La Revolución Industrial (1750-1870): Transformación Económica y Social

Introducción

La Revolución Industrial, un período de transformaciones sin precedentes entre 1750 y 1870, marcó un punto de inflexión en la historia mundial. Este proceso superó las limitaciones económicas del Antiguo Régimen, impulsando un crecimiento económico exponencial y reconfigurando el equilibrio de poder global. La intervención estatal, el clima, la geografía, los recursos naturales, la filosofía, la religión y la organización social en Europa fueron factores clave en este proceso. La cultura, la justicia y las instituciones públicas jugaron un papel crucial en el alcance de estos cambios.

La Revolución Industrial en Gran Bretaña

Gran Bretaña se erigió como epicentro de la Revolución Industrial gracias a una combinación de factores favorables:

  • Clima
  • Recursos hidráulicos
  • Recursos estratégicos (carbón)
  • Condiciones propicias para el desarrollo (cultura, innovación e inversión)

Características:

Población:

Experimentó un crecimiento significativo, acelerado en 1780, impulsado por la migración del campo a las ciudades. Las causas de este crecimiento demográfico fueron la disminución de la mortalidad, gracias a las mejoras en la sanidad, y el incremento de la natalidad, junto con una reducción en la edad de matrimonio.

Cambios en la Agricultura:

El auge de la agricultura capitalista se manifestó en el proceso de cercamiento de tierras (Enclosure) durante el siglo XVIII. Este proceso aceleró la producción de cereales y condujo a la desaparición de la propiedad comunal de la tierra. Los efectos del cercamiento incluyeron:

  • Ampliación del área cultivable
  • Venta de parcelas
  • Expulsión de campesinos
  • Incremento de mano de obra disponible para la industria
  • Grandes explotaciones que favorecieron la introducción de nuevas tecnologías
  • Mayores ingresos agrícolas
Sector Secundario:

Textil: En el siglo XVIII, la producción textil se centraba en la lana. Con la Revolución Industrial, el algodón se convirtió en la estrella. La industria textil enfrentó dos problemas principales:

  1. El hilado era más lento que el tejido.
  2. La necesidad de centralizar las bases de la producción en un solo establecimiento.

En 1733, se inventó una máquina que resolvió el primer problema. Los avances en el hilado impulsaron mejoras en las técnicas de tejido y la introducción del vapor, revolucionando la industria.

Siderurgia: La transformación del hierro se enfocó en el ahorro de materias primas. El problema del combustible, el carbón vegetal, llevó a la deforestación. En el siglo XVIII, la demanda de carbón vegetal superó la oferta, lo que obligó a la importación de hierro. Dos avances clave fueron:

  1. El uso del carbón mineral (Darby, 1709)
  2. El horno de reverbero de Cort (1783-84), que sustituyó el carbón vegetal, acelerando el proceso.

Estos avances fueron sostenidos por una expansión económica continua.

Mercado Mundial:

En el siglo XVIII, la lana representaba el 69% de las exportaciones británicas. Gran Bretaña reexportaba productos coloniales a Europa. En 1801, la estructura del mercado cambió, con un aumento en las exportaciones de alimentos y cereales. La lana disminuyó al 16%, el algodón ascendió al 40% y la siderurgia al 9%. Inicialmente, Inglaterra comerciaba principalmente con Europa. Con la emergencia de América del Norte y del Sur, la estrategia comercial británica se reorientó hacia estos nuevos mercados.

Transporte:

El crecimiento demográfico del siglo XVIII incrementó la demanda de transporte, estimulando mejoras en las infraestructuras. A mediados del siglo XVIII, se construyeron carreteras, se mejoró la navegación fluvial y naval, y se construyeron canales, financiados por empresas privadas. Se invirtió en puertos, impulsando el comercio y el desarrollo del ferrocarril, que a su vez aumentó la demanda de metal. Los nuevos sistemas de transporte redujeron los costes empresariales, aceleraron la distribución y el consumo, y generaron empleo.

La Revolución Industrial en Europa y Estados Unidos

Factores de Desarrollo:

  • Recursos naturales
  • Avances agrícolas previos
  • Industria preexistente
  • Localización geográfica
  • Transferencia de tecnología
  • Estabilidad política

Factores de Retraso:

  • Recursos naturales limitados (en algunos países)
  • Factores socio-institucionales (como la ausencia de una revolución burguesa)

Factores de Expansión:

  • Internacionalización de la Revolución Industrial
  • Inversión de capital (especialmente en ferrocarriles)
  • Políticas económicas de libre comercio

Librecambio: Esta política económica promovía la no intervención del Estado en el comercio internacional, argumentando que el comercio debía regularse por las ventajas competitivas de cada país. Dos ejemplos importantes fueron el Zollverein (un tratado aduanero) y el Cobden-Chevalier Treaty (un tratado de libre comercio entre Francia y Gran Bretaña).

Patrón Oro: Este sistema establecía el oro como referencia para las monedas europeas.

Estados Unidos:

Sistema Financiero: Se basaba en la adquisición de tierras, préstamos particulares y la adquisición de títulos de deuda. El sistema bancario incluía bancos privados (custodia de metales preciosos y transferencias entre cuentas), un banco central (banco de bancos) y bancos comerciales (créditos a largo plazo).

Desarrollo: Impulsado por recursos naturales, la expansión hacia el oeste, el crecimiento demográfico, el desarrollo del transporte, una alta ratio capital-trabajo en la industria, la mecanización y sectores productivos como el textil y el siderúrgico. Estados Unidos desarrolló grandes empresas que se beneficiaron de economías de escala y la producción en masa. Tras la Primera Guerra Mundial, se consolidó como líder industrial.

La Revolución Industrial en España

España experimentó un crecimiento económico lento en el siglo XIX:

  • 1790-1830: Atraso económico y crisis del Antiguo Régimen, convirtiendo a España en una nación empobrecida.
  • 1830-1870: Se establecieron las bases institucionales y materiales para el desarrollo, incluyendo la desamortización, la nacionalización de las minas, la supresión de gremios y la reforma tributaria.
  • 1870-1913: Un viraje proteccionista durante la Restauración resultó en un fracaso relativo de la industrialización.

Población:

El crecimiento demográfico fue lento en comparación con otros países europeos debido a:

  1. Alta mortalidad (higiene deficiente, alimentación irregular, conocimientos médicos limitados y epidemias)
  2. Baja natalidad (baja fertilidad)
  3. Escasos movimientos migratorios

Agricultura:

La agricultura española se mantuvo tradicional (cereales, uva, aceite) y la ganadería perdió importancia debido a la deforestación. El campo no contribuyó significativamente a la alimentación de la población ni generó excedentes para el mercado.

Industria:

Textil: El desarrollo del algodón impulsó la industrialización en Cataluña.

Siderurgia: Se desarrolló en tres focos: Andalucía, Asturias y Vizcaya (esta última, la más competitiva gracias al horno Bessemer).

Mercado Nacional:

Limitado por la infraestructura de transporte (caminos de herradura), el transporte dependía de las condiciones climáticas y la disponibilidad de mano de obra humana y animal.

La construcción del ferrocarril, con capital extranjero, mejoró el transporte.

Comercio Interior y Exterior:

Perjudicado por el legado del Antiguo Régimen, la falta de una unidad de peso y las dificultades geográficas, además de las tendencias proteccionistas. España adoptó la peseta en 1868.

A pesar de las dificultades, España logró evitar el endeudamiento excesivo que afectó a otros países durante este período.

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