La Restauración en España: Sistema Político y Caciquismo

La Restauración en España (1874-1931)

1. El Retorno de la Monarquía y el Sistema Bipartidista

A raíz del fracaso de la I República, se instaura un ambiente conservador en España. En 1874, Alfonso XII es coronado rey, anunciando su programa político en el Manifiesto de Sandhurst. Este manifiesto establece una monarquía liberal, abriendo el camino a las dos corrientes políticas del liberalismo: moderados y progresistas, y otorgando la confesionalidad católica a la corona española.

Tras el manifiesto, Antonio Cánovas del Castillo orienta el cambio político hacia un sistema bipartidista, donde lo civil y el orden predominen sobre lo militar y la libertad. El general Martínez Campos, adelantándose a Cánovas, lleva a cabo un Golpe de Estado a finales de diciembre de 1874, tras el cual se constituye un ministerio-regencia liderado por Cánovas.

Con la entrada de Alfonso XII en Madrid en 1875, Cánovas es confirmado como presidente del Gobierno. El gobierno aprueba nuevas medidas, incluyendo el sufragio universal.

2. La Constitución de 1876 y el Turnismo

En 1875, Cánovas del Castillo reúne a diputados y senadores para preparar las bases de una nueva Constitución. Su objetivo es establecer un sistema que propicie la alternancia entre dos fuerzas políticas fieles al monarca: el Partido Conservador, liderado por él mismo, y el Partido Liberal, liderado por Sagasta. Estos dos partidos protagonizan el turnismo durante toda la Restauración.

Al margen de estos dos partidos, existen otros con menor peso político: el republicanismo moderado, el republicanismo radical y el Partido Socialista Obrero Español.

3. Características de la Constitución de 1876

La Constitución de 1876 es la de mayor vigencia en la historia de España, manteniéndose hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923 y restableciéndose tras su dimisión hasta la proclamación de la II República en 1931.

Esta Constitución restaura el liberalismo doctrinario, reconociendo dos fuentes de soberanía: el Rey y las Cortes. Además, incluye una declaración de derechos.

En su sistema de representación, se establecen dos Cámaras:

  • El Congreso de los Diputados, formado por hombres mayores de 25 años con un mandato de 5 años.
  • El Senado, con tres tipos de senadores: los de derecho propio, los vitalicios y los elegidos por las corporaciones y mayores contribuyentes.

Ambas cámaras tienen la facultad de recibir del rey y del sucesor de la Corona el juramento de la Constitución. Las elecciones se regulan por distintas leyes electorales, inicialmente con sufragio restringido a los contribuyentes y posteriormente con sufragio universal masculino.

La figura del Rey es inviolable y la Constitución le otorga la facultad de disolver las Cortes y nombrar al presidente del Gobierno.

Otras características importantes de la Constitución de 1876 son:

  • Unidad de códigos: Se suprimen los fueros vascos y se impone un sistema igualitario de impuestos para todas las provincias.
  • Administración local: La Corona elige a los alcaldes y los concejales son elegidos por los vecinos.
  • Relación Iglesia-Estado: Se declara la religión católica como única del Estado y se prohíbe la manifestación pública de otros cultos.

4. El Caciquismo durante la Restauración

Durante la Restauración se produce el caciquismo, la imposición de la voluntad de un reducido grupo de personas, los caciques, sobre una masa considerable de votantes. Este fenómeno, presente en la historia política de España, se intensifica durante la Restauración, a pesar del sufragio universal masculino. Estas prácticas se mantienen hasta bien avanzado el siglo XX, con el objetivo de integrar en la sociedad una visión política de bipartidismo.

El funcionamiento del caciquismo es el siguiente:

el rey, ante una crisis, nombra presidente a uno de los dirigentes de los dos partidos que se turnan el poder político; el presidente elige a su Gobierno y es el ministro de Gobernación el que se encarga de hacer el encasillado, es decir, el encargado de la adjudicación de diputados del partido gobernante y de los diputados de la oposicón. El gobernador de la provincia establece la red de contactos con los caciques que son los que controlan de forma directa o indirecta a grandes grupos humanos y presionan para que los resultados electorales se ajusten a las expectaticas del Gobierno. / El caciquismo pierde fuerza a medida que se genera una conciencia más crítica y culta en la sociedad. Las ciudades se libran de estas prácticas iniciado el siglo y es entonces cuando los otros partidos minoritarios empiezan a cosechar triunfos. // 4.

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