donde existían una importante minoría de colonos blancos que se negaba a ceder el control a la mayoría nativa. Hubo excepciones, como Rhodesia del Sur y Sudáfrica donde la minoría blanca se independizó de la metrópoli pero no concedió ningún derecho a la mayoría negra que fue marginada y discriminada.
- Una vez lograda la independencia, formar un estado-nación semejante al de la metrópoli con fronteras delimitadas y cierta cohesión social y económica. Este objetivo no resultó fácil y de hecho muchos de los nuevos países mantuvieron las mismas fronteras artificiales creadas por los europeos.
- Imitar las instituciones políticas y las prácticas sociales y económicas de los antiguos colonos. Lograr un desarrollo similar al de los países occidentales.
Por otra parte, los movimientos políticos que impulsaron los procesos de independencia eran modernos: compartían con los blancos las ideas de libertad, igualdad y democracia y trataban de aplicarlas en sus propios países. Sus ideologías, programas, métodos y organizaciones políticas eran de origen occidental aunque adaptados a la realidad social afroasiática.
Los dirigentes independentistas eran minorías cultas generalmente laicas, que en muchos casos habían estudiado en universidades europeas y este planteamiento supuso un grave riesgo porque la mayoría de la población africana y asiática que era imprescindible para lograr la independencia era tradicionalista, religiosa y analfabeta.
2.3 El Conflicto Árabe-Israelí
Palestina se convirtió en el principal punto de conflicto del mundo árabe y en uno de los focos de tensión internacional más relevantes. Después de la Segunda Guerra Mundial y del genocidio judío, numerosos judíos europeos que habían sido liberados de los campos de concentración se negaron a volver a sus países de origen y llegaron clandestinamente a Palestina.
Los británicos, que controlaban la zona, no querían acogerlos, y los judíos más radicales iniciaron una oleada de atentados terroristas exigiendo la creación del estado prometido por la Declaración Balfour. Tras discutir varios proyectos de partición de Palestina, la ONU, finalmente aprobó la división de la región en dos zonas: una judía y otra musulmana. Cada una de ellas sería un estado independiente, la ciudad de Jerusalén quedaría bajo control internacional y Gran Bretaña abandonaría la región en 1948.
Este proyecto fue aceptado por los judíos, quienes tras la persecución que habían padecido durante la Segunda Guerra Mundial contaban con un gran apoyo internacional. Sin embargo, el plan fue rechazado por los árabes, lo que condujo a la guerra.
Tras la Guerra del Yom Kippur, Egipto firmó en 1979 los Acuerdos de Camp David por los que reconocía el estado de Israel a cambio de la devolución del Sinaí. Estos acuerdos fueron considerados una traición por los palestinos y por el resto de países árabes hasta el punto de costarle la vida, en 1981, a Anwar el-Sadat, el presidente egipcio que los firmó.
El resultado de estas guerras fue la consolidación de Israel como estado: poseía mayor unidad y organización que sus vecinos y recibían el constante apoyo económico y militar de EEUU, lo que le permitió derrotar a los países árabes circundantes, crecer demográficamente, establecer una república de estilo occidental y extenderse territorialmente. Sin embargo, ni sus fronteras fueron permanentes ni el estado de Israel fue reconocido por sus vecinos.
A diferencia de los judíos, los árabes palestinos expulsados de Israel carecían de estado y de tierras y vivían como refugiados en multitud de campos repartidos por países cercanos. Ante la impotencia de los países árabes, los palestinos crearon en 1964 la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) liderada por Yasser Arafat; su objetivo era crear un estado para los árabes palestinos.