Integración de España en la Unión Europea
Pese a los esfuerzos de la dictadura de Franco, España no fue admitida en la Comunidad Económica Europea (CEE), creada en 1957 por el Tratado de Roma, debido a su carácter antidemocrático. En 1977, los gobiernos de la UCD iniciaron las negociaciones, pero la presión de los agricultores franceses retrasó la entrada. A partir de 1982, se observa la progresiva integración de España, comenzando con su participación en la OTAN tras un ajustado referéndum impulsado por Felipe González para modernizar el ejército y romper el aislamiento nacional. La adhesión a la UE se concretó en 1986 con la firma del Tratado de Adhesión en junio de 1985.
España como socio europeísta
Desde su entrada, España ha sido un socio activo, firmando acuerdos clave:
- Acta Única (1986): Creación de un mercado intraeuropeo, mayor poder al Parlamento, unificación de políticas de defensa y recursos para zonas deprimidas.
- Tratado de Schengen (1991): Supresión de controles fronterizos entre los estados firmantes.
- Tratado de Maastricht (1992): Cambio de nombre de CEE a UE (Unión Europea), propuesta de unión política gradual y unión monetaria con la introducción del euro. En enero de 2002, bajo el gobierno del PP presidido por Aznar, el euro sustituyó a la peseta.
- Tratado de Niza (2003): Reforma de las instituciones comunitarias.
- Aprobación en referéndum de la fallida Constitución Europea (2004): Fracasó por falta de apoyo de otros países.
- Tratado de Lisboa (2007):
Política regional de la UE y España
La política regional de la UE busca un desarrollo equilibrado y la reducción de diferencias económicas. A través del FEDER, FSE y FEOAGA, se modernizan infraestructuras, se apoya al sector agrícola y se financian planes de formación y empleo.
El papel de España en el contexto internacional
Durante los últimos 30 años, la política exterior española se ha centrado en:
- Aproximación inicial al movimiento de países no alineados durante la Transición.
- Alineamiento con el bloque occidental al ingresar en la OTAN con el gobierno de la UCD de Calvo Sotelo. En 1986, bajo la presidencia de Felipe González (PSOE), un referéndum confirmó la permanencia en la OTAN.
- Participación en conflictos internacionales: Primera y Segunda Guerras del Golfo.
- Apoyo a misiones de Paz y Seguridad en zonas como Balcanes, Líbano, Afganistán y Haití, impulsadas por la UE, la OTAN y la ONU.
- Intensificación de relaciones con Iberoamérica y Norte de África. España es el principal inversor en Iberoamérica y, desde 1991, impulsa la Cumbre Iberoamericana anual. Se mantienen relaciones con Argelia, principal proveedor de gas natural, y con Marruecos, a pesar de las reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla.
- Presencia de españoles en altos cargos internacionales, como Javier Solana (secretario general de la OTAN y representante de la política exterior de la UE) y Rodrigo Rato (director del FMI).
- Apoyo a la ampliación de la UE a países de Europa oriental y del Mediterráneo.
Presencia de España en la UE
España cuenta con diputados en el Parlamento Europeo, representantes en la Comisión Europea, el Consejo de la Unión, el Tribunal de Justicia y el Tribunal de Cuentas. Ha ejercido la presidencia de la UE en 1989, 1995, 2002 y 2010.
España ante los retos del siglo XXI
Ante el terrorismo y el integrismo islámico, España ha oscilado entre el alineamiento con Estados Unidos y Reino Unido durante los gobiernos del PP de Aznar y la búsqueda de acercamiento entre Occidente y Oriente («Alianza de Civilizaciones») con el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, manteniendo las relaciones con la OTAN.