El Movimiento Obrero en España durante la Restauración: Anarquismo vs. Socialismo

El Movimiento Obrero en España durante la Restauración

El movimiento obrero se organizó en España durante el periodo de la Restauración, coincidiendo con épocas de mayores libertades, especialmente durante los gobiernos de Sagasta. En periodos anteriores, su presencia fue menos significativa, centrándose en asociaciones de solidaridad y acciones luddistas (destrucción de máquinas). El movimiento obrero, entendido como la actividad política y social de obreros y campesinos para mejorar su situación económica y laboral, y defender sus derechos dentro de la sociedad capitalista, se consolidó después de la década de 1880. No solo ejercieron oposición política, sino que también actuaron de forma violenta para conseguir sus objetivos. Su lucha no se limitaba a mejoras inmediatas, sino que su objetivo final era destruir la sociedad capitalista, a la que consideraban responsable de las desigualdades. Las dos ideologías mayoritarias fueron la anarquista y la socialista o marxista.

El Anarquismo en España

La corriente anarquista fue la que tuvo mayor aceptación, sobre todo después de la visita a España de Giuseppe Fanelli en 1869. El anarquismo significaba la separación del mundo obrero de la política oficial, tras el fracaso de los intentos de cambio en la Primera República. Los obreros desconfiaban de cualquier acción reformista del Estado y lucharon contra él. Tras el golpe de estado del general Pavía, que puso fin a la primera fase de la República, el gobierno declaró ilegales en 1874 las asociaciones ligadas a la AIT, iniciando una persecución y represión policial con numerosas detenciones. Los anarquistas, en la clandestinidad, se dividieron en dos tendencias: quienes proponían replegarse y quienes proponían la “política de los hechos” (el terrorismo). Con la autorización de las organizaciones internacionales por parte de Sagasta en 1881, se afirmó la libertad sindical y la legalidad de las asociaciones proletarias. Este rápido crecimiento sindical inquietó a la burguesía conservadora y a los empresarios, que veían en la AIT una amenaza. Dentro del obrerismo español predominó la corriente anarquista, dividida en múltiples tendencias, entre las que destacó la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), creada en 1881. En 1910, Anselmo Lorenzo fundó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que en 1919 contaba con 714.000 afiliados.

Rasgos Ideológicos del Anarquismo:

  • Rechazo de cualquier autoridad impuesta: “No al Estado, no al ejército, no a la Iglesia”.
  • Rechazo de la propiedad privada y defensa del colectivismo.
  • Defensa de la revolución violenta: huelgas generales, insurrecciones, sabotajes y actos terroristas para destruir el estado burgués.
  • Apoliticismo: rechazo a la participación política y electoral.
  • Anticlericalismo.

Este movimiento fue seguido principalmente por jornaleros andaluces y obreros industriales catalanes y levantinos.

El Socialismo en España

El socialismo, al igual que el anarquismo, se desarrolló en épocas de mayores libertades. En 1879, coincidiendo con la apertura del gobierno de Martínez Campos, se fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) por Pablo Iglesias, seguidor del socialismo marxista. Este resaltaba la necesidad de la participación política de la clase trabajadora y la formación de un partido obrero.

Ideas básicas del programa socialista:

  • Posesión del poder político por la clase trabajadora: Fin de la lucha de clases y creación de un estado comunista igualitario. Aceptación del juego político como estrategia.
  • Transformación de la propiedad privada en propiedad social: Para eliminar las diferencias sociales.
  • Medidas políticas y económicas: Derechos de asociación, reunión, libertad de prensa, sufragio universal, jornada de ocho horas y salario igualitario.
  • Rechazo del terrorismo.
  • Oposición a la expansión colonial y a las guerras.

En 1888 se creó la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicato vinculado al PSOE. El sindicato socialista tuvo menos afiliados que el anarquista. A pesar de las malas relaciones entre ambos, debido a sus diferencias ideológicas y de acción política, se unieron en la huelga general de 1917.

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