Historia de España: De la Transición a la Era Aznar

1. Los Gobiernos de la UCD (Unión de Centro Democrático)

El partido UCD, creado por Adolfo Suárez, era un partido heterogéneo que recogía votos desde la derecha conservadora hasta el centro izquierda. De ahí las dificultades que tuvo siempre Adolfo Suárez para gobernar, pues dentro del partido existían frecuentes enfrentamientos. También en el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y en el PCE (Partido Comunista Español) hubo enfrentamientos y tensiones internas. En el PSOE cuando Felipe González propuso el abandono del marxismo; y en el PCE por el enfrentamiento con Santiago Carrillo por su política claudicante.

Adolfo Suárez y sus gobiernos tuvieron que enfrentarse a tres serios problemas:

a) La crisis económica

Agravada por la subida del petróleo, supuso el cierre de empresas, el aumento del paro, la disminución de los salarios reales y el aumento de la conflictividad.

b) El proceso autonómico

Las demandas de competencias de las nacionalidades históricas provocaron fuertes enfrentamientos en la UCD.

c) El terrorismo

A pesar de que ETA Político-Militar abandonó las armas, tanto ETA Militar como los GRAPO mantuvieron sus acciones. La debilidad del gobierno, acentuada por los malos resultados en las elecciones autonómicas de Euskadi y Cataluña, fue aprovechada por el PSOE, que planteó una moción de censura. Esta no prosperó, pero fue el principio del fin de UCD y la presentación de Felipe González como alternativa seria de poder.

La aparición de sectores críticos en el partido y el rumor de un posible golpe de Estado (Operación Galaxia) hicieron que Suárez presentara la dimisión. El elegido para sustituir a Adolfo fue Leopoldo Calvo Sotelo, pero el 23 de febrero de 1981, mientras se celebraba el debate de investidura, se produjo el intento de golpe de Estado con el asalto al Congreso de un grupo de guardias civiles dirigidos por el Teniente Coronel Tejero, a la vez que en Valencia Milans del Bosch sacaba los tanques a la calle y en Madrid se movilizaba la división acorazada Brunete. Finalmente, el golpe fracasó. La planificación del golpe nunca estuvo clara y las condenas a los autores materiales fueron bastante leves (posteriormente se endurecieron).

Calvo Sotelo fue investido, pero su labor quedó condicionada por la crisis de su partido y por el temor a un nuevo golpe. Así, cuando Suárez creó el CDS (Centro Democrático y Social), disolvió las Cortes y convocó elecciones. Durante su gobierno se aprobó la Ley de Divorcio y, sobre todo, la entrada de España en la OTAN.

2. El Estado de las Autonomías

La Constitución de 1978 ofrece la posibilidad de que las provincias se puedan constituir en Comunidades Autónomas (bien pluriprovinciales, bien uniprovinciales). La propia Constitución establece dos procedimientos distintos para lograr la autonomía:

  • Procedimiento común: establece que la autonomía solo podrá asumir las competencias previstas en el artículo 148 y que pasados cinco años y previa reforma del Estatuto, la autonomía podrá asumir el techo competencial establecido en el artículo 149.
  • Procedimiento especial (descrito en el artículo 151): la autonomía podrá coger el techo competencial descrito en el artículo 149 desde el principio.

A este procedimiento se acogieron las regiones históricas que ya habían tenido estatuto durante la Segunda República (Cataluña, País Vasco y Galicia), más Andalucía que lo consiguió mediante la celebración de un referéndum. En Cataluña y en el País Vasco, desde antes de ser aprobada la Constitución, el gobierno de Adolfo Suárez inició lo que se llamó proceso preautonómico. En Cataluña, el día de la Diada, se restableció el gobierno de la Generalitat que fue presidido por Josep Tarradellas. En el País Vasco, la postura del PNV (Partido Nacionalista Vasco), que exigía la «soberanía» y planteaba la incorporación de Navarra, hizo el proceso más difícil. A finales de 1977 se creó el Consejo General Vasco que, presidido por Ramón Rubial, funcionó como preautonomía. En ambos territorios se aprobaron en referéndum los estatutos y se celebraron las primeras elecciones autonómicas.

El proceso autonómico configuró un nuevo mapa político-administrativo de España que pasó a contar con 17 Comunidades Autónomas más Ceuta y Melilla como ciudades autónomas. 7 de las autonomías son uniprovinciales y 10 pluriprovinciales, y pasarán años hasta que el Estado de las Autonomías esté plenamente desarrollado. Los problemas entre autonomías o entre estas y el Estado los resuelve el TC (Tribunal Constitucional).

3. Los Gobiernos del PSOE

En 1982, después de una campaña con el eslogan «Por el cambio» y en la que prometían sacar al país de la OTAN y crear 800.000 empleos, el PSOE, con Felipe González a la cabeza, ganó las elecciones con mayoría absoluta. Se inició así un período que va hasta 1996 en el que se sucedieron cuatro gobiernos presididos por González; tres de ellos con mayoría absoluta en las Cortes. La política del PSOE fue moderada y continuista y se caracterizó:

a) En lo político

Por una serie de reformas encaminadas, según dicen los socialistas, a consolidar la democracia y modernizar el país. Entre las reformas destacan:

  1. La modificación del Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
  2. La aprobación de una ley del aborto que no satisfizo a nadie (ni a la Iglesia ni a los progresistas).
  3. Reforma del Ejército y de los Cuerpos de Seguridad.
  4. Reforma de la administración del Estado.
  5. Reforma de la Enseñanza (LODE-LOGSE y LRU).
  6. Política fiscal: generalización de la asistencia sanitaria, creación de las pensiones no contributivas, creación del PER.
  7. Política antiterrorista: muy errática. Desde 1984 Francia empezó a cooperar en la lucha contra ETA.

b) La política económica

La crisis económica se instaló en la sociedad española desde la crisis del petróleo de 1973 y coincidió con la última etapa del franquismo, la Transición y los gobiernos del PSOE. En realidad, salvo unos pocos años de bonanza, las dificultades de la economía persisten hasta nuestros días. Los gobiernos de Felipe González intentaron contener la inflación para lo que devaluaron la peseta, reformaron el mercado laboral e impusieron la contención salarial. La inflación se redujo, pero el paro siempre se mantuvo en cotas muy altas.

El PSOE realizó una reforma fiscal que aumentó sensiblemente la presión sobre las clases medias. En 1986 se creó el IVA, que equiparaba los impuestos con Europa.

Entre los asuntos económicos más importantes podemos destacar:

  • La reconversión industrial: trató de reordenar los sectores en crisis, pero que al final supuso la desaparición de miles de empresas y el aumento del paro.
  • La expropiación del holding RUMASA: realizada por el ministro de economía Miguel Boyer. La expropiación fue fulminante, pero el proceso posterior fue muy largo, costoso y muy discutido. El proceso de reprivatización posterior de las empresas fue oscuro e irregular.

La política económica del PSOE provocó el «desencanto», pues, a pesar de que «las variables económicas» mejoraron, el paro siguió siendo muy alto, lo que unido a sucesivos recortes provocaron tres huelgas generales en 1988, 1992 y 1994.

c) La política exterior

Se orientó, sobre todo, a la plena integración de España en el mundo político y económico de Europa Occidental, sin descuidar las relaciones con América y el mundo árabe.

Además de establecer relaciones diplomáticas con Israel en 1986, el primer asunto importante fue la cuestión de la OTAN. España había entrado en la OTAN por un acuerdo de las Cortes en diciembre de 1981. En la discusión, el PSOE dejó clara su oposición y en la campaña electoral prometió un referéndum en el que pediría el NO para así salir del tratado. Inexplicablemente, en el referéndum el PSOE defendió el SÍ, basando su cambio en la reducción de las bases americanas en España y la no integración en la estructura militar. El SÍ ganó por 11 millones de votos a 9.

La segunda gran cuestión fue el ingreso en la CEE (Comunidad Económica Europea), que se produjo en enero de 1986. La entrada comprendió un período de «adaptación» y, posteriormente, la plena incorporación. También el gobierno del PSOE firmó el Tratado de Maastricht, que fundó la Unión Europea.

El PSOE inicia un lento declive provocado por la reorganización de la derecha (refundación de AP que pasó a llamarse PP) y sobre todo por los escándalos que desprestigiaron al gobierno y al PSOE. Entre ellos destacan: el caso Guerra, el caso Filesa, los sucesivos escándalos de corrupción político-económica (como los casos Rubio, Roldán, RTVE, BOE, etc.), la reprivatización de RUMASA y los GAL. No obstante, la mala gestión económica, las sucesivas traiciones a sus promesas electorales y la corrupción generalizada hicieron que en las elecciones ganase el PP.

4. Los Gobiernos de José María Aznar

En 1996 el PP ganó las elecciones por un estrecho margen, por lo que necesitó el apoyo de los partidos nacionalistas para gobernar. En las siguientes elecciones, logró la mayoría absoluta, con lo que en su segunda legislatura, Aznar pudo gobernar con total libertad. En su primera legislatura, para conseguir el apoyo nacionalista tuvo que hacerles concesiones económicas. En este período Aznar se mostró moderado, dialogante y defensor del estado del bienestar. De su buena relación con los sindicatos sale el Pacto de Toledo, que garantiza las pensiones y su poder adquisitivo. También se pactó una reforma laboral para luchar contra el paro y la precariedad en el empleo.

La enorme deuda acumulada y el déficit público fueron abordados por Rodrigo Rato (ministro de economía) con un plan de estricto ajuste presupuestario obligatorio para todas las administraciones y con la venta de las empresas públicas más rentables (el Estado solo se quedó con las que originaban pérdidas). La venta fue total y el Estado saldó la deuda, controló el déficit, redujo la inflación hasta mínimos nunca conseguidos, se abarataron los créditos, se empezó a crear empleo y se cumplieron las condiciones para entrar en el euro el 1 de enero de 2002.

En 1998, el PP aprueba la abolición del servicio militar obligatorio a la vez que la profesionalización del Ejército. Además, en las dos legislaturas, Aznar emprendió una tenaz lucha contra ETA (que había atentado contra su vida) con la consecución del Espacio Único Europeo Antiterrorista y la Ley de Partidos Políticos que ilegalizó y excluyó de las elecciones a la izquierda abertzale.

En su política exterior destaca la integración de España en la estructura militar de la OTAN por acuerdo del Congreso, a pesar de lo aprobado en referéndum, y el incidente de Perejil con Marruecos. Su acercamiento a EE. UU. le condujo a apoyar la guerra contra Irak (2003) y que, tras los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, por terroristas islámicos, tres días antes de las elecciones, supusieron que el PP perdiera las elecciones contra todo pronóstico. (Aznar no se presentaba como candidato pues en 1996 había dicho que estaría, como máximo, dos legislaturas en el poder).

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