La Segunda Revolución Industrial y el Auge del Capitalismo: 1870-1914

La Difusión de la Industrialización: Nuevas Formas del Capitalismo

El Auge de la Industrialización (1870-1914)

Durante el último tercio del siglo XIX se produjo una intensificación de los procesos de industrialización. Surgieron nuevas potencias industriales y la economía se internacionalizó. Los países que vivieron este proceso de industrialización fueron:

Gran Bretaña

En 1870 producía la cuarta parte de todo lo que producía el mundo, era el primer exportador y su moneda (libra) era internacional. Londres era la capital del mercado mundial. Su población se triplicó en menos de un siglo y la distribución era: el 70% de la población vivía en las ciudades, el 14% se dedicaba a la agricultura (se había producido un descenso con respecto al periodo anterior), el 55% de la población se dedicaba a la industria. Gran Bretaña fue la primera potencia mundial hasta 1914.

Francia

Entre 1850 y 1870 tuvo un gran crecimiento. Los sectores más importantes fueron el textil y el metalúrgico.

Italia

El movimiento intelectual conocido como Risorgimento fue el que promovió el desarrollo industrial. Entre 1860 y 1880 la burguesía del norte impulsó la construcción del ferrocarril y desarrolló un foco de industrialización textil con sede en Lombardía.

Rusia

El estado favoreció el desarrollo de la industria pesada (minería de carbón, hierro y petróleo). En 1913 era la quinta potencia industrial.

Otras Zonas

Durante las dos últimas décadas del siglo XIX se produjo un avance de la industria en: Bélgica, Holanda, España (Cataluña y País Vasco), Alemania, Suecia, territorios del Imperio Austrohúngaro (Bohemia y Hungría).

Las Nuevas Potencias Industriales

La difusión y expansión de la industrialización hizo que en algunos países se intensificara la producción. Esto, unido a la circunstancia política, social y económica, dará como resultado que emerjan nuevas potencias que más tarde rivalizarán con Gran Bretaña. Estas nuevas potencias son:

Alemania

La unificación política de 1871 contribuyó a un rápido e intenso desarrollo económico e industrial. Se introdujo directamente en los nuevos sectores industriales, es decir, en la siderurgia, en la minería, la ingeniería, la electricidad y la química. Entre 1850 y 1913 su población se duplicó dos veces (65 millones). La producción de acero se multiplicó por diez. En la construcción de maquinaria se pasó de 5.000 trabajadores en 1861 a 1.120.000 en 1901. En 1913 se había convertido en el primer país del mundo en la industria química y poseía la mitad del comercio internacional de productos eléctricos. En conclusión, podemos decir que Alemania se convierte en la primera potencia industrial de Europa continental, rivalizando con el Reino Unido.

Estados Unidos

La población de Estados Unidos se multiplicó casi por tres: de los 32 millones de 1865 se pasó a 100 millones en 1914, debido principalmente a los emigrantes europeos y a la abundancia de recursos como el carbón, hierro y petróleo. Este crecimiento espectacular de la población hizo que el estado de los Estados Unidos iniciara el plan de conquista del Oeste. Entre 1850 y 1860 se produjo un gran crecimiento económico que se caracterizó por la expansión de las industrias textil, minera y metalúrgica; por la construcción del ferrocarril, que incide en el desarrollo de la industria pesada; por las extracciones petrolíferas y por la adopción y desarrollo de sistemas de producción capitalista. En 1913 producía cuatro veces más acero que Gran Bretaña y dos veces más carbón. Las causas de este crecimiento económico hay que buscarlas en la distribución equilibrada entre recursos y número de habitantes, en los salarios altos por la escasa mano de obra industrial y por los altos niveles de renta y consumo por habitante.

Los Ritmos de la Economía Capitalista

Desde finales del siglo XIX hasta la actualidad se produjo la mundialización de la economía, causada por la interrelación entre el desarrollo industrial y el capitalismo. La expansión del capitalismo se debió a la formación de un mercado internacional. El sistema capitalista está sometido a ritmos cíclicos: se producen periodos de expansión del crecimiento y de la producción, y etapas de depresión y crisis. Las crisis económicas se producen aproximadamente cada 10 años. En la sociedad preindustrial se debían a las malas cosechas, que hacían que hubiera una menor producción agraria y, como consecuencia, subida de precios. Sin embargo, en la sociedad capitalista las crisis se producen por una superproducción industrial, es decir, que hay una producción por encima de las posibilidades de consumo, lo que hace que haya más mercancías que las que la demanda es capaz de consumir. La consecuencia es la bajada de precios, descenso de beneficios, stock de mercancías, las fábricas dejan de producir y aumenta el paro.

La Primera Gran Depresión del Capitalismo (1873-1896)

La crisis económica de 1873 inaugura un periodo que los contemporáneos llamaron Gran Depresión. Si analizamos los factores que incidieron en esta Gran Depresión, tendremos que estudiar el comportamiento que tuvieron los distintos sectores económicos, pero nos centraremos en la agricultura y en el sector industrial y financiero:

Agricultura

Se produjo un aumento de la producción agrícola. Los mercados europeos se vieron invadidos de productos agrarios de países como Estados Unidos, Argentina y otros a los que se había dirigido la emigración de mediados del siglo XIX. Estos productos habían tenido un coste menor en su producción y, por lo tanto, se habían vendido a bajo precio. El descenso de los precios produjo un descenso de los beneficios, que repercutió en el número de campesinos, que también bajó.

Sector Industrial y Financiero

Siguen las mismas pautas que el sector agrícola. El detonante de la crisis fue el crash de la Bolsa de Viena de 1873, que produjo quiebras bancarias en Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Aumentó el paro y bajaron los salarios.

Consecuencias

  • Descenso de los precios.
  • Paro.
  • Competencia entre empresas para reducir los costes de producción.
  • Aumento de la rivalidad entre las principales potencias para controlar los recursos económicos y los mercados del mundo extraeuropeo.
  • Aplicación, por parte de la mayoría de los países industriales, de una política proteccionista.

La Segunda Revolución Industrial

A causa de la Gran Depresión se transformaron las bases del crecimiento económico e industrial. El aumento de la competencia entre empresas y países condujo a innovaciones tecnológicas y al cambio de la organización del trabajo industrial. Estas son: concentración industrial y financiera (así se elimina la competencia y se crean monopolios). Surgieron asociaciones de empresas que tomaban acuerdos sobre la producción, precios, etc.

Concentración de Empresas

La asociación de capitales y empresas se puede llevar a cabo de diferentes formas. Señalamos dos:

  • Carteles: son acuerdos entre empresas que fabrican el mismo producto con el fin de fijar precios o salarios y eliminar o reducir la competencia.
  • Trust: se forman a partir de la fusión de empresas dedicadas a una misma actividad (fusión horizontal) o a las distintas fases de un mismo proceso productivo (fusión vertical). Estas asociaciones se desarrollaron especialmente en Estados Unidos y Alemania. Rockefeller fundó en 1870 la Standard Oil Company, que refinaba el 4% del petróleo de Estados Unidos. En 1870 controlaba el 90% de la producción y de las exportaciones del sector petrolífero. El grupo alemán AEG se repartía el mercado mundial de productos eléctricos junto con la General Electric estadounidense. El Ritz controlaba las empresas hoteleras en Europa y Estados Unidos, y, por último, las grandes empresas de automóviles como Renault, Citroën y Ford se repartían el mercado automovilístico. En Estados Unidos se aprobaron leyes anti-trust.

El Proteccionismo Económico

Se le denomina también nacionalismo económico. Defiende los productos del país frente a la competencia de los del extranjero, elevando los aranceles aduaneros. Lo que motiva a un país a adoptar el proteccionismo es la competencia entre las economías nacionales y la rivalidad entre las grandes potencias, como ocurrió a finales del siglo XIX, época en la cual todos los países europeos, excepto Gran Bretaña, aumentaron las tasas que se aplicaban a la producción agraria. Luego se extendió a la industria textil, metalúrgica y a la minera.

El Progreso Técnico y las Innovaciones Tecnológicas

Durante la Segunda Revolución Industrial no solamente se produjeron innovaciones tecnológicas, sino también cambios en la organización del trabajo. Además, aparecieron nuevos materiales (plásticos) y nuevas fuentes de energía (electricidad y petróleo). Uno de esos nuevos materiales fue el acero, que se consiguió por el procedimiento Bessemer. En Gran Bretaña, Francia, Alemania y Bélgica se pasó de producir 400.000 toneladas de acero en 1872 a 32 millones de toneladas en 1913. La calidad del acero permite innumerables aplicaciones. Otros metales que también se utilizaron son el aluminio y el níquel, y el sector que produjo más demanda de estos metales fue el militar (carrera de armamentos). La industria mecánica aumentó al acceder la población civil al mercado, que, entre otros, compró máquinas de coser, de escribir, bicicletas y el automóvil. Especialmente el modelo «T» de Ford de 1907 revolucionó la industria del automóvil, y no otras marcas como Rolls Royce y Benz, más caras. Otros productos de consumo masivo fueron la aspirina del año 1899 o la aspiradora de 1908. Todos estos aparatos y coches se podían pagar a plazos. La energía eléctrica tuvo su dirección principal aplicada a las bombillas con filamento de carbono, que permitirán el uso en las ciudades y en las casas. La primera bombilla fue inventada por Edison en 1878. En la primera década del siglo XX se dio el primer mensaje hablado con radio. La producción de petróleo refinado, que se usaba para los motores de explosión, también se vio muy incrementada. En Estados Unidos se pasó de 2 millones de barriles en 1865 a 265 millones en 1914. También hubo un gran crecimiento de la industria química por los abonos, papel y plásticos. Todo esto condujo a una nueva organización del trabajo. Fue Frederick Taylor quien llevó a cabo la racionalización y «gestión científica» del trabajo. Su sistema se basaba en separar las funciones de planificación y dirección de las de ejecución.

La Expansión Imperialista

La Colonización de África

Hasta el siglo XIX, el continente africano era uno de los más desconocidos, pero, a la vez, también uno de los más codiciados, y también uno de los más despoblados. Por eso fue allí donde se centraron los intereses de las potencias imperialistas en un primer momento.

Antes de 1880 los europeos se habían asentado en las costas africanas con finalidad estratégica o comercial. La fecha clave es 1885, cuando se realiza la Conferencia de Berlín, encabezada por el canciller alemán Otto von Bismarck, donde se reúnen 14 países europeos con el objetivo de organizar el reparto «civilizado» de África, de manera que no originara guerras entre los países imperialistas. A partir de esa fecha, la conquista ya se va realizando desde los primeros asentamientos costeros hacia el interior, hasta que, para el año 1914, todo el territorio africano se hallaba repartido entre diversas potencias:

  • Inglaterra: quería conseguir en África un imperio continuo, es decir, una franja que fuera desde El Cairo hasta el Cabo de Buena Esperanza. Pero no lo consiguió, ya que chocó con Alemania. También tuvo un enfrentamiento contra Francia por el incidente de Fachoda y con Portugal, ya que Inglaterra le impidió juntar Angola y Mozambique. Además de la franja norte-sur, también consiguen puntos estratégicos en las costas de Somalia, Nigeria o Costa del Oro.
  • Francia: quería conseguir la unión de los territorios del norte, desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo, pero no lo consiguió por la expansión inglesa. También tendrá problemas con Alemania en la frontera de Gabón. Al final se tuvo que conformar con el cuadrante noroccidental y otras posesiones como Madagascar.
  • Alemania: tan solo posee cuatro territorios. Su colonización fue más breve, ya que, al ser derrotada en la Primera Guerra Mundial, perdió todas sus colonias. Llega tarde porque está inmersa en el proceso de unificación y tiene que quedarse con Tanzania, Togo, Camerún y la actual Namibia.
  • Portugal: quería conectar Angola con Mozambique, pero no lo consiguió debido a la expansión británica.
  • España: consiguió el protectorado de Río de Oro en el Congreso de Berlín y el de la costa norte de Marruecos en la Conferencia de Algeciras.
  • Bélgica: se hizo con el Congo Belga.
  • Italia: tras la derrota en la batalla de Adua, que permitió la independencia de Etiopía, redujo su imperio solo a Libia y Somalia. Tuvo pocas posesiones porque también llegó tarde por su unificación.

La Colonización de Asia

La colonización de Asia se parece a la de África en que ambas empiezan con el establecimiento de factorías comerciales en las costas antes de 1870, y que a partir de esa década se inicia la conquista del interior, favorecida gracias a la apertura del canal de Suez. Como novedades respecto a la colonización africana, aquí aparecen nuevas potencias imperialistas como Rusia, Estados Unidos y Japón. A diferencia de lo que ocurrió en África, hubo grandes zonas sin controlar por ningún imperio. En Asia, el tipo de organización colonial que se lleva a cabo es el protectorado, mientras que en África también se desarrollan el de explotación y el de poblamiento. Los principales países imperialistas y los territorios que conquistan son:

  • Inglaterra: se hace con el control de la India, Birmania y parte de Malasia.
  • Francia: conquista algunos territorios del sudeste asiático como Laos y Camboya.
  • Holanda: se queda con las posesiones de Indonesia.
  • Estados Unidos: tiene dominado Filipinas.
  • Rusia: se hace con el control de Siberia y llega hasta los límites de Afganistán.

Uno de los principales conflictos que se desarrolló fue el de las Guerras del Opio entre ingleses y chinos por la venta de este producto, lo que acabó convirtiéndose en un enfrentamiento directo entre ambos que desembocó en una victoria británica, que consiguió conquistar Hong Kong e implantar 12 puertos comerciales en la costa de China.

El Pensamiento Político y Social del Siglo XIX

El Pensamiento Conservador

Proponían la vuelta al Antiguo Régimen. Es la ideología que sostiene a la Restauración, negaba las bases ideológicas que mantenía la Revolución Francesa. Defendía:

  • Autoritarismo político.
  • Ortodoxia religiosa.
  • Dogmatismo filosófico.

Destacaban dos grandes pensadores: Edmund Burke y Joseph de Maistre.

  • Edmund Burke (1729-1797): se manifiesta claramente como antirrevolucionario y antiilustrado. Sus valores eran el orden, la autoridad, la jerarquía y la estabilidad. Admite cambios, pero respetando el pasado y que los cambios se produzcan de forma lenta y no violenta. Sus pensamientos quedaron plasmados en su obra Reflexiones sobre la Revolución Francesa.
  • Joseph de Maistre (1753-1821): defendía el legitimismo, reafirma el derecho divino de las dinastías (soberanía por la gracia de Dios) frente a la soberanía popular.

Teniendo en cuenta las ideas de estos dos pensadores, podríamos decir que este pensamiento defiende el interés de los privilegiados.

El Pensamiento Liberal

Podemos definir como liberalismo la doctrina política que surge en el siglo XVIII de los pensadores llamados ilustrados. También podríamos decir que se trata de movimientos políticos que se desarrollan a lo largo del siglo XIX con el objetivo de construir sistemas políticos basados en la libertad individual, en una constitución elaborada por la representación política de los ciudadanos y el control del ejecutivo por el legislativo y por el judicial. Los orígenes del liberalismo los podemos encontrar entre los conflictos de la monarquía inglesa de Carlos I y el Parlamento inglés del siglo XVII. Las ideas y planteamientos políticos los organizó John Locke. Estas ideas las recogieron los filósofos franceses del siglo XVIII.

Los Principios Políticos del Liberalismo

  • Defendía la libertad personal como prioridad suprema. Esa libertad debía estar garantizada por los derechos fundamentales del hombre, que son la libertad de expresión, de prensa, propiedad privada, de asociación, de reunión, etc.
  • Principio de igualdad.
  • Limitación de la autoridad real, mediante una constitución que recoja la libertad individual y los derechos, y refleje la división de poderes (el rey reina, pero no gobierna) y consagre la soberanía nacional.
  • Que los ciudadanos puedan intervenir en los asuntos del estado, mediante representantes de distintos partidos políticos, para un parlamento que haga las leyes y controle al gobierno. Serían elegidos por sufragio censitario o universal.
  • Liberalismo económico, cuyo teórico era Adam Smith, que proponía la no intervención del estado en la economía, sino plena autonomía para que se desarrolle de forma natural con la ley de la oferta y la demanda. El lema era «laissez faire, laissez passer».

El liberalismo tiene limitaciones, porque solo distingue a una parte de la población, ya que los obreros no tenían derecho a la reunión, y, al no intervenir en la economía, se ignora la justicia social.

El Socialismo Premarxista o Utópico

Mientras que los trabajadores empezaban a organizarse, algunos intelectuales elaboraban teorías políticas y sociales alternativas a la sociedad de su época. El término socialismo se empezó a utilizar en las jornadas revolucionarias de 1830, pero fue Karl Marx quien bautizó este socialismo como «socialismo utópico», porque se contraponía al socialismo científico propuesto por Engels y el propio Marx. Este socialismo utópico fue influido por las ideas ilustradas y la mentalidad romántica de la época. Planteaba los efectos negativos del capitalismo y proyectaba una sociedad ideal sin explotación ni injusticia social.

Principales representantes del socialismo utópico

  • Conde de Saint-Simon: noble de ideas liberales, creía que las desigualdades sociales se superaban mediante un desarrollo racional de la industria.
  • Charles Fourier: viajante de comercio, defendió la creación de cooperativas agrícolas e industriales de producción y consumo llamadas falansterios. Fue de los primeros en formular la lucha de clases.
  • Pierre Proudhon: tipógrafo autodidacta, preanarquista, denunció la propiedad privada como origen de la desigualdad.

La Llegada del Marxismo

Las ideas marxistas son la semilla que organiza los partidos socialistas que se fundaron a finales del siglo XIX. Serán las circunstancias históricas las que hagan que la toma del poder sea de forma revolucionaria (Revolución Rusa de 1917) o progresivamente, de forma pacífica, usando la vía electoral. El marxismo se debe a la figura de Karl Marx, que nació en Alemania (Tréveris) en 1818 y murió en Londres en 1883. Economista y filósofo con gran formación académica, estudió Derecho en Berlín, donde entró en contacto con las ideas de Hegel. Vivió exiliado en París, donde conoció a Engels, y, junto con otros exiliados, en 1846 formaron la Liga de los Justos, aunque posteriormente la llamaron Liga de los Comunistas, con el objetivo de abolir la propiedad privada. La Liga de los Comunistas encargó a Engels y Marx la redacción del llamado Manifiesto Comunista. En este escrito se denuncia el capitalismo y se propone la desaparición de la burguesía y la emancipación del proletariado, así, para ponerle fin a las clases sociales. Con estas ideas se forma una nueva estructura: el marxismo. Las características de esta doctrina marxista son:

  • Lucha de clases.
  • Abolir el capitalismo y la propiedad privada.
  • La conquista del poder por parte del proletariado, y, para ello, tendrán que organizar partidos políticos propios.
  • Nuevas estructuras económicas, políticas y culturales para ponerle fin a la sociedad de clases.

Su lema era: «Proletarios del mundo, uníos»

Concepto de Lucha de Clases

Según Marx, la historia de la humanidad es una historia de lucha de clases, en la que siempre hay opresores y oprimidos debido a la propiedad privada de los medios de producción. Para terminar con esta situación, Marx propone la desaparición de la propiedad privada y de las clases sociales, y el proletariado debía conquistar el poder y llevar a cabo la dictadura del proletariado.

La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT)

Con la industrialización, la clase trabajadora crecía y aumentaba el número de asociaciones, cooperativas, sindicatos, etc. Por lo que se ve necesaria la creación de una gran organización internacional de trabajadores, la AIT, para poner en común sus ideas y proyectos y organizar las reivindicaciones y luchas en la conquista de sus derechos. El 28 de septiembre de 1864, en Londres, se fundó la AIT, la Primera Internacional, formada por los delegados de las organizaciones obreras de diferentes países, exiliados, etc. Los objetivos eran la emancipación de los trabajadores (conseguida por sí mismos), la participación en la lucha política para conquistar el poder y así transformar la sociedad, abolir la propiedad privada y colectivizar los medios de producción y, por último, intentar la solidaridad internacional de los obreros. La Primera Internacional se implantó en obreros y campesinos de Francia, Bélgica, Suiza, Italia y España. La actuación de Marx fue la de redactar el manifiesto inaugural y los estatutos organizativos. También se produjo un reforzamiento de la conciencia de la clase trabajadora, se crearon federaciones nacionales en los países europeos y se implantó la AIT rápidamente en varios países. Una característica de esta Primera Internacional fue la heterogeneidad, que también se refleja en el plano ideológico:

  • Proudhonianos: franceses que se inclinaban hacia una evolución pacífica y gradual. No eran partidarios de la participación obrera en la lucha política ni en la intervención del estado en cuestiones laborales.
  • Los seguidores de Marx, más radicales, se inclinaron por la huelga. También pensaban que los obreros debían tener participación política y que el estado debía realizar una legislación laboral.

En los primeros congresos de la AIT hubo un enfrentamiento abierto entre los seguidores de Marx y los de Proudhon. Al mismo tiempo, se producía un debilitamiento y una división en la organización.

La Segunda Internacional

A finales del siglo XIX se habían fundado en los diferentes países europeos partidos socialistas que se agruparon y convocaron la Segunda Internacional. Estos partidos se habían fundado en Alemania, Holanda, Bélgica, Inglaterra y España. Representa la unidad del socialismo internacional, pero también la diversidad de posiciones doctrinales. Fue el SPD alemán el que sirvió de modelo para los demás partidos, porque crearon una red de asociaciones, cooperativas, casas del pueblo, centros culturales, etc. En 1889, en París, coincidiendo con el primer centenario de la Revolución Francesa, se fundó la Segunda Internacional. Se trató esta vez de una serie de reuniones periódicas de los partidos socialistas nacionales. En estas reuniones no fueron admitidos los anarquistas. Los temas tratados fueron los siguientes:

Sobre la Mujer

Para la emancipación de la mujer se creó el Secretariado Internacional de Mujeres Socialistas, dirigido por Clara Zetkin, que promovió el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

Sobre los Jóvenes

Se creó la Federación Internacional de Juventudes Socialistas.

Otros Temas

En el congreso fundacional se acordó que el 1 de mayo de 1890 se convocaría a los trabajadores para reivindicar la jornada laboral de 8 horas. Más tarde se ha tomado esta fecha como Día Internacional del Trabajo. En esta Segunda Internacional hubo diferencias doctrinales y políticas, entre las que cabe destacar la de los reformistas y los revolucionarios:

  • Reformistas: sostenían que se debía sustituir el capitalismo por el socialismo de forma pacífica. Eran los de Gran Bretaña y Alemania principalmente.
  • Revolucionarios: pensaban que el socialismo no tendría oportunidad por la vía parlamentaria. Así pues, se necesitaría una nueva revolución. Esto lo defendían los prusianos y los españoles.

La consecuencia de ambas posturas condujo a la Revolución Rusa de 1917 y a otros intentos en Europa donde había un estado autoritario o un parlamento ineficaz, como en el caso de España. En aquellos países donde había un sistema parlamentario que funcionaba, se apuntaba hacia la socialdemocracia, que caracterizaría, después de 1914, al socialismo europeo de los países más desarrollados económica y políticamente (Alemania, Suiza, Noruega).

Definiciones

  • Liberalismo: podemos definir como liberalismo la doctrina política que surge en el siglo XVIII de los pensadores llamados ilustrados.
  • Pensamiento conservador: proponían la vuelta al Antiguo Régimen. Es la ideología que sostiene a la Restauración, negaba las bases ideológicas que mantenía la Revolución Francesa. Defendía: autoritarismo político, ortodoxia religiosa, dogmatismo filosófico. Destacaban dos grandes pensadores: Edmund Burke y Joseph de Maistre.
  • Anarquismo: es la teoría o doctrina que sostiene que toda autoridad política es innecesaria y nociva, aunque otros tipos de autoridad…
  • Imperialismo: definimos el imperialismo como la expansión política y económica de una nación sobre otra. La característica del imperialismo son: el capitalismo como motor de la economía mundial, en el que las rivalidades económicas de las grandes potencias se proyectaban sobre un escenario global.
  • Colonia: con el término de colonia se hace referencia a un territorio que carece de independencia política y es administrado por otro que recibe el nombre de metrópoli.
  • El proteccionismo económico: se le denomina también nacionalismo económico. Defiende los productos del país frente a la competencia de los del extranjero, elevando los aranceles aduaneros.
  • Bakunin: el principal ideólogo del anarquismo fue Bakunin, nacido en Rusia en 1814 y fallecido en Berna en 1876. Se educó en academias militares hasta los 21 años y después pasó a estudiar Filosofía en Moscú.

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