1. Europa en la Restauración (1815-1830)
Tras la Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico, este periodo representó un impasse antes de las revoluciones liberales de 1830 y 1848. Se caracterizó por la voluntad de las potencias vencedoras (Austria, Prusia, Rusia y Gran Bretaña) de restaurar las monarquías absolutas en Europa continental.
1.1. La Contrarrevolución
Desde el punto de vista político, la Restauración buscó restablecer la situación anterior a 1789. Ideológicamente, se basó en el tradicionalismo, defendiendo la autoridad, el orden, la jerarquía, la religión católica y la legitimidad de las monarquías absolutas. Históricamente, intentó ignorar las conquistas políticas y sociales de la Revolución y el Imperio.
Resultados:
- Francia: supresión del régimen feudal.
- Gran Bretaña: monarquía controlada por el parlamento.
- España: Fernando VII anuló la obra de las Cortes de Cádiz y restauró el absolutismo en 1814.
1.2. El Congreso de Viena (1814-1815)
Reunió a las grandes potencias europeas vencedoras de Napoleón con el objetivo de reorganizar el mapa europeo y restaurar el Antiguo Régimen. La reorganización del mapa europeo tuvo problemas al no tener en cuenta las nacionalidades.
Tratados:
- Santa Alianza: Austria, Prusia y Rusia defendieron la religión y la monarquía absolutista.
- Cuádruple Alianza: Rusia, Austria, Prusia y Gran Bretaña añadieron la intervención militar.
- Quíntuple Alianza: Rusia, Prusia, Austria, Gran Bretaña y Francia (Congreso de Aquisgrán).
1.3. Nuevo Mapa Europeo
- Finlandia y Besarabia: Imperio Turco.
- Reino Lombardo-Véneto: influencia austriaca en Parma, Módena y Toscana.
- Prusia: parte de Sajonia y Renania.
- Gran Bretaña: islas Heligoland, Malta y Jónicas.
1.4. El Nacionalismo
El nacionalismo, gran movimiento del siglo XIX, difundió ideas de libertad, igualdad y soberanía nacional por Europa y América gracias a las revoluciones. Despertó el sentimiento nacional, convirtiéndose en una fuerza explosiva que impulsó las unificaciones de Italia y Alemania, y generó el problema nacional de los pueblos balcánicos (uno de los motivos de la Primera Guerra Mundial).
1.5. El Liberalismo
Influenciado por la Ilustración y la independencia de Estados Unidos (1776), el liberalismo se manifestó en las Cortes de Cádiz (1810). Sus características principales fueron la igualdad civil, la libertad individual, la libertad religiosa y económica, la legalidad, el derecho a la propiedad privada, la separación de poderes y el rechazo a la monarquía absoluta.
Tipos de Liberalismo:
- Conservador: derecho a voto restringido a los más capacitados (con propiedades). Benjamin Constant y François Guizot defendían una monarquía constitucional y sufragio limitado.
- Democrático: sufragio universal masculino. Alexis de Tocqueville consideraba inevitable el avance hacia la democracia.
1.6. El Romanticismo
Corriente cultural de la primera mitad del siglo XIX, el Romanticismo valoraba la propia lengua, cultura e historia. En la música, el arte y la literatura, promovió la libertad de creación, la subjetividad del autor y la expresión de sentimientos como la pasión y la fantasía. Se buscaba la evasión de la realidad en países exóticos, el pasado o el futuro. Victor Hugo, autor de Los Miserables, fue su máximo representante. El arte romántico se caracterizó por el colorido, el movimiento, la expresión, la emoción y la subjetividad.
2. Las Revoluciones de 1820
Esta oleada revolucionaria se originó en el área alemana contra el absolutismo. En los estados italianos, los liberales se organizaron en sociedades secretas como los carbonarios. Hubo triunfos liberales en Piamonte, el Reino de Nápoles y Portugal. En España, Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución durante el Trienio Liberal, que fracasó por la intervención de la Cuádruple Alianza. En Grecia, liberales y nacionalistas, con el apoyo de la Iglesia ortodoxa y la burguesía, iniciaron una agitación nacionalista. En 1822, una asamblea nacional griega elaboró una constitución, condenada por la Santa Alianza. Rusia, Francia y Gran Bretaña apoyaron a Grecia contra el Imperio Turco. Tras la derrota de la armada turca en Navarino, la Conferencia de Londres (1839) reconoció la independencia de Grecia y Serbia.
3. La Emancipación de Hispanoamérica (1810-1824)
Influenciadas por la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, las colonias españolas de América y Brasil se alzaron contra sus metrópolis. El ideario liberal influyó en la minoría criolla, descontenta por su exclusión del poder. La emancipación americana, obra de la burguesía criolla, no fue una revolución social. La restauración absolutista de Fernando VII en 1814 provocó la revuelta de las colonias. Dirigidos por Simón Bolívar y José de San Martín, los patriotas americanos lucharon contra los ejércitos españoles. La revolución liberal española de 1820 facilitó la última fase de la guerra. La independencia de las colonias españolas concluyó con las derrotas españolas en 1824, destacando la independencia de Chile con el general San Martín.
4. Las Revoluciones de 1848
Este ciclo revolucionario de inspiración liberal y democrática se originó por la crisis económica de 1847. Las causas fueron la extensión de los principios democráticos, la crisis agraria y textil, la crisis financiera, la crisis industrial y la crisis social.
4.1. La Revolución en Francia
La oposición republicana se dividió entre liberales moderados, que buscaban un cambio de gobierno y la ampliación del sufragio, y demócratas y socialistas, que defendían el derecho de asociación de los obreros, la creación de cooperativas y la nacionalización de industrias. Socialistas utópicos como Fourier, Cabet y Louis Blanc preconizaban los talleres sociales. Tras una manifestación contra Luis Felipe de Orleans, se proclamó la Segunda República, que elaboró un programa de reformas políticas (libertad de prensa, derecho de reunión, supresión de la pena de muerte y de la esclavitud en las colonias).
5. Las Reacciones contra las Revoluciones de 1848
En Francia, la Segunda República dio paso a una república conservadora tras el triunfo del Partido del Orden. Luis Napoleón, elegido presidente, instauró un imperio autoritario en 1852. En Europa, la reacción triunfó sobre los movimientos revolucionarios y nacionalistas. El Imperio Austríaco aplastó a los húngaros, restableció su dominio sobre Lombardía-Véneto y la autoridad del Papa sobre Roma. En Alemania, la división entre los partidarios de una Gran Alemania (con Austria) y una Pequeña Alemania (bajo dominio prusiano) se resolvió con el triunfo del liberalismo sobre el absolutismo.
6. La Unificación Italiana
6.1. Italia antes de la Unificación
Tras el Congreso de Viena (1815), Italia estaba dividida en varios estados: Reino de Piamonte-Cerdeña, Reino Lombardo-Véneto, ducados, Estados Pontificios y Reino de las Dos Sicilias. A mediados del siglo XIX, surgió el Risorgimento, movimiento cultural de la burguesía influenciado por el nacionalismo, que buscaba la independencia del dominio austriaco. La organización Joven Italia defendía una república democrática, unitaria y centralista, mientras que otros proponían la unificación en torno al Reino de Piamonte.
6.2. Etapas de la Unificación
Cavour, primer ministro piamontés, buscó una alianza con Napoleón III de Francia contra Austria para ocupar Lombardía y Véneto, objetivo logrado con el Tratado de Plombières (1858). Tras la guerra contra Austria, Italia obtuvo Venecia con la Paz de Viena. La guerra franco-prusiana de 1870, con la derrota francesa, permitió completar la unificación italiana.
7. La Unificación Alemana
7.1. Alemania antes de la Unificación
Tras 1815, el antiguo Imperio Alemán se reconstruyó como la Confederación Germánica. En 1848, el nacionalismo alemán se dividió en tres grupos: los partidarios de Prusia, los de Austria y el movimiento de la Joven Alemania, con poco apoyo de la burguesía liberal. La unificación se impulsó con la creación del Zollverein en 1834, unión aduanera que creó un mercado unificado de 26 millones de alemanes. Existían dos posturas: la Gran Alemania (incluyendo el Imperio Austríaco) y la Pequeña Alemania (sin Austria). Otto von Bismarck, canciller prusiano, monárquico conservador, despreciaba el liberalismo y el constitucionalismo.
7.2. Etapas de la Unificación
- Crisis de los ducados daneses (1864): Tras la muerte de Federico VII, Austria y Prusia declararon la guerra a Dinamarca. El Tratado de Gastein (1865) otorgó Holstein a Austria y Schleswig a Prusia.
- Guerra austro-prusiana (1866): Austria, derrotada, firmó la Paz de Praga, cediendo Holstein a Prusia. Bismarck firmó tratados con los estados del sur.
- Guerra franco-prusiana y fundación del II Reich (1870): La candidatura de Leopoldo de Hohenzollern al trono español provocó la guerra. La victoria prusiana permitió la proclamación del II Reich, estado federal bajo la presidencia del rey de Prusia, Guillermo I, que se convirtió en emperador.