La Guerra de la Independencia Española (1808-1814)

La Junta Central y las Cortes de Cádiz

La Junta Central se autodisolvió debido a su fracaso político. Las Cortes de Cádiz son el resultado de la decisión tomada por una Regencia de 5 personas, a la cual le precedió la Junta Central.

Las Cortes de Cádiz se reúnen cuando casi todo el territorio está ocupado por los franceses. El ambiente liberal de la ciudad influye en la asamblea, que delibera en el último reducto libre de la península.

La labor de las Cortes se vio favorecida por la ausencia del rey puesto que eso influyó para que las Cortes se autoconcedieran poderes limitados.

Se dividieron en 2 grandes sectores: los liberales, que dominaban los debates e influyeron decisivamente en toda la labor de las Cortes, y los absolutistas, que se pronunciaron a favor de la defensa del viejo absolutismo.

El Principio de Soberanía Nacional

El principio de soberanía nacional, aprobado por las Cortes en su primera reunión y trasladado a la Constitución, adquiere la máxima importancia.

La defensa de la soberanía nacional es llevada a cabo por el grupo más brillante de los liberales (Agustín Argüelles, Muñoz Torrero, Toreno…) siguiendo las ideas de la Revolución Francesa. Su aprobación constituía la base de toda la reforma del Estado. Los absolutistas consideraban, en cambio, que la soberanía nacional era una imitación francesa y quebraba el Estado absolutista vigente hasta la fecha.

Objetivos de las Cortes

Los objetivos principales de las Cortes fueron:

  • Reformar las instituciones políticas, económicas y judiciales.
  • Elaborar una Constitución.

La Constitución de 1812

El texto aprobado por las Cortes en marzo de 1812 fue resultado de un compromiso entre liberales y absolutistas, favorable a los liberales por la situación política.

En la Constitución se recogen unos derechos ciudadanos, típicamente liberales, que reciben una protección general, junto a otros derechos individuales.

La estructura del Estado corresponde a la de una monarquía limitada, basada en una división de poderes. Las Cortes aparecen como la institución central del nuevo régimen. Sus poderes son muy amplios.

Los poderes del monarca en la Constitución están limitados por la desconfianza ante el posible retorno al absolutismo. Posee la dirección del gobierno y la administración e interviene en la elaboración de las leyes.

El Levantamiento del 2 de Mayo de 1808

El 2 de mayo de 1808 el pueblo español se alzó en armas contra las fuerzas de Napoleón. En realidad, los sucesos de El Escorial, los motines de Aranjuez y las abdicaciones de Bayona son distintos eslabones de la tremenda crisis en que se hallaba la monarquía española. Los hechos desencadenados en 1808 atentaban, además, contra las piezas básicas de la sociedad del Antiguo Régimen.

Al acto de renuncia de Fernando VII en Bayona de sus derechos a la corona española a favor de Napoleón, se opuso la Junta Suprema de Sevilla, ya que Fernando VII poseía sus derechos a la corona en virtud de un pacto con el reino.

Causas y Consecuencias de la Entrada de los Ejércitos Franceses en España

España no había cesado de perder fuerza en cuanto a su oposición internacional. Napoleón quería que Portugal se adhiriese al bloqueo de Inglaterra y para lograrlo llevó a la débil España a la firma del Tratado de Fontainebleau, por el que un ejército de 28.000 franceses penetrarían en España para marchar sobre Lisboa. Napoleón hace renunciar al trono a Carlos IV y a su hijo Fernando VII proclamando rey de España a su hermano José.

Las órdenes circuladas para que el resto de la familia real partiese con dirección a Bayona, colmaron la paciencia del pueblo madrileño. La lucha se generalizó y los generales franceses creían que se trataría de un simple paseo militar. Aunque el ejército español estaba débil y dividido, el pueblo organizaría su propia resistencia.

La Guerra de la Independencia como Guerra Civil

Esta tuvo carácter nacional y patriótico, pero también de guerra civil y de guerra internacional, por la participación en ella de tropas anglo-portuguesas. Durante la ocupación francesa el pueblo español adoptó 2 actitudes ante el ejército invasor:

  • Los patriotas eran defensores de la monarquía borbónica y contrarios a la nueva dinastía impuesta por Napoleón. Pero en ellos también surgieron 2 posturas: los liberales vieron en la invasión la oportunidad para reformar la monarquía; mientras que los absolutistas eran partidarios de mantener el viejo sistema del Antiguo Régimen.
  • El bando afrancesado se comprometió con la nueva dinastía de José I y colaboraron con ella para implantar en España las ideas y reformas revolucionarias desarrolladas en Francia tras los acontecimientos de 1789.

Las Fases de la Guerra de la Independencia

En junio, con el doble objetivo de reprimir los levantamientos populares e instaurar el régimen de José Bonaparte, un ejército de 170.000 hombres entró en España, confiando desplegarse en abanico por todo el territorio y controlar así los centros neurálgicos del país. Pero la inesperada resistencia de los españoles desbarató, en un primer momento, los proyectos de Napoleón.

Aunque la toma de las ciudades se preveía fácil, Zaragoza y Gerona se resistieron a la ocupación, produciéndose los sitios o asedios que duraron varios meses. En el sur, el ejército de Dupont, encargado de dominar Andalucía, fue derrotado en julio de 1808 en Bailén, primera derrota en tierra de un ejército de Napoleón.

La guerra adquiere una mayor envergadura impulsada por el deseo de Napoleón de aplastar, de forma definitiva, la resistencia española. Acompañado de sus generales, el emperador entra en España al frente de un ejército de 250.000 hombres. José Bonaparte vuelve a Madrid mientras la Junta Central debe abandonar la capital para buscar refugio en Sevilla y luego en Cádiz. Solo algunas zonas de la periferia y las áreas montañosas del centro permanecen libres después de un año de guerra. Dada su inferioridad militar ante el ejército invasor, los españoles adoptaron una nueva forma de combate, la guerrilla, formada por antiguos soldados del ejército español, voluntarios civiles y bandoleros, que atacaban por sorpresa al enemigo en acciones rápidas.

El Final de la Guerra

La retirada de efectivos podía llevar a los franceses al desastre, como efectivamente ocurrió en julio de 1812 cuando el general Wellington, al frente de las tropas inglesas, portuguesas y españolas y ayudado por las partidas guerrilleras, derrotó a los franceses en Arapiles. La derrota significó la expulsión de los franceses de Andalucía y la entrada en Madrid, obligando a José I a abandonar la ciudad. Una nueva contraofensiva de los franceses restableció sus posiciones, pero la victoriosa campaña de Wellington había revelado la estrategia adecuada para derrotarlos.

El general inglés lanzó de nuevo su ataque sin que los franceses pudieran parar su avance. Abandonaron Madrid y llegaron hasta Vitoria donde, con sus tropas muy diezmadas, sufrieron una grave derrota que se repitió en la batalla de San Marcial. Vencido también en Alemania, Napoleón llegó a un acuerdo con Fernando VII en el Tratado de Valençay, por el que le devolvía la corona de España.

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