Las Consecuencias de la Crisis de 1929
Las consecuencias del crack de 1929 fueron desastrosas. La crisis se transmitió rápidamente desde la Bolsa y los bancos a la industria y los servicios, y más tarde a la agricultura. 10 millones de obreros quedaron en paro en EEUU, teniendo que acudir a la beneficencia o recurrir a la mendicidad para subsistir. Los efectos acabaron trasladándose desde EEUU al resto del mundo (Gran Depresión), que afectó también a la política, sociedad, ideologías, valores morales y a las relaciones internacionales.
Consecuencias de la Crisis de 1929:
- Terreno económico: El comercio mundial se redujo, los estados aumentaron su intervención en la economía, la creciente inflación acabó con algunas economías como la alemana…
- Terreno político: Desprestigio del liberalismo y el auge de otras ideologías que se presentaron como salvadoras: totalitarismo de ultraderecha o los intentos revolucionarios izquierdistas a imitación de la Unión Soviética.
- Relaciones internacionales: Se estableció la desconfianza que acabó con el clima de colaboración y concordia suscitado por la Conferencia de Locarno.
Soluciones de la Crisis
Para acabar con el problema se reunió en Londres una conferencia internacional. Desgraciadamente no se llegó a ningún acuerdo final. Algunos estados promovieron la autarquía o autosuficiencia económica. La mayoría recurrieron al clearing, a la intervención del Estado en la economía y a la creación de empresas estatales, siguiendo las propuestas del economista británico John Maynard Keynes, partidario del endeudamiento público para reactivar la economía. En EEUU el presidente Franklin Delano Roosevelt adoptó un conjunto de medidas conocido como New Deal (ayudas estatales, grandes obras públicas, etc.) encaminadas a reanimar la producción industrial y a paliar los efectos de la pobreza y el paro.
La Crisis de la Democracia Liberal
La catástrofe que supuso la Primera Guerra Mundial y las dificultades de la posguerra ayudaron a formar una corriente de opinión contraria al sistema democrático, al considerarse que el parlamentarismo había fracasado en su intento de preservar la paz. El sistema parlamentario solo resistió en los viejos países liberales como Francia, Gran Bretaña o EEUU. En los estados de la Europa central, oriental y meridional fracasaron los sistemas democráticos y se alzaron nuevos regímenes autoritarios y totalitarios. Los partidos totalitarios se caracterizaron por ser ultranacionalistas, militaristas, racistas e intervencionistas. Alcanzaron su mayor fuerza en Italia y Alemania.
El Fascismo Italiano
El fascismo fue obra del periodista italiano Benito Mussolini, quien en 1919 fundó los Fascios Italianos de Combate, también conocidos como camisas negras. Un grupo político, organizado en escuadras paramilitares, que se oponía violentamente a los piquetes socialistas que paralizaban los transportes y ocupaban las fábricas. La debilidad de los gobiernos que se sucedieron en Italia desde 1919 envalentonó a Mussolini, quien se ganó la simpatía de la clase media. En 1922 organizó la Marcha sobre Roma al frente de fascistas uniformados llegados de todas partes de Italia. El rey Víctor Manuel III encargó a Mussolini la formación de un nuevo gobierno. Una vez en el poder y convertido en Duce, desmanteló violentamente la oposición e implantó una dictadura legal, suprimiendo la libertad de prensa y de reunión y persiguiendo a los políticos no fascistas. Mussolini acometió importantes reformas políticas y económicas. Normalizó las relaciones con la Santa Sede, reguló las relaciones laborales y fascistizó la educación. Además, fortaleció la moneda, aumentó la producción agrícola y acometió la realización de importantes obras públicas que utilizó como propaganda política.
El Nazismo Alemán
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, la República de Weimar (1918-1933) atravesó graves dificultades políticas y económicas. En 1920, en el Partido Nacionalista de los Trabajadores Alemanes, dirigido desde 1921 por el Führer (guía) Adolf Hitler, su ideología se caracterizaba por un fuerte componente racista, el desprecio por la democracia parlamentaria, un rechazo frontal a los tratados de Versalles y una teoría política que reclamaba la formación de una Gran Alemania. En enero de 1933, Hitler fue nombrado canciller al frente de un gobierno de coalición. Los nazis convirtieron la República en el Tercer Reich, disolviendo o prohibiendo el resto de partidos y sindicatos y anulando los derechos y libertades fundamentales. En el terreno económico, el régimen nazi obtuvo diversos éxitos, reflejados en la reducción del paro, el fomento del ahorro, el aumento de las exportaciones, la concentración empresarial, la construcción de grandes obras públicas y la realización de proyectos militares.
La Segunda Guerra Mundial
Causas y Características de la Guerra:
El 1 de septiembre de 1939 se iniciaba la Segunda Guerra Mundial, el conflicto bélico más importante de la historia de la humanidad.
Causas:
- Generales: Destacan el espíritu revanchista que produjo la Primera Guerra Mundial, la aparición de las ideologías totalitarias, el auge del militarismo, el empobrecimiento general y las secuelas de la crisis de 1929.
- Inmediata: Sobresalen la política imperialista de Alemania, Italia y Japón, y la ineficacia de la Sociedad de Naciones ante hechos como la anexión alemana de Austria y Checoslovaquia (1938-1939).
Este conflicto duró casi 6 años y en él lucharon dos bloques liderados, uno por Gran Bretaña y Francia (potencias occidentales) y el otro por Alemania e Italia (Potencias del Eje). Con la incorporación, en 1941, de la URSS, EEUU y Japón, el conflicto se convirtió en una verdadera guerra mundial.
Las Grandes Campañas Militares
En la primera fase de la guerra (1939-1941), el éxito correspondió a Alemania, gracias al desarrollo de la nueva campaña militar, la llamada guerra relámpago, basada en el uso combinado de unidades motorizadas de infantería, tanques y aviación. La llamada guerra de Inglaterra fue el único fracaso del Eje, ya que Gran Bretaña resistió los intensos bombardeos alemanes. En la segunda fase (1941-1943) se llegó a un equilibrio de fuerzas. La necesidad de petróleo llevó a Hitler a la invasión de la URSS, abriéndose entonces un segundo frente en el este europeo. En diciembre, Japón atacó la base naval norteamericana de Pearl Harbor, provocando la entrada de EEUU en la guerra. En la tercera fase (1943-1945) los aliados consiguieron modificar la relación de fuerzas. En 1943 los norteamericanos desembarcaron en Sicilia y avanzaron por Italia, mientras los soviéticos lo hacían por el este de Europa. Después del Desembarco de Normandía y la reconquista de Francia, Bélgica y los Países Bajos, los ejércitos aliados iniciaron la carrera hacia Berlín. En el Pacífico, tras las batallas de Iwo Jima y Guadalcanal, el 7 de mayo de 1945 capitulaba Alemania y en septiembre se rindió Japón tras el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki en agosto de ese mismo año.
Las Consecuencias de la Guerra. El Diseño de la Paz
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial fueron aterradoras. Las pérdidas humanas se cifraron en más de 55 millones, además de 70 millones de heridos y 40 millones de desplazados. Las destrucciones materiales fueron incalculables y los países que sufrieron la guerra en su territorio vieron sus economías totalmente destrozadas. El diseño de la paz se realizó a través de las Conferencias de Yalta y Potsdam. En ellas se definieron las nuevas fronteras europeas y se decidió dividir Alemania y su capital (Berlín) en cuatro zonas de ocupación (URSS, EEUU, Gran Bretaña y Francia). La contienda supuso también la aparición de dos superpotencias, los EEUU y la Unión Soviética, la revitalización del sistema democrático y la aparición de nuevos estados. Comenzaba así la Guerra Fría (1945-1989).
Los Gobiernos de la Monarquía en España
En 1902 el sistema político de la Restauración presentaba notables limitaciones como la falta de representatividad o el fraude electoral. Además, el llamado desastre del 98 había provocado el nacimiento de un movimiento regeneracionista que pretendía la recuperación económica, la transformación intelectual de las costumbres y de la sociedad española, y su adaptación a los modos de vida europeos. El turnismo entre conservadores y liberales se mantuvo hasta 1912, sucediéndose los intentos de reforma y regeneración de la vida política española. Los conservadores, por Francisco Silvela y Antonio Maura, gobernaron entre 1902 y 1909, mientras que los liberales, dirigidos por José Canalejas, lo hicieron entre 1910 y 1912. A partir de 1917, el sistema político de la Restauración entró definitivamente en crisis, obligando a la formación de gobiernos de concentración nacional.
Los Problemas Internos en España
Fueron:
- Religioso: Se planteó por el distinto papel que cada partido asignaba a la Iglesia. El partido liberal mantuvo una postura anticlerical. Los conservadores se convirtieron en el baluarte del clericalismo. La polémica se reflejó en asuntos como la libertad de culto o la reducción de diócesis y cargos eclesiásticos; en algunos casos provocó insultos y agresiones al clero.
- Cuestión social: Procedía de la pobreza y marginación. Para evitar esta situación el Estado realizó tímidas reformas sociales, como la creación del Instituto de Reformas Sociales o la regulación del descanso dominical y del derecho a la huelga, pero no fueron suficientes. La problemática social y el auge del movimiento obrero se reflejaron en la fundación de la UGT, de orientación socialista, y de la CNT, de tendencia anarquista. También se produjeron diversas agitaciones campesinas y virulentas huelgas.
- Consolidación de los regionalismos: Puso de manifiesto las distintas formas de concebir España. En Cataluña se fundó la Lliga Regionalista, que aspiraba a resucitar la Generalitat. Con la incorporación de la burguesía, el catalanismo se convirtió en un movimiento de masas, obteniendo 41 de los 44 escaños correspondientes a los distritos catalanes en las elecciones de 1907.