1. La Era de la Democracia
Los regímenes democráticos pretenden la participación efectiva de los ciudadanos en la vida política. Esto supone:
- Organizar los Estados de acuerdo con los principios de sufragio y de respeto a las libertades y derechos.
- Defender el acceso a la información y a la cultura.
Entre 1870 y 1914 se produjo una expansión de los regímenes democráticos.
1.1 El Sufragio
Hasta finales del siglo XIX, el voto era censitario y masculino; solo votaban los hombres que poseían una determinada riqueza. El sufragio universal masculino se hizo realidad en Europa y América a partir de 1870.
1.2 La Constitución
La Constitución es el conjunto de principios fundamentales por los que se rige un Estado. Se trata de un texto aceptado por todos que regula los modos de participación en el poder y de tomar las decisiones políticas. Los primeros textos constitucionales en sentido moderno fueron la Constitución de Estados Unidos en 1787. Gran Bretaña no tuvo una constitución escrita, sino que fue adaptando sus instituciones de gobierno. Entre 1851 y 1871 triunfaron los regímenes liberales y en todos se promulgó una Constitución.
1.3 Los Partidos Políticos
Durante la primera mitad del siglo XIX no existieron en Europa partidos políticos. Los primeros aparecieron en Estados Unidos y en el Reino Unido, y se construyó un partido liberal y uno conservador, que se alternaban en el cargo de gobernar. La vida política era un fenómeno urbano y demográficamente minoritario, reducido a las clases altas.
1.4 La Democracia en Europa
– El Reino Unido y la República Francesa
Las monarquías del noroeste de Europa y Francia fueron los puntos más sólidos del régimen democrático. La ampliación del sufragio y las libertades estableció la preeminencia de la Cámara de los Comunes sobre la Cámara de los Lores. El partido conservador promulgó el sufragio universal.
– El Mundo Germánico
Los imperios alemán y austrohúngaro adoptaron un tipo de régimen que combinaba las prerrogativas monárquicas y el desarrollo de las instituciones representativas. Alemania dispuso de la legislación social más avanzada de Europa. La socialdemocracia, cada vez más reformista, asumió la tarea de evolucionar a una auténtica democracia. El Imperio austrohúngaro tuvo un sistema dual en el que dominaban los austriacos y los húngaros, a pesar de las tendencias independentistas de checos y croatas, entre otros.
– El Sur y Oriente de Europa
El Imperio otomano y el Imperio ruso mantuvieron estructuras absolutistas, aunque afloraron intentos para introducir reformas liberales. La revolución de los Jóvenes Turcos consiguió efímeras reformas. El Imperio ruso tuvo una breve época de reformas liberales durante el reinado de Alejandro II, que pronto se invalidaron por la aparición de intelectuales críticos y las acciones terroristas. Nicolás II reconoció en el Manifiesto de Octubre el sufragio universal.
– Otros Territorios
China o India carecían de regímenes democráticos. En ellos surgían grupos minoritarios nacionalistas que defenderían la liberalización política. La independencia de América del Sur se alcanzó a principios del siglo XIX, bajo los principios del liberalismo. Las nuevas repúblicas establecieron regímenes presidencialistas.
– El Caso Japonés
Japón llevó a cabo la Revolución Meiji, la transformación más radical que se ha producido en la historia contemporánea. Pasó de estar en la Edad Media para ser uno de los países más desarrollados. Las reformas atrajeron capital extranjero, que se invirtió en infraestructuras y que impulsaron el desarrollo agrícola e industrial.
– Los Estados Unidos de Norteamérica
Estados Unidos se consolidó políticamente al término de la Guerra de Secesión. La abolición de la esclavitud fue la chispa que originó el enfrentamiento que, al finalizar, les convirtió en una potencia agrícola e industrial. Desde el punto de vista político, la democracia estadounidense se empeñó desde finales del siglo XIX.
2. Movimientos Sociales y Movimientos Obreros
Los primeros movimientos pretendieron corregir los abusos en que degeneró el individualismo capitalista al explotar la mano de obra. Luego fueron apareciendo los que pretendían conseguir la igualdad real de la mujer.
2.1 Los Conflictos Sociales a Mediados del Siglo XIX
Una de las características de este periodo fue la fuerza creciente de la lucha sindical para mejorar las condiciones laborales. Durante finales del siglo XIX hubo movilizaciones y protestas diversas. Apareció el ludismo, que consistió en la destrucción de máquinas y de instalaciones industriales en las que el trabajador veía un enemigo porque quitaban puestos de trabajo. Fue perseguido políticamente.
– Las Insurrecciones Campesinas
El asalto e incendio de propiedades fueron una reacción espontánea en momentos de carestía.
– Las Formas de Protesta en la Ciudad
También surgieron protestas en las ciudades europeas. El anticlericalismo constituyó un modo tradicional de protesta adaptado a las nuevas circunstancias. La huelga fue el medio moderno de protesta y de reivindicación social. Unas buscaban mejorar las condiciones laborales y otras derrocar el poder político.
2.2 Las Organizaciones Obreras
Con la denominación de movimiento obrero se engloba el conjunto de organizaciones reivindicativas. Los pocos afiliados a estas organizaciones no tenían reivindicaciones políticas o sindicales. Los movimientos obreros no fueron solo de ideología marxista o anarquista; desde el último tercio del siglo XIX existieron organizaciones sindicalistas.
– Las Diversas Ideologías de los Movimientos Obreros
Los partidos y los sindicatos de trabajadores surgieron y se desarrollaron al tiempo que la industrialización. Las primeras reuniones sindicales tuvieron lugar en el Reino Unido.
2.3 El Sindicalismo Británico
Los primeros sindicatos modernos aparecieron en el Reino Unido durante los primeros años del siglo XIX. Los sindicatos se desarrollaron al margen de la política; fueron un movimiento apolítico.
– El Cartismo
La protesta social también se canalizó por medio del cartismo. Fue un movimiento político, pero había obreros de las Trade Unions. El cartismo pretendía el sufragio universal y otras medidas contenidas en la Carta del Pueblo. El Parlamento rechazó sus peticiones, pero concedió mejoras laborales, entre ellas la reducción de la jornada laboral a 10 horas.
3. Principales Doctrinas Sociales
3.1 La Práctica Sindical
Los movimientos obreros más influyentes fueron los socialismos utópicos o premarxistas.
Marx les denominó utópicos, ya que pretendían una sociedad ideal igualitaria donde no habría explotación del trabajador. Robert Owen procuraba la educación y su lema era “a cada uno según su necesidad”. Promulgaba que no hubiera propiedad privada. Posteriormente influyó en las Trade Unions y en el cartismo. Charles Fourier fue la primera persona que estableció unidades de trabajo concebidas como cooperativas. Proudhon fue el más importante de los teóricos anteriores. Fue un preanarquista utópico que promulgaba una revolución no violenta. El Estado debía desaparecer y ser sustituido por mutualidades de los propios trabajadores.
3.2 Anarquismo
El anarquismo fue la reacción más radical frente al liberalismo y a la propiedad privada. Sus promotores fueron Bakunin y Kropotkin. Defendía una nueva sociedad sin clases y organizada en cooperativas. Nunca intentó legalizarse como partido ni participar en las elecciones. Se crearon sindicatos como la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT).
3.3 El Marxismo
Fue la ideología política que dominó desde la segunda mitad del siglo XIX. Marx tuvo una gran aportación junto a Engels. Las dos ideas principales del marxismo son la revolución y la plusvalía. El Manifiesto Comunista publicado defendía que la revolución debía ser realizada por el proletariado.
En El Capital, obra fundamental de Marx, se atiende a la plusvalía como fundamento de la perpetua explotación del proletariado. Una sociedad solo podrá ser justa en el caso de que se suprima la plusvalía. Marx y Engels, entre 1848 y los años ochenta, impulsaron la creación de organizaciones para que todos los proletarios de todo el mundo compartieran las ideas.
3.4 La Doctrina Social de la Iglesia
Desde mediados del siglo XIX, los católicos procuraron buscar soluciones a los problemas que planteaba el proceso de industrialización. El primero en mirar esto desde un punto teórico y práctico fue el obispo Ketteler. Desde la década de los sesenta, el obispo impulsó la acción de los católicos para ofrecer una solución a los problemas que planteaba el desarrollo de la industria. Pensaba que la industrialización produciría un crecimiento tan considerable que los trabajadores podrían solucionar sus problemas sin acudir al Estado.
4. Las Internacionales de Trabajadores
4.1 La Primera Internacional
La Primera Internacional se celebró en Londres en 1864. La Internacional pretendía ser la culminación del asociacionismo obrero. Asistieron socialistas, proudhonianos, comunistas, mazzinianos… Los principios doctrinales eran ser el instrumento de la lucha de la clase trabajadora; su fin era la renovación social y política e impulsar acciones para alcanzar mejoras concretas.
Los enfrentamientos fueron frecuentes entre los seguidores de Marx y los de Bakunin. El principal motivo de disputa era que la AIT de Bakunin exigían la autonomía completa para las secciones nacionales y, por otro lado, los anarquistas apoyaban la abolición del Estado opresor y, por tanto, la abstención total en materia política.
4.2 La Segunda Internacional
En 1889, los marxistas convocaron un congreso en París. Del encuentro marxista surgió la Segunda Internacional. Las clases obreras estaban divididas tras la crisis. La Segunda Internacional se caracterizó por la gran cohesión ideológica: integraba a partidos y sindicatos marxistas y se convirtió en una federación de partidos y sindicatos. Los puntos más polémicos del pensamiento marxista se plantearon dentro del propio movimiento socialista durante los últimos años del siglo XIX. Bernstein defendió una postura revisionista y la integración de los partidos obreros dentro del sistema político liberal y democrático. El Partido Social Demócrata Alemán (SPD) se convirtió en modelo de partido obrero desde 1880. Los socialistas franceses, por el contrario, a finales del siglo estaban divididos en varios grupos con una cultura política más vinculada al republicanismo. Sobre 1900, Alemania se enfrentó al revisionismo y quedó dividida en socialdemócratas y comunistas.
5. El Nuevo Papel de la Mujer
5.1 La Presencia Femenina en la Sociedad
Entre 1875 y 1914 se produjeron grandes cambios en la forma de vida de las mujeres europeas y norteamericanas. Se incorporaron al mercado laboral. Desde 1870, la novedad en lo que respecta al trabajo femenino es que ya no se realiza en casa, sino en la industria o en el moderno sector de servicios. Las mujeres recibían salarios menores. La gran expansión de la mujer en el mundo laboral se produjo durante la Primera Guerra Mundial. Diversos grupos de mujeres exigieron el reconocimiento de sus derechos. Los movimientos feministas los impulsaron y protagonizaron mujeres de clase media que querían aplicar los principios democráticos a ambos sexos: derecho a voto, educación superior, etc. Los movimientos sufragistas fueron especialmente significativos en EE. UU., aunque no lograron sus metas hasta la posguerra. Otro grupo luchó contra el tráfico de esclavos.