Antecedentes
Napoleón decidió invadir Portugal debido a la negativa de este país a acatar el bloqueo continental contra el comercio británico. Para ello, firmó con el gobierno español el Tratado de Fontainebleau (1807), que autorizaba al ejército francés a atravesar España a cambio de un futuro reparto de Portugal entre España, Francia y un principado para Godoy. A partir de aquí, las tropas napoleónicas se instalaron en las ciudades más importantes de España y en la frontera con Portugal. Esta entrada provocó un clima de intranquilidad en el pueblo y una división dentro de la corte entre los partidarios de Carlos IV y su primer ministro, Godoy, y los de su hijo Fernando. Estos últimos aprovecharon la situación para dar el golpe definitivo asaltando el Palacio de Aranjuez (Motín de Aranjuez), donde residían los reyes. Carlos IV se vio obligado a abdicar en su hijo Fernando, y Godoy fue encarcelado, acusado de querer huir a América con los reyes. El motín se extendió a Madrid, donde las casas de los amigos de Godoy fueron asaltadas. En España, la situación política se había descompuesto, lo que dificultó los planes de Napoleón. Ante esta situación, decidió poner a un miembro de su familia al frente de España, como ya había hecho en otros países. Sin embargo, no contaba con la oposición armada en la península, lo que dio lugar a la Guerra de la Independencia (1808-1814).
Abdicaciones de Bayona y Estallido de la Guerra
Las maniobras de Napoleón, quien citó en Bayona a Carlos IV, Fernando VII y Godoy, provocaron las abdicaciones. Napoleón logró la renuncia de Fernando VII al trono, quien abdicó en su padre, y este a su vez en Napoleón (Abdicaciones de Bayona). Napoleón nombró a su hermano José I al mando de la monarquía española para que implantara reformas y una alianza con Francia. Mientras tanto, en España se inició un alzamiento popular contra los franceses. En Madrid, la incertidumbre y el descontento crecían, y el pueblo se alzó contra los franceses. Las tropas de Murat reprimieron la revuelta, pero el movimiento de resistencia contra los franceses se extendió por toda España.
Bandos del Conflicto
Fue una guerra de liberación contra un invasor extranjero, pero también una guerra civil, ya que una parte de la población española aceptaba a José I.
La España de José I
Era la zona ocupada por el ejército francés. Contaba con el apoyo de los llamados afrancesados, entre los cuales había muchos reformistas e ilustrados que pretendían una modernización pacífica y gradual de España. José I, con escaso apoyo, intentó implantar una política reformista que pretendía acabar con el Antiguo Régimen. El Estatuto de Bayona, una carta otorgada por Napoleón, reconocía la igualdad de los hombres ante la ley, los impuestos y el acceso a los cargos públicos, pero no llegó a ponerse en práctica debido a la guerra.
La España de la Insurrección Popular y la Resistencia
Integraba los territorios no dominados por el ejército francés. Afirmaba luchar en nombre del rey Fernando VII. Sin embargo, había dos ideologías muy distintas: los liberales, que pretendían el establecimiento del liberalismo político y económico, y los absolutistas, partidarios del retorno de Fernando VII como monarca absoluto y de la continuidad del Antiguo Régimen. Se crearon juntas locales que se integraron en juntas provinciales, las cuales ejercían el poder en las provincias. Para coordinarlas, se creó la Junta Central Suprema, que asumió la dirección de la guerra contra los franceses y el gobierno del país en las zonas no ocupadas.
Fases del Conflicto
La España de José I contaba con las tropas francesas, mientras que la resistencia contaba con el apoyo del ejército inglés y la guerrilla popular.
Etapas de la Guerra
- Mayo-octubre 1808: Los franceses se vieron incapaces de controlar la península. Ciudades como Zaragoza y Gerona resistieron heroicamente, y las tropas que invadían Andalucía fueron derrotadas. José I abandonó Madrid y se estableció en Vitoria.
- Noviembre 1808-1812: Napoleón decidió dirigir personalmente las tropas, y el ejército francés obtuvo grandes éxitos militares, restableciendo a José I en Madrid. Sin embargo, no pudieron tomar Cádiz ni Lisboa, que se convirtieron en importantes focos de resistencia. La guerrilla se convirtió en una eficaz táctica de lucha contra el ejército francés en esta etapa.
- 1812-Final de la Guerra: El Imperio napoleónico comenzó a tener problemas en Europa. En España, la iniciativa de la guerra pasó a los ingleses, portugueses y españoles, dirigidos por Wellington. Estos éxitos militares cambiaron el signo de la guerra. El 11 de diciembre de 1813, con el Tratado de Valençay, Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España.
Consecuencias
- Pérdidas demográficas de un 10% de la población.
- Destrucción de caminos, puentes e infraestructuras.
- Pérdidas de la Iglesia, que sufrió numerosos expolios y destrucciones.
- Desmoralización de la población debido a la crueldad de la guerra.
- Descomposición del Antiguo Régimen y surgimiento del liberalismo político durante la guerra.