La Revolución Francesa: Causas, Desarrollo y Fin

La Situación de Francia antes de la Revolución (1789)

Crisis del Antiguo Régimen

Francia vivía una profunda crisis en el siglo XVIII. La sociedad estamental, con privilegios para la nobleza y el clero, se mantenía a pesar del descontento popular. La crisis económica se agudizaba, afectando especialmente a los precios de productos básicos como el pan. El déficit de la Hacienda aumentaba por los gastos de la guerra, como la Guerra de Independencia de Estados Unidos.

Crisis Política

La crisis económica se sumaba a una crisis política. El rey Luis XVI perdía apoyos entre el pueblo, que veía que las reformas no avanzaban. La nobleza y el clero se resistían a perder sus privilegios, mientras que la burguesía, influenciada por las ideas de la Ilustración, aspiraba a un mayor poder político.

La Reunión de los Estados Generales (1788)

Ante la grave situación, el rey Luis XVI se vio obligado a convocar los Estados Generales, una asamblea que no se reunía desde 1614. Los Estados Generales estaban formados por tres estamentos: la nobleza, el clero y el tercer estado (el pueblo).

Los Cuadernos de Quejas

Antes de la reunión, cada estamento redactó unos cuadernos de quejas. Los cuadernos del tercer estado mostraron el profundo descontento con el Antiguo Régimen y la necesidad de reformas. La burguesía se organizó en clubes políticos, como el club de los Jacobinos, donde discutían nuevas ideas políticas y estrategias para alcanzar el poder. También fundaron periódicos para difundir sus ideas.

Comienzo de la Revolución Francesa (1789)

La Asamblea Nacional

En los Estados Generales, la nobleza y el clero pretendían que se votara por estamento, lo que les daría la mayoría. El tercer estado defendió el voto por persona, lo que les daría la mayoría a ellos. El tercer estado, consciente de que representaba a la mayoría de la población, se proclamó Asamblea Nacional en junio de 1789.

El Juramento del Juego de la Pelota

El rey y los privilegiados intentaron expulsar a la Asamblea Nacional, pero los diputados se reunieron en el Juego de la Pelota, donde juraron que permanecerían unidos hasta redactar una Constitución. La Asamblea pasó a llamarse Asamblea Constituyente.

La Toma de la Bastilla

Ante el aumento del precio del pan y los rumores de que el rey estaba concentrando tropas en París, los ciudadanos parisinos se manifestaron y asaltaron la Bastilla el 14 de julio de 1789. Este evento marcó el inicio de la Revolución Francesa.

La Obra de la Asamblea Constituyente (1789-1791)

Fin del Antiguo Régimen

La Asamblea Constituyente abolió los derechos feudales, suprimiendo el diezmo, la jurisdicción señorial y permitiendo el acceso a cualquier cargo público a todos los ciudadanos.

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

El 26 de agosto de 1789, la Asamblea redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que proclamaba la igualdad de todos los hombres ante la ley, la libertad individual y la soberanía nacional.

La Constitución de 1791

La Constitución de 1791 estableció una monarquía parlamentaria. Se reconocía la soberanía nacional y los derechos fundamentales. El poder legislativo residía en la Asamblea Nacional, el ejecutivo en el rey y el judicial en los tribunales. Se estableció el sufragio censitario, limitado a hombres mayores de 25 años con cierta renta o propiedades. Se descentralizó la administración, dividiendo Francia en 83 departamentos y aumentando la importancia de los ayuntamientos.

La Convención Girondina (1792-1793)

Proclamación de la República

La monarquía fue abolida en 1792 y se proclamó la República. Este periodo marcó la fase radical y popular de la Revolución.

Las Matanzas de Septiembre

Mientras se organizaba el nuevo sistema político, se produjeron las Matanzas de Septiembre, en las que los sans-culottes asaltaron las cárceles de París y asesinaron a religiosos y aristócratas presos.

Ejecución de Luis XVI

La Convención Nacional, controlada por los girondinos y montañeses, juzgó y ejecutó a Luis XVI en la guillotina. Esta medida provocó la declaración de guerra de las potencias europeas, que formaron la Primera Coalición, y un levantamiento realista y ultracatólico en la región de la Vendée.

Radicalización de la Revolución

Para vencer en la guerra, se amplió el ejército mediante una leva en masa y se creó un Tribunal Revolucionario y el Comité de Salvación Pública para juzgar a los contrarrevolucionarios.

La Convención Montañesa (1793-1794)

El Terror

El temor a la derrota de la Revolución provocó un golpe de estado de los sans-culottes contra los girondinos. Los montañeses, dirigidos por Robespierre, se hicieron con el poder. Robespierre implantó una dictadura, concentrando todos los poderes. El asesinato de Marat por un realista y el ataque inglés a Toulon provocaron el inicio del Terror. Se suspendió la Constitución y se aprobaron las leyes de sospechosos, que permitían al Comité de Salvación Pública juzgar y ejecutar a cualquier persona sin necesidad de pruebas. Unas 50.000 personas fueron asesinadas durante el Terror.

Reacción Termidoriana

Robespierre intentó frenar la crisis económica limitando los precios máximos de los artículos de primera necesidad, pero fue perdiendo apoyos. Cuando intentó una nueva serie de arrestos, se produjo el golpe de estado del 9 de Termidor (julio de 1794). Robespierre fue ejecutado y se puso fin al Terror.

El Directorio y el Fin de la Revolución (1795-1799)

La Constitución de 1795

Se creó una nueva Constitución en 1795 que establecía un régimen liberal, basado en la soberanía nacional y la separación de poderes. Se estableció un sistema de sufragio censitario y el poder legislativo se dividió en dos cámaras. El poder ejecutivo recaía en un Directorio de cinco miembros.

Golpe de Estado de Napoleón

La debilidad del ejecutivo provocó que los realistas intentaran restaurar la monarquía. Napoleón Bonaparte, un general joven y ambicioso, frenó la revuelta realista de Vendémiaire. Tras sus éxitos en la campaña de Italia, donde derrotó a la Primera Coalición, Napoleón se ganó el apoyo de la burguesía, que veía en él la persona que podía estabilizar la situación. Napoleón dio el golpe de estado del 18 de Brumario (noviembre de 1799), se proclamó Cónsul y puso fin al Directorio, dando inicio a una nueva etapa en la historia de Francia.

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