Segunda Guerra Mundial: Causas, Desarrollo y Consecuencias

Las causas de la guerra:

La crisis económica:

La crisis económica de 1929 llevó a los Estados a un proteccionismo y a la supresión de políticas de ayuda mutua entre países. Las economías totalitarias apoyaron su actividad económica en la industria armamentística y en una economía planificada, respaldada por su capacidad industrial.

Además, el deterioro de las condiciones económicas aumentó las tensiones sociales y produjo una creciente radicalización política.

El desafío totalitario:

Alemania:

Al llegar Hitler al poder, el primer punto de la política exterior alemana fue la negación del Tratado de Versalles y la creación de una Gran Alemania con todos los territorios en los que hubiera población alemana. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, las fronteras habían sido militarizadas y buena parte de los territorios deseados por los nazis formaron parte del Tercer Reich.

Italia:

Se pretendía controlar todo el Mediterráneo. Así, incrementó su influencia en Albania y consolidó su influencia en Libia. En 1936 concluyó la conquista de Etiopía.

Japón:

El panasiatismo se tradujo en una política imperialista que pretendía convertir al país en la gran potencia de la región. El dominio de Asia y el océano Pacífico eran una gran prioridad para el emperador Hirohito. Los propósitos de Japón chocaban con los de China.

Unión Soviética:

La economía planificada de Stalin no había sufrido la crisis económica, y los planes quinquenales habían servido para modernizar su industria y su ejército. Esto fue utilizado con fines propagandísticos.

Stalin promovió la creación de frentes populares en los países democráticos por miedo a un ataque alemán. Estas políticas tuvieron éxito en Francia y España, pero el clima de tensión de la época hizo imposible su desarrollo.

La debilidad de las democracias:

La fragilidad de la Sociedad de Naciones:

El organismo internacional creado para resolver los conflictos internacionales al margen de la guerra se mostró incapaz de frenar la deriva agresiva de las potencias totalitarias y sus constantes infracciones de los tratados de paz.

La actitud de los regímenes parlamentarios:

Reino Unido y Francia lanzaron una política de apaciguamiento entendida desde dos puntos de vista:

  • Electoralismo: Las opiniones públicas eran contrarias a una nueva guerra, cuando la anterior estaba tan reciente y había causado miles de muertes. Por esa razón, los gobiernos temían un castigo electoral si mostraban una actitud más conflictiva ante los totalitarismos.
  • Contención del comunismo: Se pensaba que una Alemania Nazi podía frenar al comunismo soviético, por ello, las clases medias europeas consideraron a los regímenes fascistas como un mal menor ante el riesgo revolucionario.
El aislacionismo estadounidense:

Estados Unidos temía las consecuencias que podrían causarle el comienzo de una nueva guerra.

De hecho, su estrategia exterior estaba orientada a la defensa de sus intereses en el hemisferio occidental y a proclamar cierto aislamiento respecto de los asuntos europeos.

La crisis de 1929 orientó sus políticas a resolver sus problemas internos, a desarrollar un nuevo modelo económico nacional y a asegurarse el control del continente americano.

Los pasos hacia la guerra:

La expansión japonesa:

En 1931, Japón invadió la región china de Manchuria y fundó el protectorado de Manchukuo. La Sociedad de Naciones creó la Comisión Lytton para investigar los hechos y terminó emitiendo una condena contra la invasión. Japón reaccionó abandonando la organización en 1933.

Desde entonces, Japón siguió con su política de controlar territorios en China. En 1937 estalló una guerra que duró hasta 1945 y que enfrentó a Japón contra Chiang Kai-shek y Mao Zedong, que se aliaron frente al invasor.

Las conquistas italianas:

En 1936, Mussolini invadió Abisinia (Etiopía). La Sociedad de Naciones protestó ante esta acción, pero no pudo evitarla. La condena de Francia y Reino Unido terminó motivando el giro diplomático de Italia:

  • En 1936 se firmó el Eje Roma-Berlín, que situaba a Italia en la órbita nazi. Más tarde se sumaron al pacto Hungría, Bulgaria y Eslovaquia.
  • En 1937, Mussolini abandonó la Sociedad de Naciones. En ese momento, Italia participaba activamente en la Guerra Civil española.
  • En 1937, Italia se sumó al Pacto Antikomintern, formado por Alemania y Japón para combatir a la Unión Soviética.
  • En marzo de 1939 se produjo la anexión de Albania y en mayo la firma del Pacto de Acero; este comprometía la ayuda mutua entre Alemania e Italia en caso de que estallase una guerra en Europa.

La Guerra Civil española:

El 18 de julio de 1936 se produjo en España un golpe de Estado contra el Gobierno republicano. España sirvió de escenario de enfrentamiento para las dos ideologías que pronto desencadenarían una nueva guerra mundial.

Mientras los sublevados recibían ayuda militar de Alemania e Italia, la República se vio aislada debido al Acuerdo de No Intervención de Inglaterra y Francia, que pretendía aislar el conflicto español para evitar que se extendiera. Por eso, el único apoyo recibido por la República fue el de la Unión Soviética.

Las diferencias concluyeron el 1 de abril de 1939, pero su desenlace anunció lo que ocurriría en Europa poco después:

  • España fue el escenario para que Alemania e Italia pusieran a prueba sus tácticas militares y sus nuevas armas.
  • Ambos países comprobaron la pasividad de las democracias, lo que reforzó sus ambiciones expansionistas.
  • La Guerra Civil se convirtió en un símbolo de lucha antifascista. En España combatieron las Brigadas Internacionales, una organización de voluntarios antifascistas que posteriormente lucharon contra los nazis en Europa.

El expansionismo alemán:

Hitler quería crear una Gran Alemania, desafiando el Tratado de Versalles. En consecuencia, ocurrirían una serie de acciones:

  • Anexión del Sarre: Había sido administrado por la Sociedad de Naciones tras la Primera Guerra Mundial, pero se incorporó a Alemania en 1935.
  • Remilitarización de Renania: En 1935, Hitler ordenó la militarización de Renania, en contra de lo escrito en el Tratado de Versalles.
  • Incorporación de Austria: En 1934, los nazis austriacos asesinaron al canciller Dollfuss. Hitler exigió al nuevo canciller la celebración de un referéndum, y se saldó con una victoria de los partidos de la nación. Nació el Anschluss, la unión de Alemania y Austria.
  • Invasión de los Sudetes: En 1938 se incorporó los Sudetes, una región checoslovaca. Se celebró la Conferencia de Múnich, por peticiones de Mussolini, en la que Francia y Reino Unido aceptaron la anexión.

En 1939, Alemania ocupó el resto de Checoslovaquia, donde fundó el Protectorado de Bohemia-Moravia. Hasta entonces, solo la rivalidad entre Hitler y Stalin evitaba la guerra.

Pero en agosto de ese año, firmaron el pacto de no agresión para repartirse Polonia, a cambio de la neutralidad rusa y del derecho de Stalin a volver a las fronteras del imperio zarista. En septiembre, Alemania invadió Polonia y comenzó la Segunda Guerra Mundial.

La guerra. Iniciativa del Eje:

El frente occidental:

Tras la invasión de Polonia, Alemania prosiguió su ofensiva. La rapidez de sus conquistas se debió a la eficacia de la guerra relámpago, una táctica militar que consiste en debilitar la retaguardia con bombardeos aéreos. Comenzó su avance por los países del mar Báltico.

La ocupación de Francia:

La conquista de Bélgica fue la clave para la invasión de Francia. El ejército francés no pudo frenar el avance alemán, iniciado desde Bélgica por las Ardenas.

El movimiento invasor hizo que 350.000 soldados aliados tuvieran que ser evacuados a Gran Bretaña. Francia fue obligada a firmar el armisticio de Compiègne, el cual dejaba el país dividido en dos zonas: el norte bajo control alemán y en el sur se formó un Gobierno colaboracionista. Desde entonces, el general francés De Gaulle creó las «fuerzas francesas libres».

La batalla de Inglaterra:

Tras la ocupación de Francia, Hitler inició la invasión de Reino Unido. Hitler sometió a las ciudades inglesas a constantes bombardeos. La ofensiva alemana se completó con el bloqueo comercial. La estrategia no tuvo éxito porque Estados Unidos envió suministros ilimitados al Gobierno de Londres.

La extensión de la guerra:

El Mediterráneo y el norte de África:

Reino Unido frenó el avance italiano en Grecia, lo que obligó a Alemania a tomar Yugoslavia y expulsar a los británicos de los Balcanes.

El asalto alemán sobre Egipto se inició desde Libia y logró importantes conquistas, hasta que fue detenido el avance en la batalla de El Alamein.

La invasión de la Unión Soviética:

En 1941, empezó la Operación Barbarroja. Tres millones y medio de soldados y miles de tanques invadieron la URSS.

En agosto ya estaban en Leningrado, donde fueron frenados por el Ejército Rojo; comenzó entonces un ataque que duró hasta 1944, en el que murieron de hambre y frío más de dos millones de personas.

El momento decisivo se produjo en el avance hacia Moscú. Los carros alemanes se atascaron en la nieve, por lo que a los soviéticos les dio tiempo de organizar la defensa.

La guerra en el Pacífico:

En 1941, la flota estadounidense fue aniquilada por los aviones japoneses, y días después el presidente Roosevelt declaraba la guerra a Japón. Por acuerdos previamente suscritos, fueron Alemania e Italia quienes entraron en guerra contra Estados Unidos.

La participación estadounidense en la guerra aportó un inagotable capital humano, económico, industrial y militar que fue definitivo para decantar el conflicto a favor de los aliados.

Pero hasta 1942 los japoneses siguieron expandiéndose por Asia y el Pacífico sin encontrar resistencia, lo que les permitió ocupar Malasia, Birmania, Indonesia, Filipinas y Nueva Guinea.

La guerra. La ofensiva aliada:

El frente oriental:

Para desbloquear la situación en el frente soviético, Hitler decidió ir al Cáucaso para apoderarse de las reservas de petróleo del Asia Central. Esta invasión tuvo un momento decisivo en la batalla de Stalingrado. Tras hacerse con la ciudad, la llegada del invierno y el agotamiento permitieron una contraofensiva soviética que rodeó al ejército alemán.

La derrota de los alemanes en la batalla de Kurk ratificó la superioridad del Ejército Rojo, que inició una ofensiva y liberó los países ocupados por Hitler. Las tropas soviéticas llegaron a Berlín, pero los mandos nazis se negaron a firmar la rendición y se libró una batalla en la que obligaron a participar hasta a niños y ancianos.

El Mediterráneo y el norte de África:

Los intentos de los tanques alemanes de tomar el canal de Suez fueron frenados por las tropas británicas en la batalla de El Alamein. En 1942, los estadounidenses desembarcaron en Argelia y en Marruecos, forzando a los alemanes a abandonar África.

En 1943, los aliados desembarcaron en Sicilia y comenzaron la invasión de Italia, que poco después firmó el armisticio.

Mussolini huyó al norte, donde fundó la República de Saló, con el apoyo de los partisanos comunistas (guerrilleros antinazis). En 1945, Mussolini fue fusilado.

El frente occidental:

Para tomar Francia y Europa Occidental, los aliados planearon una operación que complementase el avance soviético desde el Este. Fue el desembarco de Normandía, que se inició el 6 de junio de 1944 y fue llamado «Día D».

Miles de barcos repletos de soldados cruzaron el canal de la Mancha y llegaron a la costa francesa. En agosto, París fue liberada y las tropas de Hitler se replegaron hacia Alemania.

En 1945, las tropas estadounidenses se encontraron con las soviéticas cerca de Berlín. Hitler, acorralado en su búnker, se suicidó junto con algunos de sus colaboradores.

La guerra en el Pacífico:

Desde 1942, Estados Unidos estaba en condiciones de lanzar su contraofensiva contra Japón.

Pero la máquina de guerra norteamericana encontró gran resistencia por parte de las tropas japonesas. Las islas del Pacífico tuvieron que ser liberadas una a una.

Solo Varsovia sufrió mayor destrucción que Manila durante el conflicto.

En 1945, el nuevo presidente de Estados Unidos, Harry Truman, ordenó el lanzamiento sobre Hiroshima de una bomba atómica que causó más de 100.000 muertos; tres días más tarde, otra bomba atómica arrasó Nagasaki. El 2 de septiembre, la guerra había acabado.

Las consecuencias de la guerra:

Consecuencias demográficas:

Pérdidas humanas:

Durante la Segunda Guerra Mundial, la tecnología se puso al servicio bélico, lo que generó una gran potencia destructiva. Las bajas en el frente se contaban por millones, pero aún fueron mayores las muertes entre la población civil.

No solo las bombas causaron víctimas, también el hambre y la enfermedad. Las políticas de exterminio nazis fueron lo más trágico de esta espiral, pero las represalias masivas ordenadas por Stalin contra poblaciones civiles o su política de campos de trabajo también causaron millones de víctimas.

El número total de muertos se ha cifrado en más de cincuenta millones. Los países más afectados fueron Europa del Este y China.

Desplazamientos de población:

La guerra y la modificación de las fronteras obligaron al desplazamiento continuo de personas; finalizado el conflicto, el rediseño de las fronteras de Europa Central y Oriental provocó el problema de los refugiados y deportados. Uno de los episodios más dramáticos fue el de los trece millones de alemanes expulsados de Checoslovaquia y de las zonas anexionadas por Polonia y la URSS.

Consecuencias materiales:

Los bombardeos destruyeron ciudades enteras. En ocasiones, las instalaciones fueron voladas para evitar que cayeran en manos enemigas. Por ello, durante la guerra Europa perdió el cincuenta por ciento de su potencial industrial.

Un continente arrasado se enfrentó inmediatamente a graves problemas de aprovisionamiento de la población civil, así como a la imposibilidad de hacer frente al elevado endeudamiento contraído por los países.

Todos los combatientes acabaron agotando sus recursos económicos, humanos y materiales; la excepción fue Estados Unidos, que incluso había aumentado, ya que no había sufrido el conflicto bélico en su territorio.

Consecuencias territoriales:

  • Alemania: Las regiones orientales fueron repartidas entre Polonia y la Unión Soviética. Como Austria, Alemania fue dividida en cuatro zonas controladas por los aliados.
  • Unión Soviética: Estableció gobiernos comunistas. Además, a sus territorios se le incorporaron las repúblicas bálticas y otras regiones polacas, alemanas y finlandesas.
  • Italia: Cedió Albania y las colonias africanas, y sufrió pérdidas en los mares Adriático y Egeo, a favor de Yugoslavia y Grecia.
  • Japón: Perdió su influencia en Asia y fue ocupado por Estados Unidos. China recuperó Manchuria y obtuvo Taiwán, y los soviéticos recibieron las islas Kuriles y parte de Corea; el resto de la península coreana fue para Estados Unidos.
  • Europa occidental: Tuvieron que asumir la desaparición de sus imperios coloniales.

La organización de la paz:

Las conferencias de paz:

Conferencia de Teherán:

Se celebró a finales de 1943. Significó el momento de máxima colaboración de Stalin, Churchill y Roosevelt, que fijaron un doble objetivo:

  • Ganar la guerra: Para apoyar el avance soviético por la Europa Oriental, se decidió abrir un nuevo frente en Europa Occidental.
  • Organizar la situación de posguerra: Se tomaron las primeras decisiones sobre los límites territoriales de la futura Alemania.
Conferencia de Yalta:

Tuvo lugar en 1945 en Yalta, cuando la guerra en Europa tocaba su fin. Surgieron puntos de desencuentro entre los aliados en torno al modo de organizar la posguerra.

Se ratificó el derecho de la URSS a ampliar su órbita de influencia sobre aquellos países de Europa Oriental que hubieran sido liberados por su ejército, así como la necesidad de dividir Alemania en zonas de influencia.

Conferencia de Potsdam:

Tuvo lugar en el verano de 1945. Potsdam marcó el final de la colaboración aliada y mostró las rivalidades entre estadounidenses y soviéticos, propias del escenario bipolar de la posguerra.

En ella se decidió que Japón quedara bajo el control de Estados Unidos. Además, Alemania y Austria, y sus capitales, quedarían divididas en cuatro zonas de ocupación administradas por las cuatro potencias aliadas.

Las responsabilidades de la guerra:

Los juicios de Núremberg:

En la conferencia de Potsdam, los aliados acordaron la celebración de un juicio contra los líderes nazis y acusarlos de crímenes contra la humanidad. En el juicio, a la mayoría de los acusados se les consideró culpables de genocidio (exterminio o eliminación de un grupo social por motivos étnicos, religiosos, políticos o de nacionalidad) por el exterminio de judíos y otras minorías. Los hechos probados fueron los siguientes:

  • Existió un plan nazi para exterminar a todos los judíos que se encontraran en territorio controlado por Alemania o sus aliados.
  • El exterminio fue diseñado por el propio Hitler y otros líderes nazis. Todos ellos fueron informados puntualmente del desarrollo del proceso.
  • El genocidio judío se realizó a través de maltratos, agotamiento extremo y malnutrición, trabajos forzados, experimentos médicos y técnicas de aniquilamiento masivo.

El tribunal condenó a morir ahorcados a diez altos mandos nazis, todos ellos directivos implicados en la matanza. Pero absolvió a los jefes de la Wehrmacht aduciendo que tan solo cumplían órdenes.

El proceso de Tokio:

Para juzgar los delitos japoneses, se formó el Tribunal Penal Internacional, con sede en Tokio. Los cargos fueron los mismos que en Núremberg y se impusieron siete penas de muerte.

El emperador Hirohito fue absuelto de cualquier responsabilidad.

El nuevo orden mundial:

El nuevo orden diplomático:

En 1945 se firmó la Carta de las Naciones Unidas, un documento que era al mismo tiempo su declaración fundacional y sus normas de funcionamiento. Su principal objetivo era «preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre». El documento fue escrito por cincuenta y un países y expresaban los siguientes objetivos:

  • Mantener la paz y la seguridad internacionales.
  • Negociar la resolución de conflictos entre países.
  • Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en la igualdad de derechos y la libertad de los pueblos.
  • Potenciar el respeto a los derechos humanos.

El primer artículo de la Carta era evitar las guerras mediante políticas de cooperación internacional basadas en el desarrollo y los derechos humanos. Para ello, el 10 de diciembre de 1948 se presentó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La nueva institución se dotó de un esquema organizativo que, en ocasiones, ha resultado el origen de su incapacidad para resolver retos.

El nuevo orden económico:

Las potencias vencedoras también crearon una nueva organización económica del mundo de posguerra.

La reunión se celebró en 1944 y tenía como objetivo el establecimiento de una fórmula de los Estados en la economía.

Además, se crearon dos instituciones que debían invertir en la recuperación de las naciones tras la guerra:

  • Banco Mundial: Fue concebido como proveedor de liquidez para la reconstrucción de los países europeos a través de la concesión de créditos.
  • Fondo Monetario Internacional: Fue creado como instrumento para garantizar el desarrollo económico y la estabilidad financiera de los países mediante la promoción de políticas de cooperación monetaria.

En los acuerdos de Bretton Woods, se acordó, debido a su superioridad económica, aceptar el patrón oro y reconocer el dólar americano como divisa de referencia universal.

La Unión Soviética y sus países aliados se negaron a sumarse al sistema diseñado en Bretton Woods, pues consideraban que las instituciones creadas eran organismos propios del sistema capitalista; con ello, la división del mundo en bloques diseñada tras el final de la Segunda Guerra Mundial puede interpretarse también como el fruto de una división económica y de mercados.

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