La Segunda República Española: Un Régimen Democrático Inestable

El Fin de la Restauración y el Nacimiento de la República

Tras el fin de la dictadura de Primo de Rivera en 1930, la Restauración no era viable, ya que había una fuerte oposición. El republicanismo, el movimiento obrero y el nacionalismo contribuyeron a la proclamación de la República el 14 de abril de 1931, tras ganar las elecciones municipales. Se supuso la instauración de un régimen democrático, que amplió el programa reformista apoyado por republicanos y socialistas.

La oposición de los sectores conservadores hizo que las reformas se paralizaran en 1933 por el triunfo electoral de los centro-derecha (CEDA). Los problemas económicos se agravaron tras las repercusiones de la crisis económica de 1929. La República generó desconfianza entre los empresarios industriales y los propietarios agrícolas. La inversión privada tuvo un hundimiento espectacular e incrementó el paro.

El aumento del salario tuvo efectos positivos sobre la economía al elevar la renta, pero no incrementó la productividad y los bienes empresariales descendieron.

La Segunda República se caracterizó por una crisis económica, el auge del totalitarismo y una Europa llena de revoluciones. Existían problemas estructurales: la clase social alta defendía sus privilegios y los sectores populares querían alcanzar la justicia social. La República tuvo pocas oportunidades para consolidar su proyecto de reforma y modernización de España.

El Bienio Progresista (1931-1933)

El gobierno de Azaña (1931-1933), conocido como bienio progresista, gobernó al frente de una coalición formada por republicanos de izquierda y socialistas.

Política de secularización:

  • Disolución de la Compañía de Jesús.
  • Eliminación de la subvención a la Iglesia.
  • Cierre de centros católicos de educación.

Otras reformas:

  • Fomento de la formación de maestros y la construcción de escuelas.
  • Aprobación de la ley de divorcio y el matrimonio civil.

Política territorial:

  • Aprobación del Estatuto de Cataluña por las Cortes.
  • Aprobación del Estatuto Vasco por referéndum en 1933 (las Cortes de derecha se negaron a aceptarlo).

Violencia política:

  • Clima de exaltación y oposición al gobierno.
  • Insurrecciones y la Matanza de Casas Viejas.

Caída de Azaña: La coalición republicano-socialista se rompió tras las elecciones de 1933, y los socialistas gobernaron en solitario. El jefe del Estado, Alcalá-Zamora, retiró la confianza a Azaña en septiembre de 1933.

El Frente Popular y el Golpe de Estado

En las elecciones de 1936, se enfrentaron la derecha (CEDA) y la izquierda (Frente Popular).

Frente Popular:

  • Republicanos de izquierda.
  • Socialistas (Indalecio Prieto y Largo Caballero).
  • Los comunistas no querían alianzas con los burgueses.

Nuevo gobierno de Azaña: Azaña y Casares Quiroga retomaron la política reformista.

  • Se restableció el Estatuto de Cataluña y Companys volvió a ser presidente de la Generalitat.
  • Reforma agraria y expansión de la enseñanza pública.

Conflicto:

  • Violencia y represión de las protestas obreras.
  • Ataques vandálicos de la izquierda.
  • Asesinato de José Calvo Sotelo, como represalia por el asesinato del teniente Castillo (ultraderecha).
  • Clima de violencia social.
  • Falange Española y violencia de la extrema derecha.
  • Sanjurjo, Mola y Franco prepararon el golpe militar (orden, autoridad, defensa, antidemocracia y anticomunismo).

La muerte de José Calvo Sotelo aceleró el levantamiento militar.

La Dictadura de Primo de Rivera y el Ascenso de la Derecha

El fracaso de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) y la caída de la monarquía de Alfonso XIII tras las elecciones de abril de 1931 dieron paso a la Segunda República. El triunfo de la izquierda trajo un período de reformas sociales, políticas y económicas desde 1931 hasta 1933.

La Revolución de 1934 aumentó el temor de la derecha (CEDA) a una revolución bolchevique. Hubo actos de violencia entre la ultraderecha y la ultraizquierda. A esto se sumó la oposición de la Iglesia católica y de los militares africanistas.

El asesinato de José Calvo Sotelo fue el detonante para el golpe de Estado militar del 17 de julio de 1936, liderado por Franco.

La Guerra Civil y la Represión Franquista

A lo largo de la Guerra Civil (1936-1939), murieron 450.000 españoles, en los frentes de combate, bombardeos y actividades represivas. Un elevado número de personas huyeron del país, y en 1939 hubo casi un millón de refugiados. Las cárceles se llenaron de presos políticos en 1940. Los vencidos y sus familiares sufrieron una represión económica, perdiendo sus propiedades, que fueron incautadas y subastadas por las autoridades franquistas.

Los vencedores llevaron a cabo una dura represión. Los republicanos fueron silenciados, humillados, marginados, sancionados, expulsados de sus empleos y encarcelados. Esta depuración alcanzó a todos los sectores de la sociedad.

La guerra destruyó infraestructuras, viviendas y fábricas, paralizando la economía. La ayuda de Alemania e Italia tuvo un alto coste.

Se estableció una dictadura franquista que duró hasta la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975.

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