Guerra Civil Española (1936-1939): Resumen, Etapas y Bandos

Introducción

La Táctica del General Mola

Extensión de la sublevación en el territorio de España, incluyendo ciudades como Sevilla, Valencia, Granada, Cádiz, Madrid, Barcelona, Zaragoza, así como regiones como Castilla y León, Galicia, Mallorca y Extremadura.

Debilitamiento de la República

Factores como la llegada de tropas alemanas, la dimisión de Casares Quiroga y la desarticulación del ejército republicano contribuyeron al debilitamiento de la República.

Los Dos Bandos

Nacionales

El ejército fue el pilar básico del bando nacional. En 1936, se formó la Junta Nacional de Defensa en Burgos, presidida por el general Cabanellas, que proclamó el estado de guerra. Los sublevados llevaron a cabo una brutal represión, similar al terror rojo, contra políticos del régimen republicano, con requetés y autoridades militares a cargo de la represión (Falange Española).

Cuando el conflicto adquirió el nivel de guerra civil, se nombró a Franco como Generalísimo del ejército tras la muerte de Mola. Ramón Serrano Suñer convenció a Franco para que unificara todas las fuerzas que lo apoyaban, incluyendo la Falange Española y los Carlistas, y creara un estado único y centralizado similar al fascista italiano. En 1937, se decretó la unificación de Falange Española de las JONS, que resumía los principios básicos del movimiento (mencionar símbolos).

Los apoyos del bando nacional incluían a la Iglesia Católica y a un sector importante de la sociedad española. Franco creó el sindicato vertical y preparó a la zona nacional para lo que sería la futura dictadura de estado centralista (comentar características).

Republicanos

El jefe de gobierno, Casares Quiroga, temeroso de controlar la situación, dimitió y nombró a Diego Martínez Barrio, quien intentó negociar con Mola sin éxito. Tras la dimisión de Martínez Barrio, llegó al poder José Giral, quien dio la orden de tomar las armas y comenzar la ofensiva contra los sublevados. En los primeros meses, el estado republicano se vio desbordado y se desató el terror rojo, desencadenado por las milicias (mencionar el asalto a la cárcel Modelo).

Anarquistas de la CNT y la UGT emprendieron una revolución social con colectivizaciones de empresas privadas. Para ellos, lo más importante era la victoria contra los sublevados.

A finales de agosto de 1936, la República se vio acosada por el rápido avance de Franco y se encontraba al borde de la derrota. Largo Caballero formó un gobierno de coalición con socialistas, comunistas, nacionalistas y republicanos, aunque se vieron obligados a retirarse a Valencia y a crear una Junta de Defensa en Madrid. La creación de un verdadero ejército popular nunca fue factible debido a la división interna y a la imposibilidad de crear un gobierno centralizado y único.

La crisis se desencadenó con el enfrentamiento interno en Barcelona, donde los comunistas iniciaron una ofensiva contra Largo Caballero, que tuvo que dimitir y propició la caída de la República. Se nombró a Juan Negrín como nuevo presidente, quien reforzó el ejército y organizó los planes militares. Negrín recibió ayudas de los comunistas, pero sufrió un duro golpe en la Batalla del Ebro, que aceleró el triunfo de Franco.

Apoyos Internacionales

Dimensión internacional del conflicto y la posibilidad de una guerra mundial. Tratado de No Intervención y las ayudas internacionales a ambos bandos: el apoyo alemán e italiano a los nacionales y el apoyo soviético y de las Brigadas Internacionales a los republicanos.

Desarrollo de la Guerra: Etapas

Batalla de Madrid (agosto de 1936 – marzo de 1937)

El rápido avance inicial de las columnas de Mola hacia Madrid fracasó, al igual que el intento de Franco de tomar la ciudad con sus columnas provenientes del sur. La resistencia republicana, el apoyo de las Brigadas Internacionales y la intervención de tropas marroquíes en el bando nacional prolongaron la batalla. La liberación del Alcázar de Toledo por las tropas franquistas y el nombramiento de Franco como Generalísimo marcaron esta etapa. El retraso en la toma de Madrid permitió el rearmamiento de la ciudad. Ante la resistencia, Franco optó por una guerra de desgaste, comenzando por reducir el frente andaluz (Málaga, Batalla del Jarama).

La Caída del Norte (abril – octubre de 1937)

Franco dirigió su ofensiva hacia el norte, aún bajo dominio republicano, con un ejército mejor equipado y con el apoyo de la Legión Cóndor. La muerte del general Mola en un accidente aéreo dejó a Franco como líder indiscutible del bando nacional. La ofensiva comenzó con la toma del País Vasco, incluyendo Bilbao. Los republicanos intentaron reconquistar Santander, pero fracasaron. Las tropas franquistas entraron en Gijón, consolidando su control sobre el norte.

Ofensiva en Teruel y Batalla del Ebro (diciembre de 1937 – noviembre de 1938)

Franco regresó al frente central con el objetivo de tomar Teruel y debilitar al ejército republicano. La batalla de Teruel, en un duro invierno, terminó con la victoria franquista. A continuación, Franco lanzó una ofensiva en el frente de Aragón, que culminó con la derrota del ejército republicano y la división de la República en dos zonas, aislando a Cataluña. La Batalla del Ebro, la más encarnizada de la guerra, dejó al ejército republicano diezmado.

Fin de la Guerra (diciembre de 1938 – diciembre de 1939)

A finales de 1938, Franco lanzó la ofensiva final sobre Cataluña, que colapsó al ejército republicano. El reconocimiento del gobierno de Franco por parte de Reino Unido y Francia precipitó la dimisión de Azaña como presidente de la República. A finales de marzo de 1939, el ejército franquista entró en Madrid, poniendo fin a la Guerra Civil Española.

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