Política Interior

La Península Ibérica estaba dividida en cinco reinos: Castilla, Aragón, Navarra, Portugal y Granada. Los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, llevaron a cabo la unificación.

A la muerte de Enrique IV se inicia una guerra entre su hija Juana (apoyada por Portugal) e Isabel (apoyada por Aragón). La batalla de Toro otorgó la victoria a Isabel, que fue proclamada reina de Castilla en 1474. La unión de Castilla y Aragón fue una unión personal, ya que cada reino mantenía sus propias instituciones, pero sirvió de base para la unión de nuevos territorios.

El reino nazarí de Granada fue conquistado en 1492. Se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, que reconocían el derecho de los granadinos a conservar su religión, propiedades y tradiciones. Poco después, el Cardenal Cisneros acabó con la libertad religiosa y estableció la Inquisición. La conquista del reino de Navarra se produce en 1512, anexionándose a Castilla.

Los Reyes Católicos intentaron la unión de Portugal mediante una política matrimonial, casando a su hija Isabel con el rey Manuel I de Portugal. No obstante, la unión no se logró hasta 1580, durante el reinado de Felipe II.

Para consolidar el poder real, los Reyes Católicos sometieron a la nobleza y crearon la Santa Hermandad, una política contra el bandolerismo en los caminos. Concentraron todo el poder, estableciendo una monarquía autoritaria.

Instituciones:

• Consejo Real: Asesoraba al monarca, quien elegía a sus miembros entre los burgueses.
• Audiencias o Chancillerías: Instituciones judiciales. El rey era el juez supremo. En Castilla existían la de Valladolid y la de Granada, y en la Corona de Aragón había una audiencia para cada uno de los reinos.
• Corregidores: En las ciudades castellanas, eran delegados del poder del rey.
• Ejército permanente: Fundaron los Tercios, que actuaron en Italia y en Flandes en el siglo XVI. La Corona controlaba las órdenes militares y sus recursos a través del nombramiento de Fernando como maestre de las órdenes de Alcántara, Calatrava y Santiago.

Se reorganizaron las finanzas, siendo la alcabala el impuesto más importante. Se practicó el regalismo, sometiendo a la Iglesia católica al poder del rey a través del derecho de presentación de obispos al Papa. En la Corona de Aragón, intentaron fortalecer el poder real con la creación del Consejo de Aragón y el cargo de Virrey de Aragón.

Unidad Religiosa

Convivieron tres religiones: la católica, la judía y la musulmana. Los Reyes Católicos decidieron unificar sus territorios bajo la religión católica. En 1492, se decretó la expulsión de los judíos. Los mudéjares, con el Cardenal Cisneros, fueron obligados a convertirse, y finalmente fueron expulsados en 1609.

Política Exterior

Su política exterior se centró en aislar a Francia, para lo que desarrollaron una política matrimonial:

• Matrimonio de su hija Juana (heredera de la corona de Castilla a la muerte de Isabel) con Felipe de Habsburgo, de Austria.
• Matrimonio de su hija Catalina con Enrique VIII de Inglaterra.
• Matrimonio de sus hijas Isabel y María con Manuel I de Portugal para conseguir la unidad peninsular.

Consiguieron una amplia expansión territorial tanto para Castilla como para Aragón. Aragón se anexionó el Rosellón y la Cerdaña e inició una política de expansión por el Mediterráneo. En Italia, Fernando consiguió anexionar Nápoles y Sicilia a la Corona española. En el norte de África, conquistaron Melilla en 1497. Castilla ocupó Canarias.

Descubrimiento y Conquista de América

Los portugueses abrieron nuevas rutas hacia las Indias, por África y rodeando el Cabo de Buena Esperanza. Nuevas técnicas, como el perfeccionamiento de la brújula, el astrolabio y la cartografía, y nuevas embarcaciones como la carabela, impulsaron la navegación.

Cristóbal Colón partió del puerto de Palos en 1492, tras firmar con los Reyes Católicos las Capitulaciones de Santa Fe, y descubrió América el 12 de octubre. El rey de Portugal firmó el Tratado de Tordesillas, lo que permitió la expansión portuguesa en Brasil.

Se inició la conquista y colonización de América, incluyendo el Imperio azteca, en México, y el Imperio inca, en los Andes.

La administración de América requirió la creación de la Casa de Contratación de Sevilla en 1503, para tratar los asuntos americanos y defender los intereses de la Corona, como los derechos de aduana. La población indígena fue considerada vasalla de la Corona, en igualdad con los peninsulares, pero se cometieron graves abusos. A cada colono español se le encomendaban varios indios para su evangelización, y muchos fueron utilizados en trabajos forzados, lo que provocó, junto con enfermedades como la viruela y el catarro, una gran mortandad.