Proyectos de Regeneracionismo Político (1902-1913)
Fracaso del Primer Gobierno Regeneracionista de Francisco Silvela
En 1899, la regente María Cristina otorgó su confianza para formar gobierno al líder conservador Francisco Silvela, quien convocó elecciones. Así, con este nuevo gobierno, inició una política reformista con proyectos de descentralización administrativa. Sin embargo, también debía salvar la hacienda, para ello, subió los impuestos indirectos. Como consecuencia, se creó una fuerte oposición, por lo que en 1901, la regente otorgó el gobierno a los liberales.
Reformas de Maura y Canalejas
En la primavera de 1902, subió al trono con 16 años Alfonso XIII. Su llegada coincidió con una reforma de los partidos dinásticos, ya que en 1903 muere Sagasta y la jefatura del partido liberal la alcanza Canalejas, mientras que en el partido conservador se afianzaba Maura. Esta época se inició con importantes proyectos de reforma; sin embargo, continuó el falseamiento electoral.
Gobierno de Maura (1904-1909)
Después de la muerte de Sagasta, en 1904, Maura se convirtió en jefe de gobierno, quien emprendió una serie de reformas:
- Nueva Ley Electoral (1907): Su objetivo era corregir la corrupción. Para ello, mandó que en los distritos electorales donde solo hubiera un candidato no se celebrasen elecciones. Sin embargo, siguió habiendo corrupción para conseguir el funcionamiento del bipartidismo.
- Instituto Nacional de Previsión (1908): Origen de la seguridad social, pretendía regularizar las ayudas para los trabajadores enfermos o jubilados. También se aprobó el descanso dominical.
- Proyecto de Reformas de la Administración: Se hizo un primer intento de llegar a acuerdos con el catalanismo concediendo más autonomía a los ayuntamientos y diputaciones. Sin embargo, este proyecto no llegó a desarrollarse.
Gobierno de Canalejas (1910-1912)
En 1910, el partido liberal formó gobierno después de la Semana Trágica de Barcelona (1909), que fue la causa de la caída del gobierno conservador. Este periodo vio la aprobación de una serie de leyes: Ley de Consumos, Ley de Reclutamiento, Ley del Candado (1910) y Ley de Mancomunidades. A pesar de todos estos proyectos, el resto de reformas se vieron interrumpidas por la muerte de Canalejas, asesinado por un anarquista en 1912. La Ley de Mancomunidades se aprobaría bajo el gobierno de Eduardo Dato, aprobando solo la Mancomunidad de Cataluña.
Acontecimientos Importantes de este Periodo
Conflicto Colonial con Marruecos
A partir de 1900, España consolidó su penetración en el Norte de África. Con la Conferencia de Algeciras (1906) y el Tratado Hispano-Francés (1912), se estableció un protectorado franco-español en la zona de Marruecos. A España le correspondió el territorio del Rif, donde tenía el deber de pacificar la zona, además de intereses económicos (minas, ferrocarriles) e intereses militares para restaurar el prestigio del ejército después del desastre de Cuba. Sin embargo, hubo continuos ataques rifeños y en 1909 se produjo una importante derrota en el Barranco del Lobo, lo que produjo numerosas bajas. Debido a esto, se aumentó el número de soldados, muchos de ellos casados y con hijos, lo que produjo un descontento popular en Barcelona.
La Semana Trágica de Barcelona
Debido al conflicto colonial con Marruecos, el 18 de julio de 1909, durante el embarque de las tropas, se inició una movilización popular contra la guerra que culminaría con una huelga general el 28 de julio de ese mismo año, además de una serie de revueltas populares. Se declaró el estado de guerra con una gran represión, incluyendo cinco penas de muerte, para acabar con las manifestaciones. Todo ello con una gran oposición contra Maura, y por tanto Alfonso XIII dio el poder a los liberales.
Crisis del Parlamentarismo (1913-1923)
Comienzo de la Crisis
Entre 1913 y 1923 se produce una crisis generalizada en Europa, como la Primera Guerra Mundial o la Revolución Rusa. En España, el bipartidismo empieza a descomponerse, los dos partidos de turno desconfían, el sistema no funciona con normalidad y dentro de los mismos partidos hay también divisiones. En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial (Alemania y Austria-Hungría formarían los Imperios Centrales frente a Gran Bretaña, Francia y Rusia, que serían los Aliados). En esta guerra, España mantuvo una postura neutral, pero ideológicamente se formaron dos bandos: los conservadores (germanófilos) y los de izquierda (aliados).
Impacto de la Primera Guerra Mundial
En el verano de 1914, estando al frente del gobierno conservador Eduardo Dato, estalló la Primera Guerra Mundial. Inmediatamente, Dato declaró la neutralidad de España para aprovechar el auge económico en las exportaciones a los países en guerra. Sin embargo, los precios interiores también subieron, lo que produjo un conflicto social que desembocó en el movimiento huelguístico de 1917.
Crisis de 1917
Se produjeron conflictos sociales en gran parte de Europa debido a la caída del zarismo en Rusia. En este contexto revolucionario, en España coincidió con la crisis de la Restauración, el descontento militar debido al número excesivo de militares y la conflictividad social, que acabó en una protesta general de carácter antigubernamental en la que se vieron implicados los partidos al margen del turno dinástico, militares y organizaciones obreras.
En primer lugar, hubo una protesta militar por el número excesivo de oficiales en relación con los soldados, los bajos salarios y el ascenso por mérito de guerra que solo beneficiaba al ejército africanista. Por ello, formaron Juntas de Defensa por todo el país y, a través del Manifiesto de Junio de 1917, culpaban al gobierno de la situación del país. Ante la situación, el gobierno cedió a las demandas del ejército.
Por otro lado, hubo una crisis política que tuvo como causa el cierre de las Cortes en 1916, estando en el poder el conde de Romanones, por las quejas de corrupción política. En abril de 1917, Dato volvió al poder, pero se negó a abrir las Cortes. Ante la situación, se creó una Asamblea de Parlamentarios en julio de 1917 que exigió la formación de un gobierno provisional.
Y por último, en agosto de 1917 se produjo una huelga general por los altos precios y para poner fin a la monarquía y establecer un régimen republicano. Se declaró la ley marcial, y finalmente esta fracasó, pero el régimen entró en crisis.
La Descomposición Política: Gobiernos de Concentración
El régimen de la Restauración entró en su crisis definitiva a causa de los nulos deseos de renovación política y por la debilidad de la oposición. Los partidos dinásticos se dividieron, por lo que no se pudieron conseguir mayorías. Por ello, a partir de 1917 se recurrió a los gobiernos de concentración, pero la diferencia entre los coaligados impidió llevar a cabo las reformas. Uno de los gobiernos más importantes fue el de Maura (1918). Estos fracasaron y se volvió al turno dinástico.
Conflictividad Obrera y Pistolerismo
Los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial fueron de gran conflicto en toda Europa por el triunfo de la Revolución bolchevique, lo que dio esperanza a los revolucionarios. En España, al acabar la guerra, disminuyó la producción, aumentó el paro y subieron los precios. Todo ello produjo una movilización obrera y el crecimiento del sindicalismo. Destacó Barcelona, donde, junto con muchas otras ciudades, estuvo controlada por los comités de huelga. Ante esta situación, se produjo una radicalización de las patronales y los sindicatos. Las patronales instituyeron la Federación Patronal y crearon el Sindicato Libre, en contra del sindicalismo anarquista, contratando pistoleros a sueldo para asesinar obreros. Ante esta situación, actuaron anarquistas contra las patronales. Así, esta época se conoce como la del pistolerismo (1916-1923), en la cual murieron 226 personas, entre ellas Eduardo Dato en 1921.
El Problema de Marruecos: El Desastre de Annual
Al comenzar la década de 1920, en la zona oriental del protectorado de Marruecos, las tribus rifeñas hostigaban constantemente al ejército español. Esta situación desembocó en 1921, bajo las órdenes del general Silvestre, relacionado con el rey Alfonso XIII, en un ataque a las tribus rifeñas. Sin embargo, el ejército fue vencido en Annual, causando numerosas bajas. En 1923 se anunció que iba a ser discutido el caso de Annual, pidiendo responsabilidades que podían implicar incluso al propio monarca. Todo ello movilizó a los sectores del ejército y de la derecha que, desde hacía tiempo, veían la solución a la crisis en una dictadura militar.
La Dictadura de Primo de Rivera
La dictadura de Primo de Rivera llegó en un momento de crisis política y social. El 13 de septiembre de 1923, el general Primo de Rivera se pronunció contra la legalidad constitucional, declaró el estado de guerra y se dirigió al monarca para exigir que el poder pasase a manos de los militares.
Causas del Golpe
Primo de Rivera y los sectores que le dieron apoyo defendieron su acción para acabar con la crisis política del turnismo y los desórdenes públicos (la oligarquía deseaba estabilidad para sus negocios, al igual que fue favorecida por la dictadura de Mussolini). Sin embargo, la causa más importante fue el desastre de Annual, donde se pedían responsabilidades al ejército y al rey. Así, la dictadura sirvió para cerrar las Cortes. Por otro lado, Primo de Rivera justificó la dictadura como un medio para acabar con el caciquismo, la inestabilidad política y social, y una forma de impedir la democratización del país, por lo que fue una solución inconstitucional.
El Directorio Militar
El 13 de septiembre de 1925, el rey nombró presidente del gobierno a Primo de Rivera, cuya dictadura pasó por dos fases sucesivas. La primera, hasta 1925, la gobernó un directorio militar cuyos miembros eran militares. Fue un gobierno atípico, el cual era el único con capacidad de decisión, suprimiendo las garantías constitucionales y creando un partido único: Unión Patriótica.
El Directorio Civil
A partir de 1925, gobernó un directorio civil, donde se cambiaron los gobernadores militares por civiles. En esta fase se consolidó la dictadura al acabar con la guerra de Marruecos. Para dar una imagen de democracia, creó la Asamblea Nacional. También intentó hacer una constitución, pero nunca llegó a establecerse al no hablar de división de poderes o de derechos individuales.
Política Económica y Social
El periodo dictatorial tuvo la influencia de los «felices años veinte». El gobierno inició un programa de fomento de la economía española, la industria y las infraestructuras. La idea rectora fue la nacionalización de importantes sectores de la economía, además de la intervención estatal o el fomento de obras públicas como el ferrocarril y la creación de monopolios como CAMPSA y RENFE. Por otro lado, fue importante la medida proteccionista, subiendo los aranceles, o la creación de comités paritarios para evitar las huelgas, reuniéndose el mismo número de trabajadores y miembros de la patronal, además de un miembro del gobierno, que desequilibraba la balanza a favor de la patronal.
Oposición a la Dictadura
La oposición estuvo liderada por líderes de los partidos dinásticos, republicanos, sectores del ejército e intelectuales. Los antiguos partidos del turno criticaron la excesiva duración de la dictadura y realizaron conspiraciones militares como la Sanjuanada de 1926. Las universidades, controladas por el cierre de la universidad, crearon la Federación Universitaria Escolar (FUE), de carácter republicano. También destacaron intelectuales como Unamuno y Ortega y Gasset, que fueron desterrados. Sin embargo, la oposición más importante fue la republicana, que organizó la Alianza Republicana; los nacionalismos, como el catalán, tras eliminar su Mancomunidad en 1925 y la prohibición de su lengua; destacó la CNT, que creó la FAI en julio de 1927 con posturas más radicales; y el PSOE, que en 1929 se pronunció a favor de la república.
Caída del Dictador
España estuvo siete años en dictadura, en la cual se había conseguido orden y estabilidad económica. Sin embargo, tras la oposición, el rey quiso deshacerse del dictador y en su lugar llamó a Dámaso Berenguer para convocar elecciones y volver al régimen de la Restauración. Sin embargo, la izquierda y representantes de otras muchas fuerzas políticas, en agosto de 1930, realizaron el Pacto de San Sebastián con el objetivo de derrocar al rey y dar paso a la república. Dámaso Berenguer fracasó y fue sustituido por Aznar, que puso en marcha unos comicios en los tres niveles establecidos: municipales, provinciales y legislativos. En las elecciones de abril de 1931, la mayoría de las ciudades eligieron alcaldes republicanos y el 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República.