La Revolución Industrial
Origen y Desarrollo
La Revolución Industrial tuvo su origen en Inglaterra durante la época contemporánea, específicamente en el siglo XVIII, alrededor de 1780. Su desarrollo se extendió a lo largo del siglo XIX, impulsado por los avances científicos y tecnológicos aplicados a la industria con el objetivo de aumentar la producción.
Factores de la Revolución Industrial
Excedentes Alimenticios
El aumento de la producción agrícola generó excedentes alimenticios, lo que a su vez contribuyó a una disminución de la mortalidad y un crecimiento de la población. Este crecimiento demográfico también impulsó la exportación de alimentos.
Crecimiento Demográfico
Se experimentó un gran crecimiento de la población, especialmente en Inglaterra, lo que se tradujo en un aumento de la mano de obra disponible para la industria. En 1750, la población europea era de 140 millones y en 50 años creció a 187 millones, lo que representa un aumento del 33%. En Inglaterra, este crecimiento fue aún mayor, alcanzando el 50%.
Factores Económicos
La gran demanda de telas de algodón británico impulsó la industria textil. Además, la utilización del coque, un carbón más duradero y caliente, contribuyó a la eficiencia energética.
Influencia del Liberalismo Económico
El desarrollo y auge del liberalismo económico, que promovía la libertad de compra y venta, sentó las bases para el crecimiento industrial y comercial.
La Máquina de Vapor
La invención de la máquina de vapor por James Watt en 1779 marcó un hito en la Revolución Industrial. Considerada por muchos como el mayor invento de todos los tiempos, la máquina de vapor permitió al hombre disponer de energía mecánica sin depender de la fuerza animal, utilizando carbón como combustible. Esto dio lugar al surgimiento de las fábricas, que reemplazaron a los talleres familiares.
Ventajas de Inglaterra
Inglaterra contaba con una serie de ventajas que favorecieron su desarrollo industrial, como su desarrollo económico en tiempos de paz, su posición geográfica insular que la protegió de los estragos de las guerras napoleónicas, su gran desarrollo comercial y naval, y la abundancia de recursos naturales como hierro y carbón.
La Revolución Francesa
Contexto Histórico
Tras la muerte de Luis XV, asume el trono Luis XVI a la edad de 16 años. Su reinado, junto a María Antonieta, hija de María Teresa, se caracterizó por la inestabilidad política y la crisis económica. Luis XVI, un rey inexperto y desinteresado en la política, no supo manejar la situación y delegó la toma de decisiones en otros. La reina María Antonieta, por su parte, se caracterizó por su extravagancia y gasto excesivo en un momento de crisis para Francia. La falta de liderazgo y la crisis económica generaron un clima de descontento social que desembocó en la Revolución Francesa.
Causas de la Revolución
Crisis Económica
La economía francesa se encontraba en una profunda crisis, agravada por la explotación de los campesinos, quienes soportaban una pesada carga de impuestos y no veían reconocidos sus derechos. La nobleza y el clero, por el contrario, disfrutaban de privilegios y exenciones fiscales.
Monarquía Absoluta
El sistema de Monarquía Absoluta, que no reconocía los derechos de los ciudadanos y concentraba el poder en el rey, fue otro factor determinante en el estallido de la Revolución. Las mujeres fueron las primeras en alzarse contra la opresión y la falta de derechos.
El Tercer Estado
El Tercer Estado, que comprendía al campesinado y la burguesía, representaba el 98% de la población, pero carecía de poder político y soportaba la mayor parte de la carga fiscal. La nobleza (1,5%) y el clero (0,5%) disfrutaban de privilegios y exenciones fiscales.
Napoleón Bonaparte
En medio del caos y la lucha por el poder, Napoleón Bonaparte se autoproclamó emperador de Francia en 1804. Napoleón, un brillante estratega militar, implementó una serie de reformas que buscaban modernizar Francia y consolidar su poder. Entre sus principales logros se encuentra la creación del Código Civil, que establecía los derechos y deberes de los ciudadanos.
Caída de Napoleón
A pesar de sus éxitos iniciales, el gobierno de Napoleón llegó a su fin en 1815 tras la derrota en la batalla de Waterloo. Napoleón murió en el exilio en 1821.