Introducción
Durante el siglo XIX, el ejército español se convirtió en un poder fáctico, ejerciendo una gran influencia en la vida política y social del país. Lejos de estar subordinado al poder civil, desempeñó un papel casi paralelo, alterando la vida política y constitucional. Esto se debió a la sucesión de guerras, tanto civiles como exteriores, y a la debilidad e inestabilidad del poder civil.
El Ejército en la Guerra de la Independencia y el Trienio Liberal
La Guerra de la Independencia contra los franceses (1808-1814) tuvo un impacto significativo en el ejército. La desmantelación del ejército regular y la formación de guerrillas otorgaron al ejército un componente popular. Además, se convirtió en un medio de promoción social para las clases bajas, atrayendo a personas con ideas liberales. Esto provocó una división ideológica dentro del ejército, entre liberales y absolutistas.
Con la restauración del absolutismo por Fernando VII, se sucedieron los pronunciamientos militares, golpes de estado liderados por militares liberales. Aunque la mayoría fracasaron, el pronunciamiento del coronel Riego en 1820 dio origen al Trienio Liberal (1820-1823). La necesidad de Fernando VII de recurrir a tropas extranjeras para derrotar a los liberales evidencia la falta de un ejército leal en España.
El Ejército Durante la Década Ominosa y el Reinado de Isabel II
La Década Ominosa (1823-1833) se caracterizó por la persistencia del absolutismo y los pronunciamientos liberales. Con la muerte de Fernando VII, el ejército apoyó mayoritariamente a los liberales y a la reina Isabel II. El carlismo, en cambio, se configuró como un movimiento insurreccional. El ejército liberal se dividió en dos ramas: progresistas y conservadores.
Durante el reinado de Isabel II (1833-1868), la influencia del ejército en la política fue decisiva:
- La mayoría de los líderes políticos eran militares o militares retirados (O’Donnell, Prim, Narváez, etc.).
- Los pronunciamientos e insurrecciones continuaron, con los partidos liberal y conservador alternándose en el poder mediante la fuerza.
Incluso durante el Sexenio Democrático (1868-1874), la intervención del ejército persistió. El sexenio nació de una insurrección militar, muchos dirigentes eran militares y los cambios se producían mediante golpes de estado. Además, el país se encontraba en un estado de guerra constante (insurrección cubana, tercera guerra carlista, insurrección cantonal).
El Ejército Durante la Restauración Borbónica
Durante la Restauración Borbónica (1874-1931), el ejército experimentó una serie de cambios:
- Adoptó posturas cada vez más conservadoras y reaccionarias, convirtiéndose en un soporte del régimen.
- A partir de la Guerra de Cuba y la Guerra de Marruecos, creció el antimilitarismo entre las clases populares debido al injusto sistema de reclutamiento.
- El sistema de Cánovas buscaba la subordinación del ejército al poder civil, evitando su intervención en la política. Sin embargo, con la crisis de la Restauración, la influencia militar aumentó.
Finalmente, el ejército recuperó su protagonismo político con la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930).