Regencia de María Cristina de Borbón: Liberalismo y Conflictos en la España del Siglo XIX

Regencia de María Cristina de Borbón

Cuando María Cristina se convierte en regente, el liberalismo se ha escindido en dos grupos:

Los Moderados

  • Defensores de pactar con la corona.
  • Terratenientes, rentistas urbanos, la burguesía industrial catalana.
  • Quieren ayuntamientos subordinados al poder central.
  • Apuestan por la soberanía compartida y el sufragio muy censitario.
  • Son reacios a la concesión de la libertad de prensa.

Progresistas

  • Burguesía comercial, profesionales y empleados medios, el artesanado urbano.
  • Quieren ayuntamientos independientes que controlen el reclutamiento de la Milicia Nacional y de la recaudación de impuestos.
  • Para controlarlos es preciso para los progresistas el contar con una base electoral amplia, por tanto sufragio más amplio.

Fases de la Regencia de María Cristina

a) Etapa Moderada

La Regente María Cristina buscó la ayuda de los liberales moderados para consolidar el trono de Isabel, dado que su cuñado defendía el absolutismo y la tradición del Antiguo Régimen. Encargó gobierno a Martínez de la Rosa al que pidió la elaboración de una «constitución» que contentase a los liberales y satisficiese a la Corona. El resultado es el Estatuto de 1834, una falsa constitución pues no es elaborada por el pueblo, la soberanía reside en el rey, las cortes creadas (bicamerales: próceres y procuradores) son meramente consultivas, no recogía derechos fundamentales y el sufragio era censitario. A esta Carta Otorgada se unieron otras reformas como la supresión de los gremios, la creación de una Milicia Nacional o la división provincial similar a la actual (Javier de Burgos). Todas estas medidas dejaron insatisfechos a los liberales progresistas que pedían una verdadera constitución, aumento del sufragio, ayuntamientos electivos, más libertades y reducir la influencia del clero.

b) Etapa Progresista

En 1835 a los problemas de la guerra carlista en el norte hubo que sumar una epidemia de cólera y una crisis de subsistencia, lo que provocó una revuelta que llevó al poder a los liberales progresistas dirigidos por Juan Álvarez de Mendizábal.

Sus obras más importantes serán la ampliación del ejército con el aumento de efectivos en la Milicia para acabar con los carlistas y el Decreto de Desamortización del clero regular. Su política le enfrentó a la Regente que lo destituye, provocando el motín de los Sargentos de la Granja (1836), que la obligan a jurar la constitución de 1812, cuya reforma dará lugar a la constitución de 1837: soberanía nacional pero da gran poder al rey, cortes bicamerales (Congreso y Senado) elegidos por sufragio censitario, recoge derechos como la libertad de imprenta y da libertad religiosa aunque reconoce el catolicismo como propio de España. Los ayuntamientos son electivos. Estas características la hacen ser una constitución mixta con atribuciones moderadas y progresistas. La desamortización de Mendizábal será la medida más importante del periodo: pretendía sacar al mercado las tierras de «manos muertas» pertenecientes al clero, aumentar la producción, liberar el comercio, obtener dinero para costear la guerra carlista y la Deuda de Hacienda y castigar al clero por su apoyo al carlismo al tiempo que se ganaba a los nuevos propietarios para la causa liberal. Pero la venta de las tierras desamortizadas se hizo por subasta pública y el pago se admitió en Vales Reales parcialmente, por lo que compradores fueron los grandes señores que afianzaron aún más el latifundismo, los campesinos se convirtieron en jornaleros, el déficit sólo se alivió parcialmente y se perdió gran parte del patrimonio artístico de la Iglesia, así como su labor asistencial.

c) Etapa Moderada

En 1840 la Regente se vuelve cada vez más hacia los moderados, quienes proponen una nueva ley de ayuntamientos. Ante esto, el general Espartero, el héroe que ha puesto fin a la guerra civil carlista (Pacto de Vergara, 1839) participa en un pronunciamiento progresista que le da la Regencia hasta la mayoría de edad de Isabel.

Regencia de Espartero

El general se apoya en un grupo de militares amigos los «Ayacuchos», sin contar con el partido al que representa, prepara un tratado librecambista con Inglaterra y esto provoca una revuelta en Barcelona. Para solucionarla Espartero recurre a bombardear la ciudad, lo que le acarrea la oposición de todos. En 1843 un pronunciamiento y la victoria en Torrejón de Ardoz sobre Espartero, da el poder al partido moderado, dirigido por el general Narváez. El gobierno provisional que preside concede la mayoría de edad a Isabel con 13 años.

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